-¡Vuelves hacer eso y seré yo quien te mate Wald Meyer!- me grito Adam cuando ya estaba en la camilla mientras le doctor evaluaba que todo estuviera normal… otra vez- No, ¿sabes qué? Te mato, te revivo y ¡Te remato otra vez!
-¡ya calmate!- le grite esta vez porque si no, no para- después hablamos- le susurre para que solo el escuchara. Después de mi ataque demoniaco hacia el hospital logre despertar, aun estaba aturdida por todo pero ya había pasado y creo que no volvería a pasar, ¿cierto?
No prometo nada.
No te preguntaba a ti.
Agh amargada.
-Todo está bien así que me retiro y si necesitan algo me llaman- dijo el doctor, salió y a los minutos llegaron Lynn junto con un Antón cansado.
-¡Wald!- dijo Lynn mientras corría bueno… si se le puede decir correr con un embarazo de 7 meses- ¿Cómo estás? ¿Pero qué paso?- nos dio una mirada de preocupación a ambos.
-Pues… estaba subiendo la cuerda cuando se me ocurrió la idea de hacer ese súper truco que me enseñaste y supongo que la cuerda ya estaba mal o fue mi peso, se reventó y caí- ahora que lo pensaba sonaba algo tan… normal pero después de eso nada lo fue.
Desperté en la bañera del hospital con Adam a la par, mi vista fue directa detrás de él, no había nadie pero si escuchaba las voces de todos.
-Bien, hablare con el doctor para saber que mas necesitas y ver si ya podemos irnos- dijo Antón saliendo de la habitación. ¡Por fin! Ya quería irme luego de dos semanas.
-¿Cómo sigues con la bebe?- así es señores tendremos una hermana, Lynn quería que fuera un sorpresa pero Antón aparentemente no supo guardar la sorpresa.
-Bien linda, ella está bien algo inquieta a veces pero es normal- dijo con una gran sonrisa y sobando su vientre sobre el vestido que más bien parecía camisón.
Dos horas después ya estaba cambiada e iba hacia el auto para ir de regreso a casa, porque según Antón yo estaba perfectamente bien pero igual iría durante el mes a revisión. Una vez llegamos a casa todo estaba iluminado ya que nos tomo todo el día en el hospital.
-¡Por fin!- dijo Adam una vez entramos- me niego a volver a esa escuela, tuve suficiente con mi primer día, así que gracias Antón pero yo me siento mejor aquí- tomo su mochila y antes de cerrar la puerta grito- NO PUEDEN OBLIGARME A IR ASÍ QUE NO LO INTENTEN- y cerro de un golpe.
-Ya quiero ver el show mañana en la mañana- dijo Lynn mientras subía las gradas con ayuda de Marcus.
-Iré a la oficina, ahora los alcanzo- y se fue. Ahora me encontraba yo sola en el vestíbulo.
-Genial- me dirigí a la cocina por algo de comer, encontré parte de un pastel y me decidí por eso. Tome unas cosas para hacer café y tome un gran trozo del pastel. Estuve ahí por unos minutos cuando sentí que alguien pasaba por la puerta trasera.- ¿Adam?- pregunte, le gustaba molestar.
Salí para ver si era el- ok, ya pue…- me interrumpí, no había nadie. Regrese y volví a darle una mordida al pastel. Siempre eh tenido esa dicha de sentir cuando me están observando y sabía perfectamente en ese momento que alguien me veía… seguí con lo mío aun que ya no muy cómoda. Decidí tomar mi teléfono e ir a ver ya que es difícil pasar la seguridad que teníamos en casa… más no imposible.
Menuda mierda
Ahora si concuerdo
Tome el ultimo trozo de pastel y Salí por la puerta que daba al jardín, encendí la linterna de mi teléfono y comencé mi pequeña y muy probablemente peligrosa aventura.
Ya había dado dos vueltas y nada así que mejor comencé mi camino de nuevo a casa cuando escuche como alguien se alejaba de ahí… aja, las hojas lo delataron. Salí disparada hacia el lugar.
Si ve tranquila no es para nada peligroso es más creo que puede ser un asesino y se lleguen a ser amigos, ve pon en peligro tu vida…
Ok, si no tome la mejor decisión. Pero mi curiosidad era grande y mis impulsos para nada controlables así que iba con la gracia de Dios cuidándome. Seguí caminando hasta que llegue al área de arboles, aun escuchaba los pasos así que comencé a caminar más rápido y creo que lo noto por que repitió la acción.
Demonios no sabía que este lugar era enorme.
Seguí hasta que los pasos se detuvieron o simplemente ya no los escuche. Sentí el aire frio en mis mejillas y como me sentí rodeada por esa persona hasta que fue como si algo me congelara y me quede parada sin hacer un solo movimiento. Y ahí estaban de nuevo los pasos solo que venía por atrás y yo no podía moverme.
Escuche como se acercaba a pasos lentos hasta que llego y su pecho choco con mi espalda, podía sentir su respiración en mi oreja cuando se inclino un poco para estar a mi altura. Mi respiración paro y fue como si mi cuerpo se convirtiera en una estatua.
-Wald- susurro en mi oído. Mierda ¿Cómo sabia mi nombre? ¿Quién era? ¿Por qué estaba aquí? Tantas preguntas y mi cerebro no coordinaban con mi boca. Comenzó a caminar de nuevo cerca de mí rodeándome hasta quedar enfrente de mí lo único que pude ver fue que llevaba un suéter con capucha y me pasaba un cabeza o más de altura y por un momento alcance a ver un destello de luz rojiza muy fuerte pero rápidamente agacho la cabeza.
-¿Q-Quien eres?- pregunte con mis nervios hasta el cielo.
Silencio. Estuvo así por un buen rato hasta que respondió.
Se acerco a mi hasta rozar nuestras narices, como impulso cerré mis ojos- ya lo sabrás- Susurro de nuevo. Sentí una fuerte corriente de electricidad en mi espalda y un suspiro salió de mí inconscientemente. Hasta que una ola de aire paso haciendo erizar más mi piel y por fin pude respirar, mi cuerpo reacciono y abrí los ojos.
Ya no estaba.
Decidí ya no estar más tiempo ahí parada y volví lo más rápido a casa.
El resto de la noche no pude recuperar mi sueño por estar pensando en eso y hacerme preguntas sobre quien era o como me conocía. Su voz y su misterio sentí una cierta familiarización pero no podría ser quien yo estaba pensando.