Emily, con una expresión amigable y curiosa, esperó la respuesta de Servant mientras escuchaba atentamente. El niño, tomándose un momento para considerar su respuesta, finalmente habló.
"¿Mi color favorito? Supongo... negro."
Servant se sintió extraño al revelar su color favorito, ya que generalmente mantenía sus pensamientos y preferencias para sí mismo. La idea de compartir esto con alguien, especialmente con su nueva amiga Emily, le pareció inusual pero liberadora.
Los ojos de Emily brillaron con interés al escuchar su respuesta. La curiosidad en sus ojos mostraba que quería conocer más sobre él y aprender lo que le gustaba. La pregunta de Servant sobre el color favorito de Emily había generado un pequeño vínculo entre ellos, una conversación aparentemente simple que estaba fortaleciendo su amistad.
Emily se rió con alegría ante la respuesta de Servant y continuó la conversación, revelando sus colores favoritos.
"jaja podría adivinar tu respuesta. El mío es verde, pero me gusta usar ropa de color rosa o violeta."
Las palabras de Emily hicieron que Servant se sintiera aún más intrigado por su personalidad. Su elección de colores era sorprendente y añadía más capas a su misterio. "Eso es bastante inusual. No me esperaba eso", murmuró Servant con un tono de diversión en su voz.
La pregunta de Servant sobre el motivo detrás de los colores favoritos de Emily demostraba su curiosidad genuina y su deseo de conocerla mejor. Quería entender lo que la hacía tan única y especial en su amistad creciente.
Emily compartió su profundo aprecio por el color verde, describiendo cómo le daba una sensación de paz, comparándolo con el pasto y los árboles. Cerró los ojos por un momento, perdida en su imaginación del bosque.
Servant quedó impresionado por la forma en que Emily podía conectarse tan profundamente con la naturaleza y sentir esa paz. La admiraba por su habilidad para encontrar belleza y tranquilidad en las cosas simples. Su voz, suave y llena de asombro, resonó mientras hablaba con Emily.
"¿Puedes cerrar los ojos e imaginar el bosque?" preguntó. Servant estaba intrigado por su capacidad para sumergirse en su imaginación de esa manera.
Sin embargo, cuando llegó el turno de Servant de hablar sobre su propia experiencia al cerrar los ojos, reveló un lado diferente de su personalidad. "Soy todo lo contrario", se rió entre dientes. "Cuando cierro los ojos, no pienso en nada." Su respuesta mostraba una perspectiva diferente y tal vez un indicio de las luchas internas que enfrentaba.
Emily compartió su perspectiva sobre la paz de no pensar en nada, “Si no piensas en nada.. ¡Es bueno! a veces los pensamientos pueden invadirte tanto que si cierras los ojos y no piensas en nada, en realidad es paz, ¿no?” y Servant la escuchó con atención. Sus palabras le hicieron reflexionar sobre su propia experiencia. Mientras consideraba lo que Emily decía, pensó en la posibilidad de encontrar un refugio de paz en su mente, algo que hasta entonces no había considerado.
"Supongo que tienes razón", respondió con sinceridad, apreciando la perspectiva de Emily sobre la paz. Aunque su respuesta no fue particularmente efusiva, sus palabras revelaron un atisbo de apertura a la idea de encontrar tranquilidad.
Inspirado por la conversación, Servant cerró los ojos, dispuesto a explorar la posibilidad de encontrar un lugar de paz en su mente. Se imaginó en un lugar pacífico, donde el sol brillaba suavemente y la brisa tocaba su piel, siguiendo la imagen que Emily había pintado. A través de este ejercicio mental, comenzó a explorar nuevas formas de encontrar consuelo y serenidad en su vida.
Emily compartió un momento de tranquilidad con Servant mientras ambos imaginaban un lugar sereno y hermoso. La niña expresó su disfrute por la imaginación, donde podían crear un mundo donde la paz, la respiración tranquila y la cálida caricia del sol los rodeaban. Su voz suave y sus palabras evocaron una sensación de bienestar en Servant, quien estaba experimentando un momento inusual de alegría y tranquilidad.
Para Servant, esos minutos compartidos en un lugar imaginario fueron un regalo especial. Fueron uno de los mejores momentos que había vivido en mucho tiempo, y le recordaron la posibilidad de encontrar belleza y paz en la compañía y la imaginación.
La mirada de Servant se posó en Emily, y ella le devolvió la mirada con una suave sonrisa. A través de su conversación y la experiencia de imaginar juntos, Emily le había mostrado una nueva perspectiva de la vida, una en la que la imaginación y la compañía podían ofrecer momentos de paz y belleza. A pesar de saber que lo que imaginaban no era real, sentían una extraña sensación de conexión con esa realidad ficticia.
La expresión de agradecimiento de Emily conmovió a Servant, quien sintió que había encontrado un rincón de paz en la compañía del chico. Nunca antes había experimentado una sensación de paz tan rápidamente, y se sintió agradecida por ese momento especial.
Las mejillas de Servant se sonrojaron aún más cuando Emily le agradeció por brindarle paz tan rápidamente. Esta muestra de gratitud generó en él una sensación de confort, y por primera vez, sintió que Emily no lo veía como un solitario o un paria, sino como un amigo genuino.
"No, gracias... gracias," susurró Servant, mientras su voz resonaba con sinceridad. Una extraña pero agradable sensación se apoderó de su pecho, como si finalmente estuviera encontrando a alguien en quien confiar por completo.
"¿Cómo... cómo es posible que nos hayamos conectado tan rápidamente? Aún no confío del todo en mí mismo, y sin embargo... siento una gran paz a tu lado..."
Las palabras emocionadas de Emily llenaron el aire, y ella se giró hacia Servant como si estuviera a punto de compartir un cuento fascinante.
"¿Conoces el destino?", preguntó con un brillo en los ojos. "Tal vez estamos destinados a ser amigos, o quizás nos conocimos en otra vida."