Mi roto San Valentín

Capítulo 19

Capítulo 19: Perfección

Cierro los ojos y suspiro una vez más en busca de paciencia. Este trabajo va a sacarme canas verdes. Hace un mes y medio que llevo como productora en la película que protagoniza Ashton. Porque es una de las tantas cosas que me permite hacer mi título universitario. He sido productora en otras películas antes, pero esta vez el cargo es mayor por ser una de las ejecutivas. Asumo estar un poco aterrada por tener una responsabilidad tan grande entre mis manos, pero no soy la única productora ejecutiva y mis otros tres compañeros son muy amables. Me han acompañado y aconsejado desde que llegué. Son bastante divertidos y tienen una gran tranquilidad para manejar las cosas que me ayudan a no perder los estribos. Hoy parece ser la excepción.

—Hoy me convierto en Hulk —siseo antes de volver mis ojos hacia Daria, la protagonista. La que debería haber comenzado a grabar las escenas hace una hora con Ashton. Pero cabe aclarar que no está todo bajo control. Steven, el director, nos ha preguntado muchas veces por ella y creo que está a punto de estallar igual que yo cuando la encontré—. Yo me hago cargo, señor. Deme unos minutos, por favor.

Su expresión seria persiste unos segundos antes de endulzar su mirada para dirigirla hacia mí. Es un director excelente. Me dio la bienvenida y fue muy amable. Dijo que podía preguntarle cualquier cosa o pedirle algún consejo si era necesario. En todo este tiempo a él le ha encantado mi trabajo y se ha instalado una confianza bastante agradable.

—Dime, Steve —pide como en todo este tiempo. Sí, confieso que al estar impresionada por trabajar con él me limita a ser más extrovertida. Así que, me ha costado llamarlo por su nombre como tanto ha pedido. No pretendo faltarle el respeto y eso me vuelve un poco formal alrededor de él—. Ensayaremos con Ashton la siguiente escena mientras tanto.

Asiento y  paso uno de sus brazos por mis hombros mientras la sujeta por la cintura para caminar hacia su camarín. Daria se tambalea y ríe tocando mi cabello. Ruedo los ojos. Es increíble que tenga que hacer esto.

Como productora ejecutiva es obvio que he conocido a cada uno de los actores y todo el equipo técnico. No me llevo mal con nadie, todos son bastante agradables y, en consecuencia, yo también lo soy.

Cuando conocí a Daria pensé que era una mujer hermosa. Tiene dos años menos que yo. Su cabello es una mata de rizos dorados que muchas veces he acariciado como siempre se tratara se algodón de azúcar. Sus ojos son verdes almendrados y sus cejas perfiladas y gruesas le dan un poco de rudeza a su mirada. Tiene labios finos y nariz pequeña. Es unos centímetros más alta que yo y tiene más culo. Es una jodida belleza esta mujer.

Y en personalidad también tiene que encanto. Es dulce, simpática y aunque habla demasiado, no deja de ser agradable. Tiene el vicio de tomar un trago luego de acabar el día de grabación. No la he visto ebria, porque ha sido responsable en cumplir con su trabajo. Pero algo me dice que no ha llegado a su casa luego del rutinario trago de ayer. Creo que bebió de más y se quedó en las calles hasta la mañana. Parece que luego algo se activó en ella y le recordó que debía venir al set.

Su celular lo perdió y cuando bajó tambaleante del taxi, los guardias no quisieron dejarla entrar. Tuve que interceder y escoltarla hasta el set. Todo su maquillaje está corrido y su rostro colorado. Estoy segura de que estuvo llorando y que lo que sea que la hizo llorar fue lo que la llevó a embriagarse tanto.

Es un completo desastre y yo sólo puedo preguntarme dónde está la chica dulce que me despidió ayer al final de la jornada.

Abro la puerta siendo seguida por el equipo de maquillaje y peinado. Por suerte su camarín tiene baño con ducha. La siento en la tapa del retrete y abro la lluvia antes de acercarme a ella de nuevo. Suspiro cuando tira de mi cabello y grita cuando mojo su rostro en agua helada. Los demás entran alarmados y Naomi me ayuda a sostener su cabello mientras me encargo de mojar su rostro y nuca.

—¿Daria?

Parpadea un poco molesta y luego se queja. Hace una mueca antes de inclinarse y vomitar. Bien, si elimina un poco lo que ingirió pronto se van a ir los efectos. Limpia su boca con la lluvia y se ve un poco más pálida, pero se puede mantener en pie.

—Quiero orinar.

Respiro hondo cerrando la llave de la ducha y todos salimos permitiéndole un poco de privacidad. No me había pasado esto antes, pero tampoco está tan mal. Llegó tarde y ebria. Pero al menos llegó y ya no está tan ebria. Tiene solución y explicación.

Me aseguro de darle un café negro y alguna fruta como desayuno porque estoy segura de que no ha comido nada. Parece un poco apenada cuando se sienta para que la arreglen.

—Todo estará bien —aseguro con una pequeña sonrisa. Tampoco quiero mortificarla, después de todo ya debe tener bastante con su conciencia.

—Vomité mi ropa y perdí el móvil —murmura mientras Naomi comienza a aplicar la base en su rostro.

—Me comunicaré con Juliet para que se haga cargo de tu móvil —Saco mi móvil buscando el número de la representante de Daria. Porque sí, yo tengo más de quinientos contactos relacionados con el trabajo—. Puedes llevarte alguna prenda de aquí, no hay problema con eso —digo encontrando el número de Juliet y dirigiendo otra mirada a la rubia—. Ashton está grabando la escena siguiente. Cuando estés lista van a grabar la anterior que es contigo. Por favor dime que recuerdas tus líneas.



#45611 en Novela romántica
#7303 en Chick lit

En el texto hay: diversion, corazonroto, fiestas

Editado: 12.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.