Mi querido alfa

Capítulo 23

fin del maratón 

Ana

No es nada bueno, que después de haber pasado la noche fuera de mi casa y luego aparecer sucia de tierra y oliendo a extinción, mi padre, el hombre que me dio la vida.

Haga una invitación con precisamente la persona con la que desaparecí por horas.

Meri mi mejor amiga siempre ha estado para mí y creo que este momento también lo estará, espero que esté disponible y no con Joel, no pensé en él. Puede ayudar a Enzo si mi padre le quiere dar una paliza, aunque supongo que no, pues dos alfas peleando hace temblar la tierra y ellos dos son alfa con altos rangos.

* Meri, Joel está contigo.* abro conexión.

* Si él está aquí, que pasa.*pregunta.

* Dile, que vaya a la casa de la manada y no deje a Enzo solo.* le pido con urgencia.

* ya salió para allá, que pasa Ana.* susurra.

* Vamos al parque, allí te explico, te veo en un rato.*

* ¡ok!.* es lo único que dice.

Termino mi ducha rápida, pongo un conjunto deportivo el cual marca mis curvas.

Me despido de mi madre, ella también se dirigía a la cafetería del centro a hablar con algunas lobas de asuntos de la manada.

La relación con mis hermanas fue un poco difícil, ellas me cuadriplican en edad y la comunicación era mala.

En cambio, con mis amigos, es diferente, siempre ha cuidado de mí, me ha apoyado, ahora confió totalmente en ellos, cosa que no pasa con más lobos.

Meri salud levantando su mano y nos damos un abrazo.

— Me contó un pajarito, que tú y Enzo se perdieron en el bosque.— grita Meri.

— No, nos perdimos, solo dimos un paseo.—

— Solo un paseo, Joel y yo ya dimos el siguiente paso.— balbucea Meri.

Mi cara es de sorpresa, Meri ya no es virgen, siempre dijo que iba a esperar a su mate y por fin lo pudo hacer.

— Me alegro por ti, dime, ¿cómo te sientes?— le pregunto.

— Bien, solamente es que no sé cómo explicarte.— pone sus caras en sus manos.

— No lo hagas, es tu vida privada.—

— fue tan especial, tengo un poco de dolor y tuve una hemorragia, pero del todo bien.— sus mejillas son de color rojo.

— Es algo normal, debes consultar con la ginecóloga.— le comento.

— Me voy el domingo, me iré con él.—me suelta de golpe.

Mi mundo da un giro de ciento ochenta grados. No puedo ser una egoísta y pedirle que se quede, aun sabiendo que la voy a estañar con toda mi alma, en mi mejor amiga, pero él es su mate y puedo entenderla, alejarse de él sería una tortura para ella y su loba.

— Te deseo lo mejor del mundo para él y para ti, quiero sonríenos.— le guiño un ojo.

— No, aún no quiero, primero son los hijos del alfa, beta y luego los del delta, o sea, soy la última.— ella está muy segura de eso.

— Ojalá no te equivoques.— me rio en mis adentros.

Recuerdan en la coronación de Enzo como alfa real milenario y la misteriosa mujer que resulto sé la diosa luna, ella nos dio poderes y ese es de ver  el futuro, pero no todo y en ese aparece Meri feliz por su de embarazo en una visita que di a la manada milenaria.

Si se lo menciono enloquecerá, mejor me lo guardo para mí.

* No seas mala.* fanfarronea mi loba.

* Se lo digo y mata al pobre de Joel, no puedo intervenir en el futuro.* le recuerdo la advertencia de la diosa luna.

— Tengo hambre y nuestros lobos debieron llegar de su recorrido.— hace pucheros.

— ok vamos.— nos paramos de las sillas y caminamos buscando donde comer.

[...]

Hoy después de medio día se hará la tradición Schwingen, en este se enfrentan dos lobos y están en medio de un círculo. Si aquí estamos con nuestras parejas esperando su turno, en la manada ya saben que Enzo es mi pareja, más no saben quién es y no sé si lo daremos a saber.

Es el turno de Enzo y un centinela de mi manada, Enzo lleva unos pantalones cortos, entran al círculo rojo.

El beta Antuan da la orden iniciar. Entre tirones y otros agarres, Enzo intenta poner de espaldas al otro lobo el suelo y lo logra en varias ocasiones, el centinela no lo hizo nada mal, en varias ocasiones lo derribo.

* Nosotras tuvimos que ver mucho en ello.* gruñe mi loba.

Si en varias ocasiones le hice ojitos y él se distrajo y el centinela aprovecho y lo puso de espalda en la arena.

Las conversas de mis amigos y familia fue agradable, los lobos participaron en más juegos, en ocasiones mi alfa se dejaba ganar o le ganaban, algo de culpa tengo si, pero quien se resiste a coquetearle a mi mate.

Al terminar el día Enzo pidió una reunión con mis padres, su beta y mis los míos, allí estábamos esperando a Enzo, a que apareciera. En unos minutos más, él hace su aparición.

— Buenas noches.— saluda se acerca a mí. Me da un beso y toma asiento a mi lado.

— La reunión es para informar sobre la situación de las viviendas de los miembros que se unirán a nuestra manada milenaria.— comenta Joel.

— Si hace dos días nos informaste la situación.— habla Antuan.

— Ya todo está terminado y listo para ser ocupadas— Joel sonríe, mi alfa toma mi mano y la enreda con sus dedos.

En la sala todo se emociona— no resucitan llevar nada, las casas están equipadas con todo, solas cosas personales.

— Habla por segunda vez mi alfa. No tendré que esperar cuatro mese más, él y yo estaremos muy pronto juntos, lo abrazo fuerte.

— Mon précieux.(preciosa mía)— me susurra, el muy idiota sabe que no sé francés.

— mein lieber Alpha (mi querido alfa).— toma para que lleves.

— Ich liebe dich auch, Mond(yo también te quiero, luna)— me contexta con su cara seria.

* habla, alemán correctamente.* gruñe Asly.

* No me convence.*

— Sorprendida, Ana, tengo seis mil años, salí de la universidad hace muchos siglos y soy joven, aprendí muchos idiomas y viaje a ellos a buscarte.— me susurra al oído.

— ¿Cuánto tiempo creen que estarán listos?.— pregunta Joel.

— un mes o mes y medio.— responde Antuan.




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