NO ME CUESTA EENTENDER, QUE DE TI ME ENAMORÉ

¿Por qué?

¿Por qué vivir de lágrimas,
si las lágrimas no me enseñaron?
¿Por qué vivir de sonrisas,
si con sonrisas no sobreviví?
¿Por qué vivir de cólera,
si en la cólera me perdí?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

La verdad es que no pude,
porque no quise.
La verdad es que me pesa recordar,
porque dejé que todo pasara.
Es la verdad, solo la verdad.

No se trata solo de querer,
ni de imaginar sin más.
No se trata de buscar sin encontrar,
no se trata de eso… y ya.

Solo búscame,
para sonreír sin tormentas.
Solo búscame,
para hablar de la vida, no del alma rota.
Solo búscame,
para jugar cartas, aunque hasta eso falle.
Solo búscame, búscame…

Y si mis promesas se cumplieron, me iré.
Si mis pasos llegaron al final, terminaré.
Si mis brazos no pueden más, me rendiré.
Si solo quedo yo… ayúdame.
Te prometo que saldré.
Saldré, saldré, saldré…

Pero mi vida fue solo una,
mi sonrisa fue eso, una sonrisa.
Mis lágrimas dejaron marcas,
y mis promesas fueron solo promesas,
porque así quise que fueran.

Mira, escucha este corazón.
Mira mis ojos cristalinos.
Mira mis pies cansados.
Mira… mira…

Si de esto aprendí,
si de esto no callé,
si de esto no lloré,
si de esto no me perdí…

Créeme que vencí.

Vencí a mi sombra,
vencí miedos y dolores inquebrantables,
vencí tormentas de lágrimas y ecos de sufrimiento.
Vencí… vencí… vencí.

Solo déjame ser yo.
Es lo que aprendí.
Y si no basta…
Miraré al cielo,
y en el reflejo de las estrellas
entenderé lo que pasó…
y lo que aún pasa.