Mi Secreto

Descontrol

Tenía una almohada cubriendo toda mi cara, tratando de evitar los llantos a las 2:30 de la madrugada. Emmy mi nueva hermanita ya llevaba dos semanas en casa y no paraba de llorar en las noches, papá tuvo que tomar unas vacaciones para poder ayudar con la bebé que por cierto en el día dormía pero en las noches era preferible o aguantar los llantos o irte a otro lado de la casa a dormir.

-oye…- quite la almohada de mi cara para encontrar a Adam a un lado de mi cama con su almohada y una manta- ¿quieres ir a la biblioteca? Tal vez ahí no llegan tanto los llantos- sonreí y tome una almohada y mi manta.

Salimos de la habitación en puntitas y bajamos hasta la biblioteca, los llantos fueron disminuyendo y cuando llegamos a la biblioteca se escuchaba muy de lejos los llantos.

Juntamos los sofás que había en un rincón y nos abrigamos.

-por fin- suspiro Adam una vez se escucho solo el aire de la fría noche.

-sí, esto será por un muy buen tiempo

-Wald…

-¿sí?

-no te preguntas ¿Cómo habrán sido nuestras mamás? Digo quiero mucho a Lynn pero… no sé, quisiera saber más sobre mi madre biológica o como era- comprendía a Adam, a veces mientras leía oculto deseaba que uno de los personajes fuera mi madre o algo acerca de ello.

-yo también.

Tome aire queriendo dormir pero ahora mi sueño fue espantado al pensar en mi madre.

-¿Qué nos espera Wald? Antes de Leo y Ava no teníamos una vida tan… rara a excepción de que nos comunicáramos con ellos pero a veces creía que era mi imaginación-asentí confirmando lo último.

-respondiendo a tu pregunta es que la verdad no sé, Nick y su loca familia que se supone nos protege, la madre y el padre de Ava y Leo, nuestros poderes o talentos… todo, es nuevo y créeme que empiezo a emocionarme por saber más pero también me da miedo

-Wald…- volvió a llamar, esta vez gire hacia mi lado derecho para ver su rostro, repito la acción- gracias por ser mi hermana- sonreí.

-gracias por ser mi hermano- tome su mano- ¿siempre juntos?- pregunte haciendo que sacara una pequeña risa.

-siempre juntos hasta…-apretó mi mano- hasta en la oscuridad- reí negando.

-somos tan cursis- y comenzamos a reír- ya, ya durmamos en la mañana debemos hablar con Leo, tengo algo que preguntarle- asintió.

Nos acomodamos mejor, la densa oscuridad y el fuerte aire fue lo último que escuche antes de cerrar los ojos.

En la mañana nos alistamos sin hacer ruido ya que Lynn y Antón estaban profundamente dormidos al igual que Emmy, a mi me gano la ternura de ver a los tres juntos en la cama y les tome una fotografía.

Llegamos a la escuela en busca de Ava y Leo pero que ni debajo de una roca encontramos.

-¿Dónde carajos se metieron? Quedamos en que hablaríamos ahora en el almuerzo y no se han aparecido- Adam soltó un gruñido- ni siquiera el imbécil de Nick vino- tomo su galleta masticando de mala gana.

-si es raro y no dijeron nada- mi apetito se fue al instante.

Nos quedamos en silencio hasta que muchas en realidad muchas adolescentes comenzaron a susurrar, gire para ver porque tanto revuelo. En especial cierta castaña.

-¿Cómo se llamara?- pregunto Adam gire a verlo con cara de “esa… ¡¿En serio?!”- ¿Qué? Yo hablo de su amiga la pelirroja- regrese de nuevo mi vista hacia ella y… si ciertamente estaba su amiga.

-no sé, iré a preguntarle- me pare aun dándole la espalda a Adam. Me tomo del brazo en segundos, gire y lo vi con ojos abiertos del miedo.

-¿Qué haces?- pregunto al instante. Entrecerré los ojos e hice una expresión de sorpresa.

-¿estoy viendo a un Adam nervioso acaso?- insinué

-¿Qué…? No, es solo que yo… eeeeh- si estaba nervioso.

-con que si te gusta ¿eh?- levante una ceja, sonreí y me zafe de su agarre- tranquilo no iré…- eso lo relajo- pero como no me mandas…- abrió más los ojos y en seguida corrí hacia el grupito de la rubia, sentí un jalo en mis brazos pero di varias patadas para que me dejara.

Todas la miradas se dirigieron al pequeño show de patadas y golpes que nos dimos con Adam a medio comedor, le propine una patada que lo hizo caer y un “oooh” por parte de todos se escucho. Casi salí invicta pero cuando intente seguir caminando una mano rodeo mi tobillo y también caí.

-carajo…- dije entre quejas. Gire a mi lado derecho para ver como Adam se retorcía más que yo- bueno al menos no estoy como tu- reí y su mano en un puño llego a una parte de mi estomago dejándome sin aire.

-ahora estamos igual- dijo igual entre quejas. No tuve en cuenta que el resto también reía- y eso que en la madrugada estábamos cursis- sonreí ante ello.

Me puse en posición de ovillo al igual que Adam y es que si algo teníamos era fuerza, aun sentía el golpe que me dejo sin aire. Seguimos así unos segundos hasta que el ruido de cómo abrían las puertas del comedor nos hizo levantar un poco la vista.

Unos tacones resonaron dejando a todos callados, llegaron hasta estar cerca de Adam y yo- Me pueden decir ¿Qué están haciendo?- eleve la mirada desde sus tacones azules haya su cabello color miel bien peinado, jamás había hablado con la directora y mucho menos estar así de cerca de ella.

-directora, hasta que nos conocemos- dijo Adam aun retorciéndose y haciendo sonar unas risitas de parte de los adolescentes.

-arriba, ahora- resople- ¿Algún problema?- reí así como Adam.

-para nada directora es solo que… ¿usted como estaría si un chico con más fuerza que usted le hubiera dado un golpe en el estomago que le hizo sacar todo el aire?- pregunte obviando lo que me hizo hace rato Adam.

-hablaremos luego- advirtió. Se giro para seguir su camino.

Aaaah si que si, era una bruja.

El grupo de la rubia comenzó a soltar risitas y suspiros. Y seguía sin saber el porqué hasta que sentí la mano de alguien en mi hombro- Adam quítate si no quieres que te castre- dije aun de espaldas.




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