-No se queden callados, díganme que tal la escuela- llevábamos media hora comiendo en completo silencio, incomodo por cierto, y hasta ahora creo que una mosca es más entretenida que estar ahí.
-pues no llevan ni seis meses y ya se metieron en problemas- menciono Lynn con algo de incomodidad, una sonora risa seca y más falsa que la actuación que hacen en los comerciales inundo el lugar.
-¿y tu Wald?- levante mis cejas y enderece mi espalda- ¿algún pretendiente?
Di una sonrisa chueca y…- no por el momento, tío- me atragante de papas para evitar que la voz saliera como ardilla.
-¿Adam? ¿Alguna chica?- dejo su papita en el aire aclarando su garganta.
-pues si y… no- soltó una risa incomoda.
-así son las mujeres- tomo un trozo de carne y antes de llevárselo a la boca dijo- nunca saben lo que quieren por eso estamos nosotros para decidir y liderar- carraspee.
Vi de reojo como Lynn se acomodaba en su asiento incomoda, por el comentario, y por la panza de la cual estábamos cuidando mucho ya que faltaban semanas aunque el doctor dijo que podría nacer antes el pequeño nuevo miembro de la familia.
-¿ya tiene nombre el bebe?- pregunto rompiendo el silencio incomodo.
-La bebe…- dije fuerte
-otra niña vaya, vaya- dijo bajo- bueno creo que ya saben el motivo por el cual mi visita ¿no?
Trague seco recordando lo que paso en la escuela y el motivo de su visita inesperada. ¿Con que saldría ahora? Alguna clase de treta o chantaje para mantener el dinero que le proporcionaba los negocios de papá.
-supongo que el silencio es un si…-llevo otro trozo de carne, elevo la mirada encontrándose con la mía. Estaba sentado en el centro donde suele estar papá pero cuando se trataba de Harlys, podía tomar cualquier lugar y casualmente tomaba el de papá.
- tengo un nuevo trato para ustedes ya que tanto desean desaparecerme de sus aburridas vidas- no me sentí ofendida más bien irritada o enojada, cualquiera era mala cuando se trataba de mí- quiero un 50% de las ganancias durante este año y…-tomo un poco de vino- …cuando termine el año me lo dan sin falta para luego nunca volver a vernos la cara- todos en la mesa dejaron a un lado la comida.
Adam se estaba asfixiando con una papita, Lynn estaba que se desmayaba, papá estaba más congelado que el iceberg del Titanic y yo… estaba que explotaba por fuera.
-no- respondió papá.
-¿no?- repitió Harlys.
-Antón…- llamo Lynn negando con la cabeza cuando este la vio.
- no, ni de chiste- negó varias veces- tu familia a fastidiado por décadas a la mía por una deuda que ya esta pagada así que no haré ningún tipo de trato contigo Harlys- todos dirigimos nuestros ojos al mencionado esperando una respuesta, ya sea buena o mala.
- buen punto- eso me sorprendió y relaje mi rostro- bueno… iremos a la guerra ya que no quisieron hacerlo por las buenas- se acabo la tranquilada que mi cuerpo había tenido.
-¿Qué?- dijo papá atónito por lo último- no no, eso no es justo eh cumplido con todo y haces esto porque sabes que los siguientes en el puesto son mis hijos, no dejare que les hagas lo mismo que a nosotros.
-o querido Antón, eres muy valiente pero tu tatarabuelo tuvo que haber pensado dos veces antes de liarse con mi familia- dejo los cubiertos a un lado.
-vete- murmuro mi padre.
-¿Qué?- repitió Harlys
Mi padre se levanto tan rápido que la silla cayó por un lado-¡Que te largues! ¡Ya!- Harlys se levanto arreglando su gabardina negra.
-lo hare pero de esto no te salvas y si no habrá guerra… pues ya veré como joderte- dijo dando luz a su acento español.
Imbécil
-solo… lárgate- respondió mi padre ignorando la advertencia.
No espero más y se fue dejando tensión en el aire.
-Antón…- lo llamo Lynn
-ahora no, por favor- tenia los nudillos blancos por apretarlos en todo el tiempo.
-Antón…-volvió a llamar
-¿Pero qué…?- la pregunta quedo al aire cuando giro hacia Lynn, repetí la acción encontrando a Lynn más roja que un tomate inhalando y exhalando muy fuerte, con una mano apretando la mesa.
¡Se rompió la fuente señores!
-Adam- llamo mi padre- ve por el auto- Adam estaba en shock por lo que pasaba, así que tome uno de los vasos con agua que estaba en la mesa y se la arroje sacándolo de su estado.
-¡¿Qué?!
-¡QUE VAYAS POR EL MARDITO AUTO!- grite y eso basto para que reaccionara y saliera corriendo hacia el auto.
-vamos ayúdame- dijo acercándose a Lynn, la tomamos cada uno por un brazo y la levantamos llevándola lo más rápido posible a la puerta. Todo paso tan rápido.
Llego Adam haciendo cambio conmigo, uno de los guardas ya estaba de piloto, metimos a Lynn al auto, subí al puesto de copiloto y arrancamos. El viaje fue aterrador y más para mi padre al cual Lynn amenazó durante todo el viaje con que lo castraría mientras duerme.
No sentí el viaje pero cuando menos lo vimos ya estábamos entrando al hospital con Lynn sosteniéndose del pelo de Adam y Antón. Unas enfermeras llegaron una silla de ruedas y se la llevaron.
-No pueden pasar, lo siento- nos detuvo una enfermera.
Nos quedamos a medio pasillo viendo como la llevaban. Tomamos asiento mientras llamábamos a los familiares que más cercanos eran a nosotros. Que en resumen eran el abuelo Meyer y mi primo Carl, venían en camino porque eran los únicos cercanos.
Dos horas después ya estaban el abuelo y Carl. Todos con los nervios de punta esperando y esperando. Pasaron dos, cuatro hasta que se cumplieron seis horas cuando una enfermera llego a decirnos que solo un familiar podía entrar para acompañarla, claramente entro Antón.
Ya había pasado media hora cuando llego Carl con cafés para todos menos para el abuelo- ten- me tendió uno y lo tome sintiendo un pequeño toque por lo caliente- perdón, olvide avisarte que estaba casi hirviendo- sonrió y se sentó a mi lado.