Mi roto San Valentín

Capítulo 48

Capítulo 48: Tranquilidad

 

 

—Me gusta tu habitación —Hay tantos pósters de películas y hay algunas muy famosas que son danesas. Lo sé porque he visto un par. Después hay un gran collage de actores en la pared detrás del cabezal de la cama—. ¿Te gusta el cine?

 

—Sólo un poco —dice sentándose en la cama. Tomo mi cámara y le hago una seña preguntando si puedo sacar fotos. Sonríe y asiente—. Antes de que Ashton se fuera a Estados Unidos grabábamos escenas de películas con Sorina. Él siempre era el protagonista y se aprendía los diálogos muy rápido.

 

—No lo dudo. Ashton tiene muy buena memoria —Le tomo una foto y sale perfecto con el collage detrás, más cuando sonríe. Ellos tienen una sonrisa increíble—. ¿Te gustaba grabar cosas?

 

—Era divertido —responde encogiéndose de hombros—. Teníamos un canal de youtube.

 

—¿Y siguieron grabando?

 

—No tenía sentido hacerlo cuando el actor principal ya no estaba.

 

Asiento y me siento en la punta de la cama. En estos días aquí he visto que muchos familiares de Ashton son un poco reprimidos, pero no me sorprende dado que el supuesto jefe hogar es un cavernícola que no acepta los talentos de expresiones artísticas.

 

—¿Y cómo vas con tu chico?

 

Sonríe y niega.

 

—No es mi chico —murmura y yo alzo las cejas. Sí, claro. No creo que pase mucho tiempo antes de que oficialmente lo sea—. Y creo que vamos bien.

 

—Cuéntame, me gustan las historias de amor —Me tumbo de lado y eso parece hacerlo sonreír.

 

—Sí, me he dado cuenta de por qué te llevas tan bien con mamá —Sonrío y él suspira sin perder su sonrisa—. No hubo declaraciones de amor como te esperas, pero nos estamos volviendo más…

 

—¿Amorosos? ¿Cariñosos?

 

Niega con su cabeza y agarra un mechón de mi cabello.

 

—No, quería decir cercanos —Parece distraído mirando mi cabello y se parece tanto a Ashton con ese simple gesto. Mi cuñado es bastante tierno y cariñoso conmigo. Sorina es más tímida, pero también es afectuosa y amable—. Es como que hay más confianza y no hay tanto filtro a la hora de exponer sus pensamientos.

 

—¿Estás seguro de que le gustan los hombres? —Me mira un poco sorprendido y aclaro mi garganta—. Quiero decir, no me gustaría que rompiera tu corazón porque él no comparte tus gustos.

 

—Cuñada, él es totalmente gay —dice con una sonrisa y asiento viendo que enrolla mi cabello en su dedo—. Uno se da cuenta de esas cosas y él lo dijo cuando lo conocí.

 

—¿Piensas que le gustas?

 

—Me lo dijo cuando nos conocimos.

 

Río.

 

—Este chico me encanta —murmuro apoyando mi cabeza en la palma de mi mano—. ¿Le coqueteaste?

 

—No lo sé.

 

—¿Cómo que no sabes? —pregunto frunciendo el ceño. Pero es que uno siempre sabe cuando coquetea y cuando no—. ¿Por qué no sabes?

 

—Hacerle cumplidos y tirarle indirectas no creo que cuente.

 

—¿Cómo conseguiste novia? ¡Dios! ¡Claro que eso es coquetear! —Sonríe de lado y pongo mis ojos en blanco—. Eres bastante inocente, cuñado. Dime, ¿respondió a tus cumplidos e indirectas?

 

—No sé si cuente, pero con una sonrisa —Se apoya en el cabezal de la cama y suspira cerrando los ojos. Sonríe e inevitablemente yo también lo hago. Su sonrisa es contagiosa—. ¿Crees que podríamos estar juntos?



#45604 en Novela romántica
#7298 en Chick lit

En el texto hay: diversion, corazonroto, fiestas

Editado: 12.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.