Despierto por sentirme asfixiada y lo primero que veo es a mi jefe, mi guapísimo jefe que parece un dios griego abrazado a mi
Su brazo en mi cintura hace presión y eso es lo que me asficcia.
Bajo la mirada y me voy con las piernas entrelazadas a las de el,
¿Cómo llegamos a esto?
Me voy saliendo de su agarre lento para que no despierte, me parece muy vergonzoso que me vea de esta manera aferrada a él., al salir me voy al baño
Por un momento la situación en la que estaba me hizo olvidar, pero aquí sola en el baño recuerdo porque estoy aquí y porque me duele tanto el pecho
Mis niños
Las lágrimas empiezan a rodar, se mezclan con el agua pero mi dolor no se va
Cuando por fin logro calmarme me veo al espejo y tengo los ojos muy hinchados me lavo la cara de nuevo y lavo mis dientes.
Tonta, tonta tonta,
Olvide traer un cambio de ropa… Pegó la oreja para oír algo del cuarto pero no sé oye nada, así que decido abrir, efectivamente no hay nadie, voy a mi bolsito donde solo traje dos cambios de ropa, saxo todo y lo acomodo sobre la cama.
¿Saben que tiene mucha mala suerte ?
Yo,
¡ maldición. !
Me quito la toalla y entra Samuel jefe.
Lo siento- dice dándose la vuelta y saliendo, estoy roja como un tomate y no puedo con la vergüenza nuevamente., me visto rápidamente y al salir él está en la puerta
Yo… he…quería…. Lo siento …olvide los zapatos
Está bien- digo sin saber donde ocultar mi cabeza
Ven conmigo - me lleva hasta el comedor donde hay comida para un batallón - tienes dos días sin probar bocado así que de aquí no te mueves hasta comer.