POV/ NARRADOR
Helena Fox (La chica del muelle)
Rafe Cameron no creía en redención. Ni en el amor. Ni en nada, en realidad. Su vida había sido un torbellino de decisiones impulsivas, violencia contenida y vacío. Hasta que la vio.
Ella no era de los Kooks, ni de los Pogues. Era simplemente… distinta. Nueva en la isla, con mirada tranquila y una cámara colgada al cuello. La vio por primera vez en el muelle, fotografiando un pelícano y riéndose sola. No supo por qué, pero se quedó mirándola como si el mundo hubiese dejado de hacer ruido por unos segundos.
Desde entonces, la buscaba sin querer. En la playa, en la cafetería, en el faro viejo. Ella parecía vivir en su propio universo, uno sin apellidos pesados ni expectativas absurdas.
Un día, por fin habló con ella.
—¿Qué le ves de interesante a esas fotos? —le preguntó, sin saber cómo empezar una conversación real.
Helena lo miró, sin miedo, sin juicio.
—Encuentro belleza en lo que nadie mira. A veces, incluso en lo roto.
Boom. Directo en el pecho...
A partir de ahí, empezó a seguirla como si fuera su brújula. Se ofrecía a llevarla en el bote, le contaba cosas que nunca había dicho en voz alta. Con ella, se sentía menos monstruo. Menos como "el hijo del diablo" y más como alguien que podía ser querido, si tan solo ella lo permitía.
Pero también estaba el miedo. Porque Rafe no sabía querer sin destruir. Tenía cicatrices que no quería mostrar. Y Helena, sin saberlo, estaba desarmándolo, pedazo a pedazo.
Una noche, bajo las estrellas, ella le preguntó:
—¿Por qué siempre me miras como si fuera un fantasma?
—Porque no creo que seas real —susurró él— Nadie me ha visto como tú lo haces.
Y ahí, en medio del caos que era su cabeza, por primera vez… Rafe Cameron se enamoró.
De verdad.
02 CHAPTER