Epílogo
Sonrío a todas las personas del público que me miran eufóricos y con bebidas en mano. Los disfraces son geniales. La temática de disfrazarnos como personajes de lo años 90 es una de las mejores ideas que he tenido y sé que a Ashton le ha fascinado desde que se lo comenté. Hay incluso personajes que no puedo descifrar de quiénes se tratan, pero la mayoría sí. Son las consecuencias de tener a un novio amante de la época noventera.
—Bienvenidos a mi fiesta de San Valentín —saludo escuchando vitoreos—. Este año he elegido la temática de la década del 90… Resultado de un novio obsesionado con esa época —bromeo y el público se ríe. Le envío un beso a mi novio que está en el público y finge tomarlo—. Cada año asiste más gente a esta celebración y estoy agradecida de que todos ustedes formen parte de mi vida. Muchos no lo sabrán porque son nuevos en cuanto a la fiesta —Camino unos pasos sin dejar de sonreír—. Pero hasta hace tres años esta fiesta se llamaba Mi roto San Valentín y aunque los demás celebraban el amor hacia sus parejas… o su soltería… yo celebraba algo muy diferente —Estiro mi mano y pido al pelirrojo que suba conmigo al escenario. Con una sonrisa se ubica a mi lado y yo me abrazo a su cintura—. Hace unos siete años organicé la primera fiesta de San Valentín para este hombre, que en ese entonces era mi novio —Veo muchos rostros sorprendidos, pero algunos no tanto—. Trágicamente rompió mi corazón… —Hago un puchero y veo que ahora algunos ven de forma diferente a Jordan—. Guarden sus tridentes y antorchas. Años después pudimos hablar y resolver todos nuestros problemas. Desde entonces somos muy buenos amigos —aseguro y siento que besa mi mejilla, lo que me hace sonreír y al público suspirar—. Pero por cuatro años el sentido de la fiesta por el día de los enamorados tomó otro significado para mí —Jordan se baja del escenario y camino un poco—. Ya no era una celebración de amor, sino un recordatorio. Nunca debía ser tan vulnerable e ingenua ante un hombre —Suspiro abrazando mi cintura y deteniéndome a pensar. El vestido blanco de Kim de la película Edward manostijera es totalmente cómodo y perfecto para esta ocasión—. La verdad es que estaba destrozada y huía de los compromisos. Claro que no puedes escapar por siempre —Sonrío a mi novio que sube cuando le pido con una seña de mi dedo—. Ya por la cuarta fiesta apareció este hombre —digo viendo a mi Edward—. No tienen idea de lo insoportable e insistente que fue al principio.
—Ella era muy gruñona —dice en mi micrófono y todos ríen. Sonrío mirando su hermoso rostro.
—Con cariño y paciencia fue sanando mi corazón. Me enseñó a no tener miedo y que amar no siempre implica lágrimas de por medio —Varios suspiros del público y río encantada por ello—. Este hombre lleno de talento y amor… y bastante sexy también… —Ríen y yo sonrío sintiendo que toma mi mano—. Él me ha inspirado en muchos aspectos, me ha fortalecido y enseñado muchas cosas… porque todos sabemos que es un sabiondo e inevitablemente aprendemos algo nuevo con él siempre —Beso su mejilla cuando rueda los ojos—. Te amo —Sonríe y vuelvo a mirar al público—. Y hace tres años que esta fiesta ha cambiado su nombre… y la dedicación. Mi encantador San Valentín está completamente dedicado a este gran hombre que amo. Dice que soy asquerosamente cursi, pero yo no soy la que escribe canciones a su novia —bromeo haciendo que rían—. Y hoy frente a mi familia, a mis amigos y todas estas personas que han presenciado algún que otro momento de nuestra relación quiero compartirles otro momento… Seguramente sea cursi, pero no pueden esperar menos en San Valentín.
Suelto la mano de Ashton y saco la pequeña cajita de mi bolsillo. Me arrodillo con una sonrisa y escucho muchas exclamaciones del público y algunos gritos de aliento que me hacen reír. Ashton se ve totalmente sorprendido mientras abro la caja de terciopelo y dejo a la vista el anillo.
—Hace un tiempo, tú me pediste matrimonio en Dinamarca en una elegante fiesta con todos tus familiares y nuestros amigos —comento y escucho algunas exclamaciones—. Yo rechacé la propuesta porque estaba aterrada y no me sentía preparada para ese tipo de compromiso. Dejaste muy en claro que ves mucho futuro conmigo y me quieres a tu lado. Fui más reservada y te dije que me interesaba compartir el presente, pero que podíamos tener planes a futuro un poco más tranquilos —Sus luciérnagas brillan tanto y la sonrisa que tiene es indescriptible. Amo a Ashton cuando sonríe—. Hoy te propongo dar un paso más hacia el futuro. Pensar en grande y que me dejes volverme loca con la organización de una boda —Escucho al público reír y siento un par de lágrimas picar mis ojos. Desde el inicio supe que era muy emocional como para hacer esto, pero no importa. Quise hacerlo igual—. Además, te estás volviendo viejo y es mejor casarme ahora con alguien guapo que con un saco de arrugas —Ríe negando con su cabeza—. No me enojaré si dices que no. Estaríamos a mano, después de todo. Pero quiero que entiendas cuán importante eres en mi vida y cuán agradecida estoy de que no te hayas ido ante mis deplantes y miedos —Trago el nudo en mi garganta sintiendo que no puedo mucho con esto—. Te he visto crecer como persona, como artista y como pareja. He visto tu peor lado y el mejor. No se me ocurre otra persona con la que pasar el resto de mi vida porque estoy completamente enamorada de ti —digo sintiendo las lágrimas en mis ojos a punto de desbordarse—. Entonces te pregunto, ¿aún te gustaría ser mi esposo?