Desperté gracias a los rayos de la luz solar que entraba por mi habitación, ya han pasado dos meses desde que salio la noticia de que estoy saliendo con alguien, aun no la confirmo, pero tampoco la niego, no quiero que nadie me este siguiendo a donde sea que vaya con quien yo quiera ir, también pasaron dos meses desde que le di aquel beso a Edmund, honestamente, no me arrepiento, intente convencerme de que si, pero la verdad es que no, me gusto el beso así como me he dado cuenta de que me esta gustando pasar mas y mas tiempo con el, aunque la mayor parte del tiempo estoy como una jefa mandona y sangrona por todo el estrés que acumulo y por la frustración de tener que escuchar reclamos departe de algunos de nuestros clientes.
Hoy era viernes, por fin, y mañana seria sábado, el día que muchos en la empresa esperaban, el aniversario de la editorial. Yo aun no compro el vestido que usare, ni los zapatos... aun no compro nada y eso es un poco irritante, porque necesito ir a una tienda antes de que llegue mañana. Otra cosa que me tiene preocupada es la decoración, se supone que la comience a supervisar hoy, quiero saber si todo esta listo para mañana o no, necesito asegurarme de que todo saldrá perfecto, como cada año.. pero este tiene que ser el mejor año de todos.
Alguien toco mi puerta y aun no me levanto de la cama... esto no tiene que ser bueno.
-Pase.
-Cariño, mira lo que te llego- dijo mi madre entrando y sentandoce en mi cama.
-Una caja- dije sorprendida.
-Alguien tiene un admirador secreto- se burlo mi madre.
Creía saber quien la enviaba, Dylan, el quería que yo volviera con el, pero eso no iba a pasar, ni soñando volvía con ese imbécil. El ya llevaba tiempo pidiéndome una oportunidad, que esta vez seria diferente, que no me volvería a traicionar y quien sabe cuantas estupideces mas, no soy tan estúpida, yo se que ese inútil aun se sigue entendiendo con Ann, si no le digo nada a Edmund es porque yo no quiero estar en el medio de todo el drama que se puede desatar. Mejor me sigo manteniendo al margen de todo, corto toda conexión con problemas que yo pueda llegar a tener con Ann y listo... aunque creo que la única manera en la que yo puedo llegar a tener un problema con ella es por todo eso de los rumores que hay de que yo estoy saliendo con Edmund, pero eso ya es otra historia... Creo.
Me levante de la cama y me fui corriendo al baño para asearme, lo cual hice en tiempo record, no dure ni quince minutos en la ducha, se me hacia tarde para llegar al trabajo, claro que también tenia que llegar temprano para ver al inútil de Dylan y decirle que deje de fastidiarme porque no voy a volver con el, es algo que no creo que pase de aquí a un millón de años, aun no se como hacer para que lo entienda, pero de que lo entenderá, lo entenderá. Volviendo al tema de llegar tarde, luego de salir del baño busque una ropa común para ello, no tendría reuniones ni nada por el estilo, solo tendría que ir a firmar algunos papeles, checar uno que otro manuscrito para enviárselo a Carlo y que el decida si se publica o no, y por ultimo, tengo que checar la lista de los preparativos de la fiesta de aniversario de la editorial, eso seria todo.
Baje las escaleras corriendo con mi cartera y las llaves tanto de la casa como de mi carro, no me dio tiempo a desayunar, lo haría en el camino.
Una vez en la empresa me dirijo directo a mi oficina donde encuentro un voleto para el spa, ya era el colmo, este tipo se esta pasando de la raya, no tiene el maldito derecho de regalarme un vestido, un par de zapatos y ahora esto... el en serio se esta buscando que lo mande al diablo completamente. Quiero deshacerme de el y no encuentro la manera... aunque esto seria una excusa perfecta para ello, pero antes tendría que ponerlo en su lugar para que entienda que esto no esta bien.
Salgo en busca de Dylan para hablar de sus malditos regalos inservibles... que en realidad si sirven, pero no de la manera en la que el quiere que sirvan... me estoy enredando yo misma.
-Veo que ya vio mi pequeño regalo- dice Edmund sin dejar de ver su computadora.
-¿Disculpe?- su comentario me confundió.
-El voleto que tiene para ir al spa, espero disfrute su día, su madre ira con usted- entonces fue el, mierda, yo ya estaba planeando mandar a Dylan con recursos humanos- Tambien recibí la llamada de su madre diciendo que ya recibió el vestido que le envié junto a los zapatos- ¿como puede hablar y escribir en la computadora al mismo tiempo?
-Ah, fue usted- eso fue todo lo que salio de mis labios, aun continuaba confundida- ¿Por qué hizo eso?
-Porque recuerdo que cuando la invite, le dije que no quería que se estresara, en pocas palabras, nada de trabajo en todo el día- esta vez despego la mirada de la computadora y me miro a mi- Por lo que yo me encargare de todo mañana.
-Edmund, gracias, pero yo....
-Nada, mañana es un día especial para la empresa, y la jefa tiene que relajarse- una sonrisa se escapo de mis labios- Ademas de que algunos de los muchachos aquí cooperaron para lo del spa, te lo mereces, Courtney, no lo rechaces. Mira que lo hicimos con mucho cariño para la jefa mas buena y mandona que tenemos.
-Luego se quejan de que yo soy mala- digo riendo de su comentario- Gracias, de verdad, prometo compensarlos.
-Nada de eso, hoy planeamos ir a comer a mi lugar favorito, y esperamos que vayas... la casa invita- me guiño un ojo al decir aquello haciendo que volviera a reír- A parte de que ya me preguntan por mi novia, hace tiempo que no te llevo a comer, amor.