Wald
Frio… había mucho frio, abrí mis ojos y me levante de un empujón agh genial estaba aquí, con él- ¡hola! ya puedes salir, ¿de dónde? no se pero sal- lo ultimo lo murmure.
-Hola.- ¡JODER! no era en serio, una voz sonó en el frio espacio en el que estaba, jamás había escuchado esa voz, era una voz clara y gruesa pero jamás la había escuchado incluso llegue a pensar que estaba soñando.
-¿Quién… eres?- me tembló un poco la voz en serio me dio miedo- ¿Dónde está él?- no dijo nada, camine hacia atrás como si eso ayudara a ver si había alguien, irónico tomando en cuenta que estaba en un lugar donde todo era oscuridad.
Seguí así por unos minutos hasta que mi espalda choco contra algo… o más bien alguien, gire sobre mi eje y me encontré con esos ojos Fuego- ay Dios eres tú, ¿hay alguien aquí? Porque acabo de escuchar una voz muy…
-Hola Wald.- me interrumpió. El. Me. Interrumpió, el me hablo- tranquila, yo fui el que hablo- me le quede viendo como si eso nunca lo hubiera escuchado.
-¡No me digas!, ¡¿TE CREO?!- le grite haciendo el mejor espectáculo con mucho dramatismo- porque hasta donde yo sé tú no hablabas- silencio.
-Calma- dijo y efectivamente eso hice, su voz sonó más suave- sé que es algo… raro, pero necesito decirte esto antes de que- hizo una pausa.
-Sigue- vi en sus ojos algo de duda pero siguió.
-Tienes que saber que todo tiene una explicación y tienes que buscar respuestas para ello.
-Ve al punto ¿quieres?- fui directa.
-No tengo mucho tiempo pero Wald por favor… ten cuidado ¿sí? debes buscar a Lía, Lía Becker- no entendía que pasaba era como si estuviera en una película y el protagonista tenía que sacrificarse e iba a despedirse de su amor, pero claro este no era el caso.
-¿Estás oyendo? – Asentí varias veces- bien, debes de tener cuidado no confíes en nadie, yo te ayudare dame unos días pero por favor te lo ruego, no confíes en nadie- se notaba la preocupación y yo parecía boba diciendo que si a todo.
-Sí, si entiendo pero ¿porque? ¿Cómo así que unos días? ¿Quién es Lía Becker? ¿Buscar qué?- dije todo tan rápido.
-¡Una cosa más! Ten… ten cuidado con ella… con mi…- ya no pude escucharlo cuando empecé a sentir que mi cabeza dolía de una forma tan fuerte… perdí el control de todo.
Adam
El agua fría llego a mi rostro regresándome a la realidad. La noche llego y con Antón estábamos cansados pero ninguno se iba a mover hasta que Wald despertara
Salí del baño hasta cruzar el pasillo donde se encontraba la habitación de Wald, vi que varias enfermeras entraban, los guardias no estaban al igual que Antón y segundos después todo se volvió oscuro.
Corrí, y entre. Todos se callaron, se alejaron dejándome el camino libre y solo por la luz de la luna note que estaba convulsionando de nuevo.
-¡¿Pero qué?!- tenia ojos completamente negros, regrese mi mirada regreso a las enfermeras- ¿hace cuanto empezó?- nadie respondió- Respondan- el doctor dio un paso adelante.
-Hace unos 5 minutos- iba a responder cuando unos gritos que venía de afuera inundaron el silencio que se había formado.
-Todos calmados, seguro es por el apa…- no se escucho nada.
-¿Doctor? ¿Todo bien?- pregunto una de las enfermeras, no hubo respuesta.
Hasta que vi la puerta, note la figura de una persona pero no sabía si era enfermera o doctor, pero no se movía… lo único que alcance a ver fueron sus ojos, era hombre en definitiva y sus ojos eran de un color que me paralizo, un rojo llameante.
Comenzó a alejarse y decidí seguirlo, a penas lograba ver su sombra por los pasillos, me recordó de alguna manera a ella igual de misteriosa. Lo seguí, dio la vuelta en un pasillo y lo perdí de vista, di vueltas para ver si lo encontraba pero no lo volví a ver o alguna señal, pero nada.
Hasta que oí los gritos del pasillo desde la habitación de Wald, intente ir pero mis pies no se movían voltee hacia abajo y había… ¿Qué carajos es eso? Era ¿humo?, no tengo idea de que era pero no dejaba que me moviera.
Los gritos seguían hasta que de pronto pararon… quedo un silencio de miedo.
Minutos después esa sombra se despejo corrí hacia la habitación, todos estaban tirados en el suelo, vi si uno de ellos tenía respiración, y efectivamente si tenían pero estaban inconscientes, volví mi vista a Wald.
Estaba sentada con los ojos completamente negros y una línea negra que recorría sus venas, poco a poco se disminuyo. Cuando por fin término ella cayó de nuevo a la camilla y la luz regreso, así como todos en la habitación fueron despertando de nuevo.
-¿Se encuentra bien señor?- pregunto uno el doctor ya despierto.
-Si, ¿todos están bien?- todos respondieron con un sí. Hasta que la respiración de Wald sonó como si se estuviera ahogando.
-Wald, Wald. Ya tranquila, aquí estoy- dije desconectándola de todo para luego llevarla la bañera, algunos hospitales las tiene para pacientes que necesitan ayuda- vamos Wald despierta- le susurre mientras miraba como el agua fría la cubría hasta la cabeza.
Wald
Todo quedo en blanco después de que paso ese dolor de cabeza, absolutamente todo se volvió blanco.
-¿hola?- era estúpido decir eso sabiendo que nadie respondería.
De pronto todo se despejo dando paso a una habitación de hospital en la que estaba yo recostada en la camilla con un doctor y una enfermera monitoreando todos mis signos.
-esta chica tiene suerte- dijo el doctor anotando algo en una hoja- sufrió convulsiones que no pararon durante una hora seguida, no cualquiera soporta eso.
-es fuerte- respondió la enfermera.- todo está bien doctor.
Luego de salir me tomo un tiempo asimilar el hecho de que estaba viendo mi cuerpo en esa camilla.
-¿Estaré muerta?
No, no creo yo sigo aquí