Estaba arreglando mi auto cuando vi llegar a Steven y Caden, bajaron de dos autos diferentes en donde habían chicas que estaban buenas y hombres que no parecían buenos. Los mire mal y cuando Caden me saludo lo ignore, el estaba drogado y tenia los ojos rojísimos.
—Come mierda Matt.—Caden entro riéndose y Steven se quedo mirándome fijo.
—Eres un ejemplo increíble.—escuche como suspiro pesadamente y cuando se dio la vuelta lo mire.—mama seguro estaría orgullosa.—el se quedo parado en el lugar por unos segundos, negó y entro a la casa.
No me gustaba estuvieran en una pandilla o se juntaran con gente relacionada con eso, y se lo hacia saber siempre que podía, sin embargo cuando estaba papa no les decia nada, papa tenia su propia manera de hacerles saber que estaba mal y que tampoco lo aprobaba. Papa había perdido a mama y ella había sido su salvación cuando eran jóvenes, mi padre, inocentemente creía que un día llegarían chicas a nuestras vidas que nos salvarian y nos sacarían en cualquier cosa mala que estuviéramos y nos harían convertirnos en hombres de bien. Yo no creía eso, hace dos meses la chica que creía que iba a ser mi salvación, se unió a la pandilla contraria en la que estaban mis hermanos, me dejo y se acostó con todos los integrantes de la pandilla. Me rompió, había sido su primero y ella la mía y creí en serio que era para toda la vida. Fui estúpido y ya no lo seria.
Un taxi paro en la casa de enfrente cuando cerré el capo del auto, me apoye en el auto y preste atención a la chica que bajo. Tenia ropa cara y el pelo extremadamente peinado, el señor Carlo salió de la casa y la abrazo fuerte, levantándola del suelo. Levante la mano y salude a Carlo que me miro con una sonrisa falsa.
—Buen dia señor.—La chica me miro y se sonrojo bajando la mirada.
—Buen dia Matthew.—el tomo las maletas de la chica y ella lo agarro del brazo sonriendo.
La chica era linda, muy linda, tenia cara de niña y cuerpo de modelo europea y todo en ella era perfecto. Negue con la cabeza y sonrei para mi mismo. Las chicas asi son las peores.
Entre a casa y papa estaba preparando el desayuno, a el en serio le gustaba cocinar y a nosotros nos gustaba que cocinara. Steven estaba en el sofa viendo television y Caden en la ducha, se escuchaba como los mellizos ya estaban jugando videojuegos en su cuarto.
—Vi llegar a una chica a la casa de Carlo.—papa asintio.
—Oh si, Carlo me comento que su hija venia a vivir con el, algo de que no se llevaba bien con el nuevo novio de su madre.—Asenti y tome un poco de cafe.—antes ustedes jugaban o bueno, tu la molestabas.—frunci el ceño e imagenes de mi tirandole el pelo y ella riendo aparecieron en mi cabeza.
—Ya la recuerdo, Tania.—papa rio y asintio.
—Te gustaba.—rodee los ojos.
—Le gustaba a todos los niños que la veian, estaba siempre arreglada y olia bien. Siempre se llevaba mal con Janis.—un dolor en el pecho me vino de repente y disimuladamente puse la mano encima del dolor.
—A Janis no le gustaba que otra chica tuviera atencion, Tania tenia la atencion de los niños y chicos mas grandes.—asenti en acuerdo con papa.—Steven llama a tus hermanos.—Cinco minutos despues entraron los mellizos empujandose, Steven pegado al celular y Caden en calzonsillos y con ojeras.
Papa sirvio el desayuno y mando a los mellizos a cambiarse para la escuela, Steven los llevo y a Caden lo paso a buscar su amigo. Antes de que papa y yo nos fueramos, vi a la chica jugando con el perro del señor Carlo y cuando me subi al auto le sonrei y ella tambien me sonrio sonrojada. Deje a papa en el taller de Tony y yo fui hacia la universidad. Yo era el unico que quiza iba a poder ir a la universidad, mama habia heredado una herencia y cuando murio todo eso quedo para nosotros, sin embargo, yo era el unico que en realidad tenia ganas de ir a la universidad.
Dos horas de clases despues, estaba en el receso y vi a Tania salir de la oficina del Decano.
—Hey.—ella volvio a sonrojarse cuando me vio y yo sonrei.
—Hola.—puso su pelo detras de su oreja y miro hacia abajo.
—¿Vas a venir a esta universidad?—ella asintio y me miro.
—No sabia tu ibas a la universidad.—rei y me miro sin entender.
—Contando que no te veo hace casi 6 años y nunca hemos hablado hasta ahora desde entonces, no se porque sabrias si vengo o no a la universidad.
—Ella rodeo los ojos.—Quiero decir, no me imaginaba que tu estudiabas.
-—Sonrei de costado.—Has pensando en mi.—abrio los ojos con sorpresa y se sonrojo.