9. Vínculos de Amistad y Fortaleza

"Oh, sí," Emily respondió con una sonrisa, su interés genuino en la vida de Servant brillando en sus ojos. "Y tus padres, ¿cómo son?" Quería saber si al menos la familia de su amigo encontraba la felicidad.

Servant titubeó durante unos momentos antes de decidirse a compartir la verdad. "Mi padre... puede ser muy estricto a veces," comenzó a relatar, sus palabras cargadas de una pesada verdad que llevaba dentro. "No lo veo mucho debido a su trabajo, pero cuando está en casa, puede ser... violento conmigo."

A pesar de la tristeza que inundaba su mirada al hablar de la ira y el abuso de su padre, parecía haberse adaptado a esta realidad con el tiempo. La conversación entre ellos se había vuelto más profunda, y Servant compartía un aspecto doloroso de su vida, permitiendo que Emily conociera su lucha y su fuerza para enfrentar esos desafíos familiares.

Emily esbozó una sonrisa triste al escuchar la confesión de Servant sobre su padre, “el mío también…” murmuro, sintiendo una inmediata conexión con su amigo. La comprensión mutua entre ellos parecía formar un lazo indestructible, y Emily ansiaba expresar su apoyo de alguna manera.

Servant, conmovido por la empatía de Emily, se detuvo por un momento, sus mejillas cálidas ante la sorpresa de que alguien finalmente comprendiera su situación. Abrió sus brazos en un gesto de amistad, invitando a Emily a abrazarlo si así lo deseaba. No había lugar para la incomodidad, ya que consideraba a Emily como una amiga cercana.

Mientras la miraba con su habitual sonrisa amable, se dio cuenta de que quizás Emily era la única persona que había llegado a entender completamente su experiencia. En ese abrazo, sus almas se entrelazaron, forjando un vínculo especial que fortalecía su amistad. En ese momento, la carga de sus problemas familiares se alivió, compartida entre dos amigos que se apoyaban mutuamente en su viaje a través de la vida.

Emily se aferró con fuerza a Servant, sus lágrimas brotando y empapando su hombro. "Perdón, Servant, perdón por llorar," susurró entre sollozos, como si temiera haber sido débil al mostrar sus emociones.

Pero Servant, en su abrazo cálido y comprensivo, no tenía miedo de las lágrimas de Emily ni de sus emociones. La dejó llorar sobre su hombro todo el tiempo que necesitara, entendiendo que desahogar sus sentimientos era una parte crucial de su sanación.

Sus sollozos no eran una carga ni una molestia para él; en cambio, eran un puente que fortalecía su amistad. Durante mucho tiempo, había buscado a alguien dispuesto a compartir sus emociones y lágrimas, y Emily era esa persona especial que le había mostrado el verdadero significado de la amistad. Servant apreciaba este lazo más que cualquier otra cosa, y estaba agradecido por la oportunidad de ser el apoyo que Emily necesitaba en ese momento.

"Está bien, Emi," murmuró Servant con comprensión y ternura en su voz. Colocó una mano suave en su espalda y mantuvo su sonrisa, irradiando consuelo y apoyo.

Emily comenzó a llorar más lentamente, abrazándolo con mayor suavidad mientras compartía sus emociones. "Muchas gracias, Servant," dijo entre sollozos. "Solo... quiero ser una persona fuerte..."

Las lágrimas en los ojos de Servant reflejaban su profundo respeto y admiración por la fortaleza de Emily.

"Las lágrimas muestran fuerza, Emi," respondió Servant con admiración mientras sostenía la mirada de su amiga. La imagen que tenía de ella se había transformado, descubriendo una sensibilidad profunda que la hacía aún más excepcional de lo que había imaginado.

Emily no parecía asustada ni avergonzada por sus lágrimas, y en los ojos de Servant, eso la hacía aún más especial. ¿Por qué debería avergonzarse de mostrar sus emociones y vulnerabilidad?

"Llorar no te debilita. Simplemente demuestra que eres humano."

El chico le regaló una cálida sonrisa antes de darle una pequeña palmada reconfortante en la espalda de Emily. "No tengas miedo de llorar. Es natural."

En ese momento, sus corazones se entrelazaron aún más, fortaleciendo su amistad y creando un espacio seguro donde podían ser ellos mismos sin miedo al juicio.

Emily soltó a Servant gentilmente, permitiéndole recuperar su libertad mientras ella misma limpiaba las lágrimas. "Sí," admitió con una risa, "ya sé que es natural." Su risa se mezcló con las lágrimas, revelando un breve momento de vulnerabilidad. Emily estaba experimentando la incomodidad de mostrar su debilidad ante Servant, temiendo que sus lágrimas pudieran entristecerlo. Su deseo de hacerlo feliz la hacía sentirse avergonzada por haber compartido sus emociones de una manera que podría perturbarlo.

"Perdón, Servant... no quiero ponerte triste o algo por el estilo," dijo, esforzándose por mantener una expresión más madura y seria. Su afán por ser fuerte y no ser una carga para él mostraba su profundo respeto y preocupación por su amigo, así como su deseo de mantener una relación armoniosa y equitativa.

"Emily..." Servant pronunció su nombre con suavidad, deteniéndose para observar cómo ella se enjugaba las lágrimas y trataba de disimular su necesidad de apoyo. Emily deseaba que él no se preocupara por su vulnerabilidad, pero era ella quien en ese momento anhelaba su ayuda.

"Emily, no tengas miedo de esto. No estoy preocupado," le aseguró con sinceridad.

Suspiró, reconociendo el intento de Emily por ponerse seria y madura. "Sé que has tratado de ser fuerte, pero está bien mostrar tus sentimientos. Créeme." Servant reafirmó su apoyo, instándola a abrazar sus emociones sin temor al juicio o la preocupación de su amigo. En ese momento, él estaba decidido a ser el amigo en el que Emily podía confiar plenamente y mostrarse tal como era, sin miedo al rechazo.

"Si... ya sé," Emily respondió con una mirada evitante, intentando no hacer contacto visual.

"Emi," el chico habló con amabilidad, esforzándose por no parecer enojado ni preocupado por su amiga. "¿Crees que... no me gusta ser útil? Porque sí, mucho. Así que por favor no... trates de ocultar tus lágrimas, ¿vale? Déjame cuidar de ti a veces."