Mi Reocorrido: Un Viaje de Emociones en Versos.

QUIZÁS

Quizás sea está parte más difícil de recordar. Ese "Hola" ese abrazo, esos momentos únicos.
Quizás aún viva para recordar cada detalle que hiciste, ese detalle que me sacó muchas sonrisas.
Cómo olvidar aquel día, que bajo lluvia cruzamos nuestras miradas y lo sellamos en un beso.

Quizás esté rara hoy, me sienta muy triste y alegre. Aún sigo despierta y es bueno. Me gusta el detalle que haces cada cinco, mes a mes.

Estar con los latidos aún; aunque no pueda sentir luego de lo sucedido. No quiero que me olviden, pero es así como tiene que ser.

Quizás recuerde mi carísimas, las caricias; pero ¿por qué no regresa? Aún no está con la hora tarde, pero no regresa. Quizás esté ocupado.

Recuerdo ese día que casi caímos en el lodo; estabas muy mareado después de tu ingreso al trabajo. Eras un niño.

¿Por qué te recuerdo y mis ojos se cristaliza? Mis manos se cierran y mi corazón se acelera.

¿Qué fue la que pasó? Te Olvidaste de mí por muy larga que sea un cumpleaños. Olvidaste que tenías a alguien esperando cada noche, que te llamaba cada rato para saber tu estado.

Quizás me comportaba mal, llegamos a odiar nuestros perfumes, y dejamos que esto se enfríe.

La comida era rara cada que llegabas del trabajo, no era raro ver mi cara muy pálida en el espejo; ya la comida no sabía igual.

¿Recuerdas esa noche que buscaba tu calor?, las sábanas hicieron el trabajo de tus brazos; nada era igual. Me esforzaba para hacer las cosas bien y sentir nuevamente tus labios.

Ese amor tuyo ¿desapareció?, no sé qué hice mal, cuando lo hice, sólo recuerdo que te amaba y eso era todo.

Quizás me esté equivocando nuevamente, quizás sea yo la rara; cómo lo decías. Pero que estúpida fuí al creer que me llevarías a esas reuniones tuyas; esas que empezaban a las once y terminaban al medio día del día siguiente.

Te esperaba siempre en la mesa, con dolores en el cuerpo y llegabas sólo a decir "buenos días". Mis brazos se cazaban para mantener limpia la casa; lo hacía rápido para estar contigo en cuanto llegarás.

Quizás sea malo recordar aquel golpe que me diste; lo siento si te fallé.
Tal vez hacía las cosas mal.
Tal vez el vestido no era el apropiado para salir contigo.
Tal vez mis ganas y mis besos no valían mucho.

Quizás esté equivocada; nuevamente. Me cansé de todo eso y ahora estoy acá, esperando que regreses, para escuchar "te amo".

La lluvia cae en este momento, los pájaros ya dejaron de cantar. No hay luz en este lugar y sólo tengo vista a un cielo gris. No puedo mirar la puerta, me entristece mucho el no verte acá. Las piernas no la siento, me duelen los brazos, dejaste muchas marcas en ella.

Quizás mi cabeza esté imaginando todo esto; lo siento tan real. Me duele cada parte de mi cuerpo, creo que no siento la pierna.

Me siento sola, desnuda, apagada. Hay un sonido extraño que escucho, pero no puedo voltear; el cielo no para de llorar, yo tampoco.

Es extraño, mi respiración es lenta, no me duele en lo más mínimo. Pero es momento de dejarte ir, ya no voy a esperar por tu regreso.

Quizás esté recuerdo duele, porque es real. Cada golpe que tengo opaca las veces que me dijiste "te amo". Me lastimaste tanto y ahora lo entiendo.
Me callé, por una caricia más.
Me tapé los golpes, para volver a sentir tus labios.
Aguanté tanto, por el futuro que soñamos juntos.

Qué estúpida soy...

El ser mujer fue tu debilidad, pero fue mi dolor el amarte, sobre todo. Es momento de partir, me duele tanto el que no regreses, pero me dolerá más cuando te vuelva a ver y seas esa misma sombra.

Un monstro hace siete años estuve viviendo conmigo, hoy me mira desde la ventana con una sonrisa. Quizás ganó está batalla, fui muy débil.

La lluvia aumenta, el sonido de la tormenta es cada vez más cerca. El latido de mi corazón es más leve, ese sonido aún se escucha, no puedo mover nada.

Quizás otros tendrían miedo, pero ya pasé por mucho, es momento de estar tranquila. Se escucha también el sonido del reloj, el monstro no sé va; se acerca y me susurra "vamos".

Entonces mis brazos pierden fuerzas, mis ojos se vuelven pesado y los cierro, un último respiro y todo se calma. Ya no habrá más gritos...




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