Mi corazón está latiendo a mil por hora, puedo sentir como mis manos comienzan a sudar mientras muevo mi pie con desesperación, estoy sentada esperando que salga el chico del cual me enamoré hace tres años atrás, hoy por fin volveré a ver el gris de sus ojos y su muy bella sonrisa. Desde que me fui a Australia no hice más que esperar este día, gracias a Brad hoy soy una excelente veterinaria, gracias a él pude pagar la carrera que mi madre nunca habría aprobado que estudiara, pero gracias a él lo logre. Esta sala está llena de personas muy importante para la industria empresarial, hay periodista, administradores, contadores, diseñadores bueno hay de todo tipo de profesionales que busques ya que Brad se ha convertido en uno de los hombres más adinerado de la ciudad y viaje solo para poder verlo para poder volver a escuchar su voz.
Un hombre muy bien vestido camina hasta el micrófono donde Brad dará una pequeñas palabras explicando un poco todo lo relacionado con su exitosa empresa, me siento tan feliz de que haya logrado todas las metas que me conto mientras mi cabeza estaba en su pecho.
─Buenas tardes a todos ─dice él hombre con emoción viajando su mirada por todos los que estamos en la sala. Todos se comienzan a acomodar en sus sillas para poder poner su atención en el hombre. Yo he elegido uno de los últimos puestos para solo escuchar lo que tiene que decir Mi Querida Bestia, no quiero que por mi culpa arruine su discurso. ─Bueno llego la hora de recibir al empresario que logro lo imposible, él es un chico de veintiún años de edad y ya logro crear una empresa que se adapte a las necesidades de sus clientes, como lo están escuchando tu solo tiene que ir a su empresa y pedir lo que desees y ello los cumplirán ─él hombre acomoda su traje mirando a su lado donde creo esta Brad. Siento tanta emoción que creo que llorare ─. Bueno sin más preámbulo recibamos a Brad Truswell ─el hombre señala hacia donde está su mirada y él aparece, es él, es La Bestia.
Me acomodo en mi silla mirando como Brad con pasos pulcros llega al micrófono. Va vestido con un esmoquin y puedo notar que ya ha tatuado su cuello, sus ojos grises tiene algo diferente pero por la emoción que estoy sintiendo no le prestó atención, se ve tan precioso con su cabello perfectamente peinado. Al llegar a la par del presentado este extiende su mano y Brad solo la mira y no responde a su saludo haciendo que el presentador solo baje su mirada y se aparte de su lado. Mi Brad nunca hubiese hecho eso.
¿Qué le sucede?, me pregunto mordiendo levemente mi labio inferior
Brad viaja su mirada por la sala ─hoy vengo a hablarles un poco de mi experiencia como empresario ─él coloca su antebrazo en el pulpito que tiene delante de él, su mirada da tanto miedo que tengo que bajar mi rostro para no mirarlo ─digamos que ha sido...normal ─en sus labios se dibuja una sonrisa macabra ─, pero saben, no dejare de hacer eso. Solo quiero ser cada vez mejor ─lame su labios con su mirada perdida en la multitud que tiene enfrente ─.¿Alguno de ustedes tiene alguna pregunta? ─cuestiona, haciendo que varios de los periodistas que se encuentra en la sala levante sus manos con desesperación. Brad con determinación mira a los periodistas ─tú ─dice señalando a una hermosa chica rubia que tiene su mano en el aire.
La chica se pone de pie, parándose sobre sus altos y lujosos tacones ─gracias por haberme escogido, señor Truswell ─le sonríe con desdén y posa su mirada en una pequeña libreta que tiene en su mano ─ ¿Piensa llevar su empresa a otros países a parte de España, Francia y Estados Unidos que son los países en los cuales ya ha podido darse a conocer?
Brad mira a la chica con fastidio y quita su mirada de ella ─claro que quiero que mi empresa llegue a muchos más países ─responde con ironía ─ ¿Otra pregunta? ─esta vez más periodistas alzan sus manos esperando ser elegidos por el frio Brad que estoy viendo en este momento.
Esta vez él señala a un hombre de gafas y este se pone de pie con rapidez ─háblenos un poco de su vida amorosa, señor Truswell ¿Este año si piensa casarse? ─él hombre arregla sus gafas y con una libreta y un lapicero espera la respuesta de Brad.
Brad se ríe y niega con su cabeza ─mi vida amorosa ha sido muy turbia y casi no hablo de eso ─él se acomoda en el podio ─pero por fin he logrado encontrar a alguien que ha hecho que eso cambie y es por eso que hoy quiero presentarles a mi prometida ─con su mano señala el sitio del que él salió y una hermosa chica vestida con un espectacular vestido color vino se acerca a él y toma su mano, entrelazándolas ─ella es Victoria Clare y pronto será mi esposa.
No puede ser cierto lo que estoy escuchando y lo que estoy viendo. No puede ser.