Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 35

No creo lo que estoy escuchando, esto tiene que ser una broma pesada, Emily nunca me mentiría, ella no haría eso.

Paso una mano por mi rostro ─Emily...Emily no...Tú me estas mintiendo ─digo tartamudeando mientras niego con mi cabeza.

Brad también niega con su cabeza, riéndose levemente ─eso quisiera, que todo fuese una mentira ─hace una pausa y le da un sorbo al vaso que tiene en su mano ─pero no es así ─su mirada se posa en el vaso ─. Pensé que el alcohol me ayudaría a olvidarme un poco de Emily...pero creo que ha sido peor ya que no dejo de pensar en ella ─lame sus labios y se queda pensando por unos segundos para luego clavar sus ojos en los míos ─. Quiero que te vayas, Sarah ─sentencia con frialdad.

Me quedo viéndolo fijamente por unos segundo y en su mirada se nota que enserio está muy afectado. Siento una punzada en mi pecho que siento que no puedo ni respirar.

Emily todo este tiempo me engaño, pienso pensando en todas las veces que le hable de Brad y nunca me conto lo que estaba pasando.

Tomo aire para poder ─Eres...eres un imbécil ─lagrimas escapan de mis ojos, la limpio con la palma de mi mano y sin más salgo del departamento de Brad. Mientras camino al ascensor siento que algo dentro de mí se rompió, siento que todo está muy mal.

Pienso por unos segundo y es imposible que lagrimas empañen mi ojos.

─Esto no puede ser cierto ─susurro, sollozando. Camino de un lado a otro y sin esperar nada camino hasta las escaleras para poder terminar de marcharme de aquí.

No dejo de preguntarme ¿Por qué Emily no confió en mí? ¿Por qué no solo me conto lo que está sucediendo?

Narrado por Emily Besguel:

He intentado dejar de pensar en Brad pero así lo intente una y mil veces siempre tengo a Brad en mi mente.

¿Estará bien? ¿Será que ya ha comido?

─Deja de pensar en él, Emily ─me regaño a mí misma tomando mi almohada y abrazándola.

Mi teléfono me informa que Anderson me está llamando. Así que dejo de abrazar mi almohada y tomo él teléfono que está en la mesita de noche de mi cuarto.

─Hola Anderson ─lo saludo.

─Hola Emi ─responde ─quería preguntarte por Andrea, es que no contesta mis llamadas y necesito que terminemos la tarea de inglés ─me explica.

─Pues la última vez que la vi fue en el instituto, Andrea siempre contesta las llamadas, debe ser que está ocupada ─comento ─igual le escribiré a ver si me responde ¿Ok?

─Ok, de verdad si sabes algo de ella me avisas por favor.

─Está bien, adiós ─me despido.

─Adiós y gracias ─él cuelga la llamada. De inmediato le envió un mensaje a Andrea, pero no recibo ninguna respuesta. Estoy segura de que está ocupada así que más tarde le envió otro a ver si, si me contenta

Debo ponerme a estudiar ya que mañana es la prueba de matemática. Me levanto de la cama y tomo mi bolso para poder sacar mi cuaderno de matemática, me siento en la cama revisando de lo que tratara el examen y me doy cuenta de que a pesar de todo entiendo un poco de lo que va la prueba. Comienzo a realizar uno de los ejercicios que ha dejado de tarea "Mi querido profesor", pero mi teléfono hace que quite mi atención del cuaderno, la llamada es de Sarah.

─ ¿Qué pasa, Sarah? ─pregunto al descolgar hay un silencio que hace que mi cuerpo se llene de miedo ─ ¿Estas bien? ─me pongo de pie con preocupación.

Silencio...

Escucho un suspiro del otro lado del teléfono ─Necesito que en veinte minutos estés en la plaza ─escucho un sollozo que hace que mi miedo aumente.

─Dime que estas bien ─ruego

─Te veo en la plaza ─ella ignora por completo lo que he dicho y cuelga la llamada, dejándome completamente confundida. Algo entro de mi me informa que Sarah se ha enterado de lo que ha sucedido con Brad. Quito el teléfono de mi oreja y lo guardo en el bolsillo de mi jean, al caminar mis piernas no dejan de temblar, con pasos débiles bajo las escalera y salgo de mi casa, ya que mi madre no está en la casa debo irme a pie a la plaza, trago saliva intentando calmarme, pero no puedo, el mal presentimiento que tengo dentro de mi es demasiado grande como para estar calmada.

Al cruzar la calle que esta frente a la plaza un auto pasa muy cerca de mí y no me importa en lo absoluto lo que me está gritando el chofer, solo quiero llegar a la plaza para asegurarme de que Sarah está bien y que mi presentimiento solo es eso, un estúpido presentimiento.

Al llegar a la plaza busco con la mirada a Sarah y la veo sentada en una de las bancas, sus hombro están caídos y su mirada está puesta en el suelo. Mi corazón comienza a bombear sangre con demasiada intensidad, lentamente camino hasta su altura.

─ ¿Estas bien? ─cuestiono con un hilo de voz. Ella levanta su rostro, clavando sus ojos en los míos, su nariz esta roja en sus ojos se nota que ha estado llorando.

─Quiero que me digas que lo que él me ha dicho es mentira ─sus ojos se cristalizan ─por favor dime que todo eso es una mentira.

Me quedo paralizada por un momento ─ ¿De...De que hablas? ─pregunto titubeando, sabiendo perfectamente de lo que me está hablando.

Sarah quita su mirada de mi ─ ¿Por qué no me contaste lo que estaba sucediendo con Brad? ¿Por qué no me dijiste que lo conocías? ─sus pregunta hacen que me siente de golpe ya que mis piernas me fallan. Aunque sabía que en algún momento esto sucedería, no estaba preparada para escuchar esas preguntas de parte de ella. Me quedo en silencio sentada junto a ella ─ ¡Emily quiero que me cuentes absolutamente todo! ─exclama, su voz está llena de rabia.



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En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

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