Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 24

Narrado por Brad Truswell:

Estoy sentando en mi cama preguntándome que le ocurría a Emily ayer. Creo que simplemente hay alguien que le gusta, pero ella no se lo quiere confesar o no lo quiere aceptar, por eso le dije que podía contármelo a mí. Aunque la verdad es la primera vez que siento la necesidad de escuchar a alguien hablarme de lo que le está pasando. Es que su mirada se veía tan rota que no pude resistirme, necesitaba saberlo, pero es evidente que yo no le inspiro ni un poco de confianza. Bueno si yo fuese ella tampoco le contaría nada a alguien como yo, soy un asco de persona.

Mi teléfono me saca de mis pensamientos, lo busco en el bolsillo de mi pantalón y lo saco. La pantalla muestra el contacto de mi abuelo.

─¿Aló? ─contesto

─Brad, recuerda que iremos a la playa hoy ─me recuerda mi abuelo con un tono de emoción en su voz. Mi abuelo siempre le ha gustado el mar.

Me levanto de la cama ─si ya lo sé, abuelo.

─ ¿Ya has invitado a Emily? ─me pregunta.

Suspiro –si ya le he informado. Más tarde voy a la casa a cambiarme de ropa, ahí nos vemos –le informo.

─Ya sabes que no me gusta que estés solo en ese departamento tuyo ─me reprocha ─. Deberías venir a vivir con tu tío Steve ─sugiere. No me idealizo viviendo en esa casa. Hace alrededor de tres meses compre este departamento, por desgracia toda mi ropa ya estaba en la casa de mi tío, así que debo ir allá para cambiarme y obviamente ahorita que está mi abuelo también debo ir a verlo a él. Pero apenas mi abuelo se vaya traeré toda mi ropa aquí para no tener que pisar nunca más esa casa.

─Ya te he dicho que me siento genial en mi departamento ─respondo ─. Más tarde te veo ─digo y cuelgo.

Dejo mi teléfono en la cama, salgo de la habitación y me dispongo a ir a ducharme. Sentir el agua tibia bajar por todo mi cuerpo me parece que es una de las sensaciones más placentera de la vida. Me visto con unos jean, una camiseta roja, Nike negros, me coloco un sencillo reloj en mi muñeca, por último tomo mi perfume y me coloco un poco.

Llamo a Bruno, al segundo tono toma mi llamada.

─Hola, Brad ─me saluda al descolgar.

─Voy para allá. Quiero que tengas todo listo ─ordeno, colgando.

Bajo las escalera y tomo mi casco para salir del departamento.

Cuando llego a la empresa la estaciono, bajándome de ella, con pasos lentos camino hasta la entrada algunas personas que pasan a mi lado me saludan pero la verdad no tengo idea de quienes son así que no respondo a sus saludos.

La chica de la recepción al verme se pone de pie. ─Bruno lo espera en su oficina, joven ─me informa, sonriendo hipócritamente.

La miro de reojo y me dispongo a seguir mi camino. Al llegar a mi oficina veo a Bruno sentado en unos de los muebles que se encuentran delante del escritorio.

─Por fin llegas ─habla volteándose hacia mí, yo camino hasta la silla frente a él y me siento. Coloco mis brazos en el escritorio y lo miro a los ojos.

─¿Qué respuestas han dado? ─pregunto, refiriéndome a los hombres de la junta de ayer.

Bruno me hace entrega de una carpeta ─la mayoría han aceptado el proyecto, pero algunos han decidido no hacerlo, han dicho que es un proyecto muy arriesgado ─. Comienzo a leer los documentos que están en la carpeta que me ha entregado Bruno, hay varios papeles donde me explican detalladamente la actual economía de la empresa y en otros se refleja todo el dinero que perderíamos si este proyecto no funciona, el cual es demasiado. ─ ¿Brad enserio quieres hacer esto? ─me pregunta Bruno.

Lentamente levanto mi mirada de los papeles que tengo en mis manos y la clavo en Bruno.

–Claro que si –contesto fríamente –y si tú no estás dispuesto a seguir con esto solo me lo dices y busco a otra persona –le advierto sin dejar de mirarlo.

Él evade mi mirada y se coloca de pie.

─Claro que estoy dispuesto a seguir ─responde caminando por la oficina ─, solo es que, la verdad es muy difícil que esto funcione, tu proyecto es brillante pero es muy difícil que se pueda llevar a cabo ─confiesa deteniendo sus pasos para mirarme.

Vuelvo a colocar mi atención en las hojas ─yo confió en que si va a funcionar ─le aseguro sin dejar de mirar las hojas.

─Está bien –acepta Bruno. ─Pero si esto funciona, nos convertiremos en la primera empresa que es capaz de crear equipos que sean creados por la imaginación de sus dueños. Nos convertiremos en unas de las personas más adineradas del país.

─No me importa el dinero. Solo quiero que esto funcione. ─hago una pausa ─. Quiero que desde hoy cada ingeniero en sistema, diseñador, economista, administrador, bueno quiero que todos los que aceptaron el proyecto comiencen a trabajar, en tres meses será la inauguración de la actual empresa Current Technology.

─Muy bien, así lo haremos ─dice Bruno y sin más, camina hasta la puerta y sale de mi oficina.

Termino de revisar todos los papeles y veo mi teléfono el cual marca las 12:40. Busco el número de Emily y le envió un mensaje.

¿Puedo llamarte?

Brad Truswell

Mientras espero que responda reviso mi correo, el cual está lleno de mensajes, no abro ninguno. Han pasado alrededor de cinco minutos y Emily no me ha contestado, me levanto de la silla y decido terminar de irme para ir a la casa de mi tío a cambiarme, y en ese instante mi teléfono suena, con velocidad lo tomo y leo el mensaje.



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En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

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