Mi segundo nombre es desastre.

Capítulo 4: ¡¿Hermanos?!

Después de levantarme increíblemente temprano para hacer los brownies que comeremos en la cena de esta noche, me sirvo una taza de café y tomando uno de los brownies recién salidos del horno me siento en la mesa del comedor mientras juego con mi teléfono y espero que se haga la hora de alistarme para ir a trabajar. Varios minutos y dos brownies después, Tomas y Henry salen de la habitación de este último y dirigiéndose a la cocina donde toman sus tazas de café para luego mirar fijamente los brownies.

—Ni se les ocurra agarrar más de dos brownies, los estoy vigilando además de que se exactamente cuántos brownies hay así que si se les ocurre agarrar más lo sabré —digo cuando veo como la mano de Henry se acerca a la bandeja.

— ¿Solamente dos? —pregunta frunciendo el labio en lo que parece ser un puchero.

—Si, en la noche comerán más así que no quiero quejas, además hice galletas y esas si pueden devorarlas si quieren —me levanto de la mesa y lavando mi taza me dirijo a mi cuarto para alistarme.

Luego de bañarme me visto con un vestido de encaje blanco por encima de mis rodillas y con las mangas a la altura de mis codos, me peino mi cabello castaño en una muy elaborada trenza del lado y después de maquillarme y porque estoy de buen humor decido usar los tacones negros con lazos en el frente que tanto amo.

Al salir de mi cuarto me encuentro a Tomas y a Henry sentados en la mesa del comedor devorando galletas, al verme ambos se quedan boquiabiertos y luego de unos segundos de silencio Henry sonríe mientras dice:

—Te ves absolutamente increíble Andie.

—Yo siempre me veo increíble Henry —respondo mientras sonrío.

—Amanecimos un poquito diva hoy —bromea Tomas mientras se levanta de la mesa—, tengo que alistarme para el trabajo, nos vemos más tarde Andie.

Después de despedirme de Henry tomo el envase de galletas que había guardado previamente con la intención de llevarlo al trabajo y saliendo del departamento me dirijo a la editorial. El trayecto resulta ser bastante ameno pues me paso prácticamente todo el rato escuchando música y cantando, al llegar a la editorial bajo del auto con una sonrisa y comienzo a saludar a todos con una sonrisa mientras me dirijo a mi oficina.

¿No les ha pasado que existen días en los que simplemente se levantan con muy buen humor? Que aunque el día no tenga nada de especial es imposible el no estar feliz y sonreír como si fuera el mejor día de toda tu existencia. Bueno, para mi hoy es uno de esos días.

Llego hasta el piso donde se encuentra mi oficina y tras saludar a todos me siento en mi escritorio mientras espero a que Karah llegue, 5 minutos después observo como ella se acerca a mi oficina dando brinquitos.

—Buenos días señorita Duque ¿Cómo está usted esta mañana? —pregunta Karah con formalidad.

—Buenos días señorita Derry yo me encuentro increíblemente bien ¿Cómo se encuentra usted? —respondo siguiéndole el juego.

—Me encuentro muy bien gracias por preguntar —responde con solemnidad para luego estallar en carcajadas.

— ¿Quieres galletas? —pregunto mientras le acerco el envase.

— ¿Galletas hechas por ti? —Me quita el envase de las manos y me mira emocionada—, eso ni se pregunta, sabes que me encanta todo lo que cocinas.

—Eso es tan dulce —digo feliz—, porque no dejas las galletas aquí y les dices a todos que si quieren pueden venir a probarlas.

—Mis preciosas —dice Karah tomando el envase de las galletas e imitando de manera muy realista al personaje del señor de los anillos, aunque dicho personaje no tenía la boca llena de galletas.

—Deja de payasear —digo riendo—, necesito que por favor subas y me traigas el diseño de la portada del libro que esta pronto a ser publicado.

—Está bien jefa —responde dándose la vuelta y comenzando a caminar hacia la puerta.

—Karah… —la llamo.

—Dime Andie —sonríe inocentemente.

—Las galletas —digo señalando el envase que aún tiene en sus manos.

Mirando el envase resopla levemente para luego colocarlo en mi escritorio, tomar varias galletas en sus manos y caminar hacia la salida. Me enfrasco rápidamente en mi trabajo con las ocasionales visitas de mis compañeros en busca de galletas y conversación, al llegar la hora del almuerzo me sorprendo al ver que aún quedan bastantes galletas por lo que las guardo en mi escritorio y salgo para encontrarme con Karah y Faith para ir a almorzar.

Faith Grae Talamosi es una de mis compañeras de trabajo y una gran amiga, es una persona sumamente romántica lo que es bueno considerando el hecho de que ella es la jefa del departamento de romance, aunque al igual que yo tiene muy poca experiencia en lo que a citas se refiere.

Una vez que estamos las tres en el vestíbulo comenzamos a dirigirnos a nuestro restaurante favorito y luego de almorzar nos devolvemos a la editorial deteniéndonos en mi oficina para comer galletas con café y hablar.

—Tienes que enseñarme la receta de estas galletas —dice Faith mirando las galletas con adoración —, son magníficas.

—Estaría encantada de hacerlo —respondo con una sonrisa.




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