Observo de reojo a Ariadne que tironea de su cabello distraídamente mientras inspecciona la carpeta que lleva en su regazo con mucha atención. A veces pienso que ella podría ser detective o investigadora, realmente sabe indagar y realizar informes, además de que es muy ordenada. Luego recuerdo cuánto ama las artes y cómo brillan sus ojos ante cada nuevo proyecto. Incluso adora escuchar sobre los proyectos de los demás y cómo comienzan a escalar en el mundo de la fama.
En la radio comienza a sonar la canción que Dylan le escribió a Kate y no puedo evitar sonreír por ello. Han pasado cuatro años desde que el sueño de una banda se volvió realidad, desde que la melodía de Ariadne invadió mi cabeza con la inspiración de nuevas composiciones. Puedo decir que nos está yendo excelente. Las entradas se agotan en horas, tenemos muchas fechas y muchos países en los que somos solicitados. Las canciones parecen no querer dejar de fluir y es maravilloso. Kyle y Dylan se ven radiantes durante los conciertos. Mi parte favorita es cuando las Spice Girls van a vernos, hay algo electrizante que se siente en el ambiente cuando ellas están, incluso cuando van de sorpresa.
Como actor todo marcha increíble. Ahora mismo soy el protagonista de una película que está dirigiendo Ari, la trama es increíble, los guionistas son muy buenos y puedo asegurar que mi esposa está haciendo un gran trabajo. Me molesta un poco el hecho de que tenga un tiempo un tanto limitado, entre entrevistas, presentaciones y premios, muchas veces veo muy poco a Ari, y sé que a ella eso la pone un poco triste. Lo bueno de esta película es que ahora estamos trabajando juntos y no pasamos mucho tiempo separados, excepto cuando estoy de gira.
Lo bueno es que las Spice Girls no viven muy lejos de nuestra casa y cuando estamos de gira se quedan a dormir en casa de una o de otra. Incluso mis hermanos se unen, ellos aman a Ari y no querían vivir muy alejados de nosotros, aunque mamá no vive en el mismo vecindario, pero tampoco está muy lejos.
Aprovecho el semáforo en rojo para ver a Ari que repasaa la carpeta con nuestra documentación minuciosamente. Sonrío tomando la mano de su cabello y obtengo su atención inmediatamente, por lo cual beso su mano. Su sonrisa no se hace esperar, mucho menos su suspiro.
-¿Qué tan nerviosa te encuentras? -inquiero mientras cierra la carpeta y suspira de nuevo mirando al frente.
-No estoy muy segura -responde acariciando mi mano-. Creo que estoy emocionada y un poco asustada.
-¿Asustada? ¿Por qué?
-Bueno, Ariadne Pines siempre se asustará cuando haya un gran paso para dar en su vida amorosa -dice volteando a verme con una bonita sonrisa en su rostro-. No te preocupes, no estoy en crisis ni nada parecido. Solo que es algo nuevo y pienso que quizás no salga bien.
Libero su mano cuando la luz vuelve a ser verde y avanzo por la carretera. Suspiro pensando en ello. Sí, también estoy emocionado por esto, pero no siento miedo, tengo la sensación de que lo haremos bien. Estoy seguro sobre nosotros y puedo dar fe que Ari se ha preparado muy bien para este momento.
-Es normal que tengas un poco de miedo y algunas dudas, pero recuerda que estamos juntos en esto y, si en algún momento sientes que no puedes más, que no está funcionando, puedo asegurarte que hallaremos la forma de que te encuentres bien y poder con esto. Sé que ahora mismo la idea de esto te agrada más que el no intentarlo.
-¿Qué pasa si no le agrado? ¿Y si decide volver por su cuenta?
-Dudo que tú no le agrades, Tomatito. Tienes un encanto natural que consigue conquistar a todos los que te rodean. -Suspira moviendo su cabeza con indecisión-. Escucha, por lo que hemos visto, le resultas agradable y lo has hecho reír muchas veces. Créeme, los niños son muy sinceros cuando no les gusta alguien.
-¿Piensas que le gustará vivir con nosotros?
-Ari...
-No lo digo por eso -interrumpe rápidamente-. Algunos niños perciben a los adultos como amigos.
-No le veo el problema a que quiera ser amigo nuestro también -aseguro y ella asiente mordiendo su labio-. ¿Cómo te sientes?
-Quiero comer chocolate, pero puedo esperar hasta que volvamos -dice acariciando suavemente su vientre-. ¿Crees que lo incomode la idea del bebé? No me gustaría que piense que será reemplazado por el bebé y no le prestaremos más atención.
-No creo que suceda. Sabremos dar la misma atención a ambos -afirmo con una sonrisa cuando estamos llegando al lugar-. Recuerda que amas a Kyle como a Dylan de igual forma. Esto será algo parecido. Además, tú no sueles hacer distinciones de ningún tipo.
-¿Crees que fue buena idea traer a Alix? -inquiere mirando a los asientos traseros-. Quizás debimos dejarla en casa como una sorpresa.
-Estoy seguro de que amará viajar con Alix -comento aparcando el auto en el estacionamiento-. ¿Preparada?
Suspira antes de sonreír hacia el edificio.
-Lista.
Allan es un niño maravilloso. Tiene ocho años, su cabello es castaño claro y ondulado, sus ojos azules con pestañas cortas y tiene un par de pecas por su nariz y pómulos. La primera vez que fuimos al orfanato a ver niños encontramos a muchos de ellos jugando en el patio, podría decir que estuve a punto de llevármelos a todos. Me distraje tanto viendo a los niños mientras la madre superiora me hablaba que no noté que Ari se había alejado para ver las instalaciones por su cuenta. Le di unos minutos para que explorara con tranquilidad mientras me unía a jugar baloncesto con un par de niños y les enseñaba un par de trucos.
Luego de un juego bastante largo la madre superiora me indicó el camino para encontrar a Ari, quien estaba en el salón de cerámicas. Ella estaba sentada junto a un niño intentando darle forma a una vasija con sus manos mientras un niño a su lado la instruía en ello. Me quedé en la puerta escuchando cómo le explicaba con suma paciencia la forma en debía utilizar sus manos y ella hacía bromas sobre la cerámica diciendo cuán horrible era mientras que la de él era preciosa. Ver la felicidad en el rostro de Ari fue algo tan hermoso que no dudé ni un minuto en que ella sería una madre increíble para ese niño.