Narrado por Brad Truswell:
Nunca pensé que me sentiría tan mal por alguien, que el dolor de alguien me afectaría tanto, no puedo sacar de mi mente la triste mirada de Emily al decirme todo lo que sufrió este tiempo al callar todo lo que estaba sintiendo mientras su prima le contaba las veces que estuvo conmigo. Desde que me fui de la habitación de Emily no he hecho más que beber, he pasado toda la madrugada sentado en un bar. Siempre me burle de las personas que usaban el alcohol para desahogarse pero hoy sentado aquí entiendo a cada una de las personas de las que me burle, ya que en estos momentos solo quiero olvidarme de todo y alcohol es el único que puede ayudarme a que aunque sea por un momento olvide el daño que le he causado a Emily.
─Joven ─el cantinero toca mi brazo para que lo pueda mirar ─creo que ya está bien de alcohol ─dice cuando pongo mi atención en él.
Niego con mi cabeza y miro la hora en mi reloj el cual marca las 11:50 de la mañana ─sabe, es increíble que por una chica en estos momentos este en este estado ─me rio levemente ─. Pero esa chica es la más...increíble de todas las chicas que he conocido ─confieso y le doy sorbo al vaso que tengo delante de mí.
El hombre se ríe sonoramente ─eres un joven enamorado ─él se acerca más a mi ─. El amor es lo más bonito y a la vez lo más horrible que hay, pero solo tú decides si quieres que sea bonito o horrible ─el hombre coloca sus brazos en la barra ─si en verdad quieres a esa chica de la que hablas debes luchar por estar con ella, se nota que de verdad te gusta.
Lamo mis labios quedándome en silencio por unos segundos ─todo lo que he hecho es hacerla sufrir ─murmuro ─y eso no es justo, no es justo para ella, ella merece ser feliz ─me quedo con mi mirada fija, luego de unos segundos me coloco de pie, dejando diez dólares de propina para el amable cantinero, sintiéndome mareado ─. Gracias por...hablar conmigo, adiós ─con pasos torpes me dispongo a caminar a la salida del lugar, buscando en los bolsillos de mi pantalón la llave de mi moto, cuando finalmente la consigo termino de salir del lugar, subiéndome a mi moto. Creo que no debería manejar en el estado en el que estoy pero la verdad ya no me importa nada incluso he dejado mi casco en el departamento.
Enciendo mi moto y sin más salgo a toda velocidad sin poder dejar de sentirme culpable por lo que ha ocurrido con Emily.
Narrado por Sarah Díaz:
Hace dos días recibí una ramo de rosas con una nota, al recibirlo me sentí súper feliz porque estaba segura de que ese ramo lo había enviado Brad diciéndome cuanto le gustaba estar junto a mí y efectivamente lo envió Brad pero no precisamente para hacerme saber que le gustaba mi compañía ni mucho menos que le había encantado haberme conocido, más bien fue una manera cruel de hacerme saber que todo entre nosotros había terminado.
La nota decía lo siguiente:
Esta vez fui yo él que me enamoré y lamento informarte que no es de ti, espero que entiendas que lo nuestro ha llegado hasta aquí.
Att: Brad Truswell.
Leer esa nota hizo que todo se derrumbara, que mi corazón se rompiera en mil pedazos. He tratado de comunicarme con Brad pero su teléfono está apagado, necesito que me explique porque todo acabo así, porque no ha venido en persona a decirme lo que ha plasmado en la estúpida nota, y que me diga viéndome a los ojos de quien coño se ha enamorado, necesito las respuestas de todas estas preguntas así que he decidido que hoy iré a su departamento a confrontarlo, no me importa cuánto duela solo quiero que él mismo me diga que no quiere volver a verme.
─Ustedes dos están muy calladas ─dice Andrea señalando a Emi y a mí.
Emily levanta su mirada hacia Andrea y luego la vuelve a bajar.
─Claro que no ─le reprocho ─solo estamos pensando en el examen de matemáticas que debemos presentar ─miento. La verdad Emily toda esta semana ha estado igual de callada, pero esperare que ella esté lista para contarme lo que le está pasando.
Andrea se carcajea ─si claro, por el examen ─dice ella con ironía.
Emily se levanta de la banca en la que estamos sentadas, colocando su bolso en su espalda.
─Yo debo irme ─nos informa.
─Está bien, solo cuídate y recuerda que te queremos ─dice Andrea regalándole una amplia sonrisa.
─Si, Emi ─afirmo, sonriéndole.
Ella nos sonríe fugazmente y sin más pone en marcha sus pasos.
─A ella le sucede algo ─dice Andrea señalando a Emily.
Dejo escapar el aire de mis pulmones ─lo sé pero quiero que ella me cuente lo que le está pasando sin que yo se lo pida, debemos dejarla que piense ─respondo con mi mirada en un punto fijo.
─A ti también te ocurre algo ─mi mirada viaja a Andrea la cual me mira con determinación ─vamos, cuéntame que te sucede ─ella sube sus piernas a la banca para poder estar más cómoda.
─Hace dos días recibí un ramo de rosas de Brad ─comienzo a hablar ─este ramo incluía una nota.
─ ¡Ay! Que bello ─exclama ella.
Niego con mi cabeza ─no, no es bello ─murmuro tomando mi bolso, para poder mostrarle lo que dice la nota. Le entrego la nota a Andrea y su sonrisa se borra de sus labios.
─Eso me dolió hasta a mi ─me dice quitando su vista de la nota, Andrea coloca su mano en su boca ─lo siento no debí decir eso ─se disculpa.