Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 23

Narrado por Sarah Díaz:

Voy rodeando a Brad con mis brazos, puedo oler su exquisito perfume y escuchar su corazón latir, cuando estoy cerca de él mi mundo es mágico, es hermoso.

La velocidad de su moto va disminuyendo, para finalmente detenerse frente a un elegante edificio de vidrios totalmente negros.

─ ¿Qué hacemos aquí? ─pregunto, bajándome de la moto.

─Quiero mostrarte mi departamento ─responde quitándose su casco, dejando ver su precioso rostro.

─ ¿En serio tienes un departamento? Pensé que vivías en la lujosa casa a la que fui el día de la fiesta.

El termina de bajarse de su moto.

─Esa casa la compró mi tío Steven hace poco ─responde y comienza a caminar a la entrada del edificio, yo lo sigo con pasos rápidos. En la recepción se encuentra un hombre de traje que al vernos se coloca de pie.

─Buenos días ─nos saluda, yo le sonrió amablemente y sigo caminando al ritmo de Brad. Esperamos unos segundos el ascensor, cuando llega nos adentramos en él.

─Gracias por irme a buscar ─comento cuando estamos dentro del ascensor.

Brad me mira a los ojos y me sonríe, haciendo que sienta un hormigueo en el estómago.

Este chico causa cosas en mi inimaginable.

─De nada ─contesta.

El ascensor se detiene y Brad sale, haciendo que lo siga, busca en el bolsillo de su jean y saca unas llaves, toma una de las llaves y la introduce en la cerradura, abriendo la elegante puerta negra, yo me adentro en el departamento y me quedo con la boca abierta. Lo 'primero que veo es la hermosa sala, la cual está decorada con colores negros y gris, tiene hermosos muebles, un enorme televisor, una pequeña mesa de madera en el centro, y una espectacular lámpara que le da un toque único, además de bonitos ventanales que dejan ver un paisaje increíble. Todo está realmente pulcro, me imaginaba que esto sería un verdadero cochinero, pero es impresionante la manera en que cada cosa está ordenada.

─Tu departamento es hermoso ─confieso, quitándome el bolso que tengo en la espalda.

Brad toma el bolso del que me he despojado y camina hasta los bonitos muebles grises, dejándolo ahí con el casco de su moto.

─Es...normal –habla Brad y comienza a caminar a la que creo es la cocina. ─ ¿Quieres algo de tomar? ─me pregunta, yo camino hasta donde está él y me quedo aún más impresionada por la moderna cocina que está viendo mis ojos. Está empotrada con lindos taburetes, una enorme cocina de las más modernas que he visto, el refrigerador es gigante y hay hermosos gabinetes de madera que hacen juego con la decoración.

Muevo mi cabeza ─tal vez un jugo ─respondo a la pregunta que me ha hecho Brad.

Brad camina hasta el refrigerador y saca una botella de jugo de manzana.

─Aquí tienes ─dice, entregándome la botella.

La abro y le doy un sorbo, está muy frio así que me congela el cerebro.

─En serio me fascina tu departamento ─agrego tomando mi cabeza para que se me pase el dolor.

Brad toma un vaso, lo llena de agua y le da un sorbo. Cuando termina de tragar el agua lame sus labios, haciendo que quiera devorarlos. Sus perfectos ojos se clavan en los míos.

─En este preciso momento quieres que te folle, tu mirada me lo dice todo ─dice con una maliciosa sonrisa en su rostro, deja el vaso de agua a un lado. Con escucharlo decir eso mi cuerpo comienza a sentir calor, un color feroz.

Le sonrió y lamo mis labios, mordiendo mi labio inferior –Quiero que lo hagas como una bestia ─afirmo sin despegar mis ojos de los suyos.

Brad se queda inmóvil por un momento y luego camina hacia mí, con rapidez, toma mi rostro y me besa con intensidad, yo tomo su cabello, profundizando mucho más nuestro desesperado beso.

─Nunca... ─susurra con la respiración agitada –nunca me vuelvas a llamar bestia ─me advierte, despegándose de mí y mirándome con un brillo en sus ojos el cual nunca le había visto ─. No lo vuelvas a hacer ─sentencia y sin decir nada más vuelve a besarme con desesperación. Me toma por la cintura y yo lo tomo por el cuello, lo rodeo con mis piernas, me alza, depositándome en el mesón de la cocina, el me quita la camisa con un ágil movimiento y vuelve a devorar mis labios, sus manos se posan en mis senos los cuales masajea haciendo que me retuerza, sus labios viajan de mi boca a mi cuello.

─Ah...Brad ─murmuro entre jadeos, zafándolo de su chaqueta, dejándola caer en el piso, tomo sus fuertes brazos y me aferro a él con fuerza sin darme cuenta que mis uñas se han enterrado en sus brazos cuando este toma uno de mis pezones entre sus dientes y le da un suave mordisco. ─Nece...necesito tenerte dentro de mí ─ruego, lamiendo mis labios.

Brad me toma entre sus musculosos brazos ─vamos al vestíbulo ─me informa con la respiración entrecortada.

Narrado por Emily Besguel:

Hoy Brad iría a buscar a Sarah. No dejo de pensar en eso.

Hoy me he dado cuenta que lo que siento por La Bestia es mucho más grande que una atracción física. Su manera de caminar me parece exquisita, el sonido de su risa es simplemente el sonido que más amo escuchar, la forma en la que se arruga su frente al fruncir el ceño es una verdadera obra de arte y sus ojos ¡Ahh!.. Cuando veo sus ojos es como si estuviera viendo dos preciosas estrellas. Creo que me estoy enamorando de él como una imbécil, y lo peor es que él me lo dijo, él me advirtió que no debía enamorarme, pero lo estoy haciendo y sé que terminare sufriendo, sufriendo mucho.



#1028 en Novela romántica
#369 en Chick lit

En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.