Que me cuesta poder entender, miro a mi alrededor y busco algo que ni yo misma puedo hacer. Compartir momentos con amigos, es cada vez más rutinario. Que un par de copas, sonrisas y una mirada inolvidable. No puedo creer el mundo que me imaginé a tu lado; creyendo en mentiras que se vuelven parte de esta vida.
Caí en el juego del treinta por ciento, no puedo dar más, cuando ya todo lo entregué. Es ilógico poder contarte, que me gustas demasiado y mirarte a los ojos, no puede ser lo mismo ahora que lo entiendo.
Pero recuerda lo que dije al principio, ni yo mismo me entiendo. Porque sé que, aunque quisiera que nuestros mundos sean uno, que tu sonrisa pueda estar cerca mío; o poder siquiera sentir tus labios carnosos... sé que también lo arruinaría, porque no estoy lista para cargar con esa preocupación, no estoy lista para llorar por problemas inútiles, para dejar de abrazar o mirar tus ojos cuando mi orgullo esté primero, no quiero quedarme a tantas horas esperando tu respuesta, no sé si el tiempo lo tendremos ambos; el vernos un rato a ninguno le va gustar. Creo que no soportaré cuando vea que tus tratos son igual para todas; que no soy alguien importante para ti. Creo que ni tu aguantarás mis juegos de niños, el tiempo con amigos. No estoy lista.
Perdón por dejarte ir sin conocerte, sin poder siquiera tocar tus labios, acariciar tu mejilla o mirarte a los ojos y poder expresar lo que siento. Créeme que, aunque estemos en tiempos diferentes, sentí, lo que llamamos, mariposas en el estómago.
#2458 en Otros
#669 en Relatos cortos
#85 en No ficción
amor, amor juvenil rencuentros de la vida, poemas cartas y un poco de tristeza
Editado: 22.02.2025