Capítulo 14

Capítulo 14: Jordan

Veo con incredulidad el brillante anillo plateado decorado con un gran diamante rosado. Un pinchazo en mi corazón me alerta que esto es demasiado. Las lágrimas se acumulan en mis ojos al ver los suyos verdes mirándome con expectación y esperanza. Alzo el rostro hacia el cielo y cierro los ojos intentando dejar todo atrás, intentando olvidar que fue él quien rompió mi corazón y que no vuelve cuatro años tarde a pedirme lo que yo anhelaba cuando éramos novios.

—No puedes hacerme esto —susurro negando con mi cabeza, pero mi voz es suave. Ya no tengo fuerza para discutir y me doy cuenta de que lo sigue haciendo. Continúa cambiando mi estado de ánimo con sólo su presencia, sólo que ahora es un resultado negativo—. Si siempre me amaste, debiste haber aceptado cuando yo te lo propuse, o al menos no haber roto conmigo y decirme que no estabas preparado —La tristeza y furia que sentí en ese momento vuelven a mí como si lo estuviera reviviendo—. No quieres casarte conmigo, sólo quieres algo que ya no tienes —Se pone en pie negando con su rostro apesadumbrado y toma mi rostro entre sus manos pero yo niego sin querer mirarlo.

—Por favor, sé que podemos intentarlo —susurra con su voz quebrada y una lágrima traicionera cae por mi mejilla—. Será como cuando teníamos veinte.

Aparto sus manos de mi rostro y niego con mi cabeza. No. No es lo que quiero. No ahora. Lo esperé de esa forma un año, pero cuatro años es mucho tiempo. He cambiado y no soy la misma que antes. No soy tan ingenua.

—No quiero volver a cuando tenía veinte —murmuro viendo sus ojos cristalizarse y doy unos pasos hacia atrás—. Quiero seguir adelante con mis veinticinco —Siento unas manos en mis hombros y Jordan retrocede unos pasos un poco afectado por mis palabras—. Vete, J —pido con la voz quebrada y él desvía la mirada hacia un costado con su ceño frucido.

—Creí que querías pasar el resto de tu vida conmigo.

—Quería, ya no quiero lo mismo y estoy segura de que tú tampoco.

—Claro, porque le pido matrimonio a todas las chicas que se me crucen por el camino —ironiza con voz brusca, sé que está herido, pero yo lo estoy más.

—No lo sé, dímelo tú.

—Eres a la única que quiero en mi vida —dice acercándose a mí los pasos que retrocedí. Pudo sentir el agarre en mis hombros un poco tenso y estoy segura que se trata de Ashton.

—No pensabas eso cuando éramos novios —reclamo con el ceño fruncido.

—¡He cambiado, Aria! ¡Soy una persona diferente!

—Quizás lo eres, pero yo también he cambiado y sé que no quiero volver a verte en mi vida.

Está por replicar, pero entonces veo a Kyle y Dylan ubicarse frente a él y comenzar a empujarlo para que se aleje.

—Ya perdiste, campeón. Será mejor que te vayas —advierte Kyle con una voz no tan amigable.

—Oh, sí. Mejor escucha lo que dice porque te partiremos la cara de lo contrario —amenaza Dylan y yo me volteo para no verlo dejando caer algunas lágrimas en el pecho de mi novio. Me cubre con sus fuertes y abrigadores brazos cuando escondo mi rostro en su cuello. Acaricia mi espalda con delicadeza y ternura justo antes de que sienta más brazos rodearme. Un abrazo grupal. Oh, lo necesitaba tanto.

—¿Quién me está tocando el trasero? —pregunta Ashton haciendo que frunza el ceño.

—No me pude resistir —admite Drew provocando carcajadas de parte de todos.

Suspiro cuando todos se alejan y limpio mis mejillas mojadas.

—Lamento que hayan tenido que ver eso —Me disculpo viendo sus rostros y Dylan ríe.

—Yo me divertí viendo cómo lo golpeabas —admite y niego con una sonrisa en mi rostro.

—Yo iba a golpearlo contigo —La declaración de Drew me toma por sorpresa, pero no tanto como el hecho de que no lo haya hecho—. Kyle no quiso que intervenga —explica y dirijo mis ojos al castaño.

—No me gustan las peleas.

—A mí no me gusta hacer escenas —Lamento y esta vez es Evan quien me abraza suavemente para infundarme valor.

—No es tu culpa, él es un imbécil.

Sonrío un poco desganada y desvío mis ojos hacia el cielo estrellado. Sí, una hermosa noche. Lástima que la arruinaron un poco.

—¿Me dan un momento a solas con Ashton? —pido y ellos me abrazan antes de caminar hacia la entrada—. ¡Y se van a divertir por su cuenta! ¡No quiero caras largas en mi fiesta! —Se ríen antes de desaparecer dentro del lugar. Tomo la mano de Ashton con suavidad—. Ven —Camina siguiendo mis pasos en silencio. Conozco este lugar de memoria, lo he recorrido cientos de veces. El jardín es pequeño en los laterales, pero desemboca en un jardín muy bonito y grande en el fondo, en el cual no está permitido que los invitados pasen. Claro que Chloé no tiene problema con que yo lo haga. Es un jardín muy cuidado y lleno de flores. Hay hermosos tulipanes, rosas, margaritas y también hay girasoles. En el fondo hay un sillón colgando como una hamaca y las luces de navidad que decoran todo el recorrido son preciosas.