Mi realidad deseada

Capítulo 6

Capítulo 6

"Escuadrón suicida"

Mi cabeza no paraba de dar vueltas con la información que había recibido dentro de esa habitación, cerré la habitación dejando a Eduardo solo. Afuera me estaban esperando Lizzie, Arlie, Madeline, John y Sheldon, a este último no lo había visto desde que llegué.

—¡Hola Aivis! —Saludó calurosamente Sheldon, mientras usaba su poder de velocidad para llegar hasta mí y abrazarme.

Sheldon era un vampiro, gracias a él Madeline había llegado a este mundo, Sheldon fue atacado por un grupo de vampiros y vivió para contarlo, tratando de buscar respuestas se toparon con los recolectores. De aquí descubrieron que Maddy era uno de ellos, desembocando toda la historia.

—¡Hola, amigo!, te extrañe yo también.  —Dije abrazándolo, estaba helado lo que hizo que mi piel se pusiera chinita.

Nos separamos, me sentía incomoda estando con ellos; La adrenalina después de esa pelea con los demonios por fin se había ido, lo cual me posicionaba en la realidad en donde les había mentido a estas personas.

—Creo que tenemos mucho de lo cual hablar. —Esto lo decía mientras jugaba con mis manos.

—Tienes razón, pero aquí no, lo mejor es que vayamos a nuestra habitación, sirve que curó a John. —Madeline lo dijo mientras observaba que nadie más escuchará.

Todos la seguimos por los pasillos hasta que llegamos a una habitación con dos literas, los colchones que tenían estaban demasiados delgados, además de que les cubría una manta blanca.

Me senté en la cama de abajo, era demasiado incomoda ya que apenas tuve contacto con ella, pude sentir los resortes, John se sentó en frente de mí junto con Sheldon, Madeline traía el botiquín de primeros auxilios para comenzar a curarlo, mientras que junto a mi Lizzie y Arlie se sentaban.

—De acuerdo, mi nombre no es Aivis Ramírez, soy Alyssa Micare Gamboa Reyna, soy una chica mexicana de una pequeña ciudad. En mi realidad no existe la magia, ni los demonios… No les puedo decir de donde provienen, pero era su fan… —Al mencionar esto último me puse roja. — Decidí venir aquí para divertirme y conocerlos, pero no pensé que fuera a pasar todo esto… No recuerdo ni siquiera que fue lo que hice, pero hablo en serio cuando les digo que les ayudaré a solucionarlo, solo que tengo el tiempo limitado, tal vez cinco días máximo, antes de que tenga que volver a mi realidad.

Esperaba que esto fuera la última vez que lo mencionará, no me gustaba andar repitiendo todo el tiempo la misma historia, además que sonaba patético cada vez que lo decía.

Jamás había estado tanto tiempo en mi realidad deseada, lo máximo que había estado era dos días, pero nunca quise pasar más tiempo aquí porque tenía miedo de apegarme a las personas que conocía aquí, así que trataba de que fuera un día lo que estuviera aquí.

—Dicho esto, ¿Arlie que pasó con Minos? —Pregunté.

 Arlie se puso tensó a mi lado, sabía que no era fácil para él, pero no entendía nada de lo que estaba pasando, ¿Por qué lo querrían?, ¿Cómo es que lo secuestraron?, estas dudas estaban en mi cabeza.

John soltó un quejido mientras Maddie le desinfectaba la herida de la ceja, verlos de esa manera me dolía, me hubiese gustado ser yo la que lo curará.

—Estaba Minos afuera poniendo protección en la entrada del refugio para que ningún demonio pasara y matara a todos, yo estaba ocupado adentro ayudando a las personas, se escucharon ruidos estruendosos afuera, salí a ver si todo estaba bien, cuando unos demonios se estaban llevando a Minos, al parecer él luchó, pero lo durmieron… —Hizo una pausa mordiéndose el labio para no llorar. — Lancé un par de flechas, pero fallé, todo es mi culpa… Debí hacer más.

Él comenzó a llorar, lo abracé tratando de consolarlo, era testigo del gran amor que se tenían y el que lo secuestrarán sé que lo estaba matando, no sabía si Minos estaba muerto, siendo torturado o algo por el estilo.

—Eso no es todo. —Dijo Lizzie. — Todos los subterráneos al ver eso huyeron, fue una locura los brujos hicieron portales para los vampiros y hombres lobo, nadie sabe a dónde fueron.

Voltee a ver a Sheldon, él era un vampiro, se supone que se tenía que ir con su gente, los vampiros eran muy unidos, juraban lealtad al rey de los vampiros y tenían que hacer todo lo que él dijera.

—Yo no fui, sabes que, aunque sea un vampiro, jamás les juraría lealtad. —Dijo con asco.

—Tranquilo, jamás te juzgaría. —Mencione sonriéndole. —Aunque creo que para que todos huyeran es porque la situación es mala.

Madeline que por fin había terminado de curarlo asintió con la cabeza al mismo tiempo en que se sentaba junto a John, se pasó las manos por su melena rojiza analizando cuales palabras decir para no hacerme sentir mal.

—Las cosas están peor de lo que piensas, lo bueno es que llegaste de día, porque de noche las cosas se ponen fatales. Son demasiados, —Hizo una pequeña pausa. — jamás había visto tantos, ni siquiera cuando viajamos a la dimensión demoniaca.

Ellos durante uno de los libros habían ido a la dimensión demoniaca para detener al padre malvado de Maddie y fue donde lo mató. Ese fue el final del libro.



#10498 en Fantasía
#23391 en Novela romántica

En el texto hay: aventura, amor, viajar realidades

Editado: 15.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.