-Adam ya te voy diciendo por quita vez que no tengo nada con él- rodo los ojos. Desde que desperté no ha parado de preguntar si tengo o no algo con Leo.
-lo que vi ayer no me dice lo mismo- entrecerró los ojos como si eso le ayudara a saber la verdad.
La campana sonó dando señal a que la primera clase ya iniciaba.-tenemos que ir y ya deja de preguntar- dije dejándolo con la pregunta a medias.
Fui corriendo a mi clase que por cierto estuvo aburrida, luego toco para un receso de 10 minutos eso quería decir que debía salir corriendo por que mi casillero estaba al otro lado de la escuela. Cuando logre llegar a mi casillero guarde unas cosas, saque otras, se cayeron unas hojas y no tenía tiempo para ordenarlas así que solo las junte dentro del casillero, pero cuando cerré di un salto al tener a Leo bien cómodo con la espalda recostada en el casillero de la par.
-me asustaste- dije poniendo una mano en mi pecho para calmarme.
-lo siento- susurro- ¿Cómo amaneciste?- colgué mi mochila en mi hombro.
-yo… bien de hecho- de la patada mejor dicho ¡No dormí nada!- no estoy enferma así que…- asintió satisfecho. Se acerco dejando nuestros rostros a unos centímetros.- ¿Y-Y tú?- balbucee. Paso una mano por mi rostro dejando un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Extrañamente bien- sentí su aliento a menta. Se lamio los labios cuando paso su pulgar por la comisura de los míos.
Note de reojo como todos nos miraban y murmuraban.
Idiotas.
-Me tengo que ir- dije porque ya faltaba poco para la siguiente clase. Asintió y se alejo dejando un pequeño espacio, de repente extrañaba su cercanía.
-bueno creo que…- no termino la oración.
-¡Oye!- sentí una mano en mi hombro, note que como Leo se tensaba y apretaba la mandíbula, ¿celos?, gire un poco encontrándome… oh.-no te veo desde que te desmayaste ¿Cómo has estado?- era el chico con el que competí cuando caí de la cuerda.
-eh yo bien gracias- tenía una sonrisa que estúpidamente era muy linda, hasta que un carraspeo interrumpió, recordé que Leo seguía ahí.- creo que ya lo conoces… a Leo- asintió borrando su sonrisa.
-Hola Leo pensé que irías a casa a saludar- ¿ah?
-Hola Nick- a con que así se llamaba- y digamos que la última vez que salude a la familia no salió… bien cómo puedes recordar- dijo con un tono más frio de lo habitual.
-muy bien yo ya me tengo ir, así que adiós- no espera una respuesta, les di la espalda y salí de ahí lo más rápido posible ¡pero con aun más preguntas!
Evite el resto del día a Leo e incluso a Nick que intento acercarse unas veces en clase. Pero quería averiguar qué pasaba y sabia que el mas fácil de leer seria Nick, así que ahí estaba yo caminando hacia el grupo de Nick.
Se estaban riendo junto con las porristas ¿Por qué no me sorprende? Me pare enfrente de todos pero claro estaba muy distraído con las minifaldas de las porristas y entre ellas la rubia que no le dejaba en paz el pelo a Nick.
Carraspee un poco para llamar su atención, funciono y ahora tenía la mirada de todos sobre mí.- ¿Qué tú no eras la chica rara de las convulsiones? Tenemos un grupo de apoyo por si…- apreté los dientes cuando uno del grupo hablo y el resto reía.
-pues creo que te veré en el grupo- dije acercándome a él, me pasaba por una cabeza pero no me intimidaba. Todos quedaron en un silencio absoluto.
-yo no necesito algo así pero tu si rarita- sonrió.
Imbécil.
Le di una mirada rápida y sonreí también- tu piel y labios resecos me dicen otra cosa- si en algo era buena era observando- apestas a cigarro, pupilas dilatadas, el sudor en tu frente y los temblores de tu mano izquierda- negué con la cabeza- creo que el que necesita apoyo aquí… eres tu.- se puso serio y comenzó a mirar a todos, me alce en la punta de mis pies para susurrarle algo de ultimo.- no vuelvas a meterte conmigo.- Me separe para verlo a los ojos- ¿entendido?- sonreí. Asintió con cierto enojo.
Sé que no estaba bien pero llevaba días burlándose de mí y ya estaba harta.
-recordé que tengo algo que… hacer, adiós chicos- no dijo más y se fue. Todos me miraban con mala cara.
-eres una…- levante la mano hacia la rubia que diría alguna estupidez.
-vine a buscar a Nick por algo rápido no a preguntarte sobre qué opinas de mí- vi directamente a los ojos al chico enfrente mía- ¿vienes tu solo o te obligo?- vi como trago saliva y me seguía.
-no era necesario tratarlo así- rodé los ojos.
-mi orgullo es muy grande, lo siento- puse una mano en mi pecho como si deberás lo sintiera- pero no quiero hablar de eso solo tengo una pregunta ¿Cómo conoces a Leo?- frunció el ceño.
-¿Por qué?- vio hacia otro lado- ah ya veo has estado evitando a Leo como a mí- ¿tan evidente soy?, sonrío… ¡Maldita sonrisa estúpidamente linda!- tranquila comprendo, tener que decidir entre él y yo- suspiro- es difícil pero si quieres saber no somos familia ni nada por el estilo- aguarden el estaba…- puedo decirle que me quieres a mí y no a él- ¡¿pero qué carajo?! Parpadee unas cuantas veces por lo que acababa de decir.
-¡Nick!- pause- ¡No! No era para eso por lo que quería hablar contigo- rodo los ojos como si no me creyera.
-mira dulzura no eres la única que sabe leer a las personas- me dijo…- vas viendo mi boca varias veces durante la mañana- intente hablar pero no dejo poniendo un dedo sobre mis labios, acercándose a mí- solo porque estamos en un campus no te tomo y te llevo a un lugar más solitario para dejarte esos labios- dijo mientras se acercaba más- marcados por mí- trague grueso.
-aaah…-no sabía que formular- estoy con Leo y mi pregunta fue para saber más de él no para intentar algo mas contigo- bien me recupere un poco, porque cambio su rostro coqueto por uno serio- pero ya que no dirás nada me voy- le di la espalda pero antes de irme- ¿tan desesperado estas por besarme?- pregunte ahora con una sonrisa ganadora.