-feliz día familia- grite entrando a la cocina.
-feliz día hija- dijo mi mama.
-serán buenos para ti- dijo mi hermano, con cara de sueño.
-feliz día mi niña- dijo con cariño mi papa.
-¿cómo amanecieron esta hermosa mañana de navidad?- les pregunte sirviéndome café.
-amanecimos bien- dijo mi mama- aunque tu hermano amaneció igual de amargado que siempre.
-es normal en el tener todas las mañanas cara de nalga- dije riendo.
-al igual que es normal en ti amanecer siempre con la risa del guasón- dijo mi hermano algo molesto por mi comentario.
-prefiero amanecer así que con cara de nalga- le saque la lengua.
-entonces no veas más mi cara de nalga- me saco el dedo grosero.
-chicos ya basta no empiecen a discutir tan temprano- dijo mi papa, algo molesto por nuestra discusión.
-está bien, ya no voy a discutir más con el tonto ese- dije.
-no ofendas a tu hermano, Karla- frunció el ceño mi mama.
-lo siento- me disculpe.
En ese momento de silencio se escuchó el timbre de la puerta, y si mi intuición no me falla creo que es mi hermosa amiga mariana.
-yo abro- me levante corriendo de la mesa, para ir a abrir la puerta.
-MI AMOR- gritamos las dos al mismo tiempo.
Nos abrazamos como si tuviéramos toda una vida sin vernos, pero así éramos nosotras demostrando nuestro amor a todo momento.
-feliz navidad- grito mariana entrando a la cocina.
-feliz navidad mariana- respondió mi mama.
-hola mariana. Feliz navidad- saludo mi papa.
-mmm que rico señora Kenia hizo las arepas como a mí me gustan- dijo mariana probando una de las deliciosas arepas que hace mi mama.
-jajaja, gracias mariana las hice rellenas como a ti te gustan.
-yomi- dijo mariana hartándose de arepa.
-oye, deja para los demás aunque sea- le dijo mi hermano.
-ay Carlos no seas amargado por favor- le dijo.
-no soy amargado- frunció el ceño mi hermano.
Muy en mi interior pienso que a mi hermano le gusta mariana, ya que siempre le busca problema y todo el tiempo discute con ella, eso lo voy a tener que averiguar.
-mariana recuerda que esta misma tarde vamos a ir al centro a comprar lo que falta- le dije.
-si no se me ha olvidado- me respondió- a que no sabes lo que se me ocurrió- dijo sonriendo.
-que se te ocurrió- dije, esperando que no sea algo loco propio de ella.
-se me ocurrió que podríamos hacer unas campanas de cartón para colgarlas por toda la casa- aplaudió emocionada.
-guao mariana me encanta tu idea- dijo mi mama.
-no están mala tu idea- dijo mi papa.
-estupendo así la casa estará hermosamente decorada para cuando llegue toda la familia- dije emocionada también por su idea.
-ok, entonces termina de desayunar rápido- me apuro- hoy tenemos demasiadas cosas por hacer.
-niñas se me olvido decirles que hoy les tenemos una hermosa sorpresa- dijo mi mama sonriendo.
-si con esta sorpresa van a quedar impactadas- dijo mi hermano sonriendo por primera vez en toda la mañana.
-mama por favor dime que esa sorpresa no es que vas a tener otro bebe- dije viéndola con miedo.
-estás loca suficiente tengo contigo y con tu hermano- dijo viéndome con los ojos abiertos- es otra cosa.
-ok, más te vale- la apunte con mi dedo acusatorio.
-tu tranquila que esta sorpresa te va a encantar- me acaricio la mejilla.
Y con esas simples palabras nos dejó con una gran intriga a mí y a mariana, pero decidimos seguir con nuestros deberes de hoy y no andar pensando en que será esa sorpresa, aunque conociendo a mariana eso va ser totalmente imposible, ya que es una persona muy impaciente.