NO FUE UN CREO… FUE UN YA NO MÁS.

No te preguntaré si me amarías en otra vida,
ni si me buscarías entre las páginas que un día te regalé.
Ya no me interesa saberlo.

Porque esto no fue un creo,
fue un ya no más.
Un cerrar la puerta sin hacer ruido,
un último respiro antes de soltar lo que me estaba consumiendo.

No necesito que entiendas por qué me fui,
ni que inventes motivos para culparme.
Tu versión siempre será distinta a la mía,
y está bien.
No vamos a coincidir en lo que dolió.

No estoy esperando que llores,
ni que vuelvas,
ni que mi nombre te tiemble en la boca.
Tu recuerdo ya no me sostiene
y mi ausencia no te detiene.

Así que lo dejo aquí,
sin dramatismos,
sin promesas rotas,
sin volver a mirar atrás.

No fue un impulso.
No fue un quizá.
Fue mi decisión más clara:

ya no más.