Capítulo 7

Durante unos segundos rozamos nuestras bocas. Siento como si el mundo frenara en este instante. Dos personas libres sin etiquetas como la primera vez que nos conocimos. Su fragancia me invade todos los sentidos. Por unos segundos cierro los ojos cuando su mano me acaricia el rostro. Con tan solo el tacto de nuestras bocas y su mano mi corazón parece que va a salir de mí para gritar al mundo entero.

Un golpe en la puerta invade nuestro íntimo momento. Y en tan solo unos segundos volvemos a ser el profesor y la alumna. Nos apartamos y yo sigo recogiendo mis cosas.

-Adelante-dice serio. Al momento alguien entra.

-Hola Hunter,¿Podríamos hablar?-dice una de las profesoras de otro año.

-Si, por supuesto. Un momento-La hace una señal con la mano y noto como su mirada se centra en mi-Señorita Elle-hace una pausa hasta que le miro y nuestras miradas vuelven a coincidir- Espero que haya servido de algo nuestra charla y puedas seguir de forma satisfactoria mi asignatura.-simplemente asiento y veo como él y la profesora salen del aula. Intento tomar tanto aire como me es posible y al instante me acaricio los labios recordando lo que iba a pasar hace tan solo unos minutos.

***

Tras la conversación con mamá no he podido sacármelo de la cabeza. Me siento tan dolida, tantos años haciéndome una gran coraza y siento que no ha servido de nada. Llego a casa y me meto directamente en la cama, no pienso salir de ella en todo el finde semana. Es difícil llegar a entender que no puedas perdonar a tu padre. Pero en estos años he tenido bastantes momentos en los que me hacía falta un papá. En mis graduaciones, cuando un chico me rompió el corazón, la primera vez que monté en bici, cuando me caí y me hice un esguince, cuando simplemente necesitaba a un héroe como padre en mi vida. He soñado tantos años con que volviera a casa con mamá y conmigo. Tras llorar un buen rato caigo en los brazos de Morfeo.

Una caricia en el rostro y una voz suave diciendo mi nombre hace que abra un poco los ojos. Abby se encuentra sentada en la cama mirándome con cierta tristeza.

-¿Ya me vas a contar que sucede?-dice preocupada.

-No te preocupes, Abby, déjame dormir-me doy la vuelta.

-Pensaba que era tu mejor amiga y podías confiar en mi-noto esto último en un tono bastante desgarrador en Abby. No dudo en volver a mirarla y la miro con los ojos llorosos.

-Mi padre quiere verme-noto que los labios me tiemblan y las lagrimas están apunto de salir. Sin dudarlo Abby me vuelve en sus brazos y yo rompo a llorar. Ella más que nadie sabe que he sufrido mucho por todo esto.

***

-Vamos a salir-dice Abby en tono serio.

-No tengo ganas de verdad-digo asqueada.

-Me da igual, necesitas salir y despejarte. Ya hablé con las chicas y vamos a salir-me levanta del sofá y me arrastra con ella a mi habitación.

Tras prepararnos juntas, mi humor ha mejorado. La verdad es que tengo a la mejor amiga a mi lado. Me he puesto una falda blanca que se ajusta a mis caderas y una camiseta de color rojo vivo.Debido a la insistencia de Abby me he puesto unos zapatos de tacón negros ni muy altos ni muy bajos. Por lo demás Abby me ha maquillado bastante explosiva y mi pelo está suelto con unas ondulaciones bastante trabajadas. Abby es genial peinando, creo que si no fuera porque su sueño era ser criminóloga podría haber sido una muy buena peluquera.

Madison y Olivia nos han pasado a recoger con el coche. Es un Fiat 500 descapotable. Paseamos por las calles bañándonos en sus luces y cierta libertad me llena. No pienso en casa quiero olvidarme de todo esta noche.

Aparcamos justo en el pub. Cuando entramos está a reventar de gente, como podemos nos hacemos un hueco en la barra para pedir. Conseguimos pedir después de un rato y nos disponemos a ir a bailar. Bailamos como que no hubiera mañana.

Unos chicos se acercan a nosotras y parece que Olivia y un chico alto con los ojos bastante llamativos tienen bastante feeling. El otro chico que venía con él se acerca a nosotras, se me hace bastante conocido, pero por más que intento recordar no lo recuerdo. No es tan atractivo como su amigo, pero tiene su cosa. Es un poco más bajo que el otro, el pelo no le lleva tan peinado, es más diría que le tiene bastante alborotado, pero tiene una mirada bastante dulce y eso parece ganar bastantes puntos. Ya que Abby decide bailar con él.

Al salir del pub, los dos chicos, Brandon y Ethan nos invitan a ir a una casa donde ahora hay una fiesta. Aceptamos sin duda ya que no estamos en ese momento en el que queramos volver a casa.

Tras llegar a esa casa nuestra cara es de entusiasmo. La música está bastante alta, hay mucha gente fuera bailando y bebiendo. Olivia se agarra a Brandon. Yo apostaba que pasara algo entre ellos. En cambio Abby mantiene un poco la distancia con Ethan. Conociendo a Abby prefiere ir despacio para no ilusionarse muy rápido.

Al entrar la casa es bastante grande, tiene un enorme salón que ahora está lleno de personas. En una esquina está el dj haciendo que todas estas personas se mueran por moverse al ritmo de su música. Una enorme barra llena de bebidas. Creo que todo lo que se te ocurra beber esta aquí. Nos ponemos para beber y salimos al enorme jardín donde hay todavía más gente. Una piscina justo en el medio de este en el que hay gente bañándose y otros alrededor de esta comiéndose a besos. Creo que es la mayor fiesta que he visto nunca.

Tras tomarnos varios cubatas, el calor asoma en exceso. Abby y yo decidimos cometer una locura y nos quitamos toda la ropa quedándonos con la ropa interior. Nos miramos como que fuéramos a cometer un crimen. Y a los pocos minutos estamos lanzándonos a la piscina. El sentimiento de alivio y el agua envolviéndonos había merecido la pena. Olivia y Madison reían sin podérselo creer. Y es que cuando Abby y yo nos juntábamos pasaban estas cosas. Por eso nos entendíamos tan bien. Nos abrazamos en el agua y disfrutamos del momento. Sin duda no podría haberme quedado en casa, y todo eso se lo debo a esta chica que tengo enfrente de mi.