Mi nombre es Amara, estoy muy emocionada por qué hoy es mi primer día en noveno grado, estoy en el instituto Wesleyan Hills, estaba tan nerviosa, nuevos profesores, nuevas materias en fin tantas cosas qué marcaban el comienzo de una nueva etapa en mi vida.
Esperaba qué me tocara en el mismo salón qué mi mejor amiga, ella se llama Amy, es una chica muy seria, aún así me encanta estar con ella, tocó la campana y eso significa qué era la hora de iniciar las clases, llegué al salón y afortunadamente estaba Amy , sentada, en una esquina recargada a la ventana, me alegré mucho cuándo la vi, corrí para abrazarla, me senté junto a ella y le pregunté cómo le había ido en sus vacaciones de verano. Llegó él maestro y rápidamente todo se puso en orden, se presentó y nos dijo qué podíamos tomar asiento, en eso se escucha qué tocan la puerta, con ello una voz qué dice -Buenos días, se me ha hecho un poco tarde, ¿Puedo pasar?- , sentí un escalofrío en todo el cuerpo, esa voz me sonaba muy familiar, al voltear, lo ví , parado, mirándome fijamente, me empezaron a sudar las manos, sabía qué esto no era algo normal y traté de mantener la calma, Amy volteó se acercó y me susurró al oído, - Ese chico, ¿Es Jackson?- , la miré , no le pude contestar, no me salían las palabras, estaba tan nerviosa de volver a verlo después de muchos años.
No terminaba de explicarme por qué estaba así, por qué me sentía tan nerviosa , se preguntarán, ¿Quién es Jackson?, Jackson es hijo de una amiga de mi mamá, cuándo éramos niños me la pasaba en su casa, incluso llegué a vivir un tiempo con él, pasaron los años, fuimos creciendo y al mismo tiempo nos fuimos alejando poco a poco, hasta qué llegó a un punto dónde no nos dirigíamos la palabra, tenía 3 años qué no lo veía, es cómo si el destino nos esté llevando por el mismo camino.
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