Mi segundo nombre es desastre.

Capítulo 5: La vida y sus misterios.

Una vez que Sebastian entró al departamento, me apresure a entrar también y cerrar la puerta tras de mi para luego buscar rápidamente a Henry, por suerte lo encontré solo en la cocina mientras le ponía los últimos detalles a la comida así que acercándome a él susurro:

—Ni se te ocurra tratar de emparejarme con el hermano de tu novio.

— ¿Por qué no? —pregunta también susurrando.

—Luego te cuento —respondo simplemente—, así que por favor no intentes propiciar nada entre nosotros.

—Está bien cariño —agrega y tomando el envase donde se encuentra la pasta se dirige a la mesa.

Tomo la bandeja que contiene el pan recién horneado y sigo a Henry. Al llegar al comedor veo a Tomas y a Sebastian sentados en la mesa hablando animadamente y después de que Henry y yo colocamos las cosas en la mesa, nos sentamos de manera que Sebastian y yo quedamos frente a frente.

—Sebastian, te presento a mi novio Henry y a su mejor amiga Andie —dice Tomas señalándonos —. Chicos él es mi querido hermano Sebastian.

—Gusto en conocerte Sebastian —dice Henry estrechando su mano mientras que yo me limito a tomar un sorbo de mi bebida.

—Andie, mi hermano también trabaja en una editorial —dice Tomas en un intento de hacer que le preste atención al ser ubicado frente a mí.

—Lo sé —replico desinteresadamente y ante sus miradas intrigadas prosigo—, trabajamos juntos.

—Es decir… —comienza Henry abriendo los ojos con incredulidad para después alternar su mirada entre Sebastian y yo—, que él es quien…

— ¡No termines esa oración! —digo interrumpiéndolo—. Simplemente comencemos a comer.

Tomas y Sebastian me miran extrañados mientras que Henry me dedica una mirada que prácticamente grita ¡Tienes cosas que explicarme!, tras unos segundos los tres hombres finalmente asienten y luego comienzan a comer.

— ¿Cómo te fue hoy en el trabajo Andie? —pregunta Henry tras unos minutos de silencio en donde simplemente nos dedicamos a comer.

—Muy bien ¿A ti como te fue? —respondo sonriendo mientras trato de ignorar la presencia del rubio frente a mí.

—Bastante bien, hay una niña que es una completa genio.

—Genial —digo para luego quedarnos de nuevo en silencio.

— ¿Desde hace cuánto tiempo se conocen? —pregunta Sebastian después de unos segundos mientras nos señala a Henry y a mí.

—Desde que estábamos en preescolar —responde Henry—, hemos sido mejores amigos desde entonces.

— ¿Y cómo decidieron vivir juntos? —pregunta con curiosidad.

—Andie y yo fuimos juntos a la misma universidad solo que estudiamos diferentes carreras, al momento de graduarnos sabíamos que no queríamos seguir viviendo con nuestros padres pero tampoco queríamos vivir completamente solos —dice Henry.

—Y dado que Rissa es demasiado independiente como para vivir con otra persona y no creo que Elías deje la casa de sus padres en algún momento, la mejor solución fue que Henry y yo viviéramos juntos —añado.

—Nos ha ido bastante bien —dice Henry mientras sonríe supongo que recordando todas las cosas que hemos vivido en este departamento.

—Sobre todo con Hades —replico riendo pues Henry y Hades no se llevaban nada bien en un principio.

— ¿Quién es Hades? —le susurra Sebastian a su hermano pero todos lo escuchamos.

—Su gato —le responde Tomas.

— ¿Y dónde está? —pregunta Sebastian y sé que está a solo instantes de hacer uno de sus comentarios burlones.

—El ya… El ya no está aquí —respondo tartamudeando mientras mis ojos lagrimean un poco.

Mientras Henry y Tomas me miran confundidos pues ellos saben que Hades se encuentra en mi cuarto durmiendo, la sonrisa que estaba formándose en los labios de Sebastian muere rápidamente y de inmediato este comienza a mirarme un poco alarmado.

—De verdad lo lamento —dice Sebastian y tengo que cubrir mi cara con mis manos para que no me vean riendo.

La mesa se queda en silencio por unos instantes hasta que ya no puedo aguantarme más y descubriendo mí cara comienzo a reír a carcajadas. Sebastian me mira como si estuviese completamente loca y a pesar de que Henry y Tomas están ya acostumbrados a mi rara manera de ser, estos también me miran como si hubiese perdido la cabeza.

Al cabo de unos segundos finalmente consigo calmarme lo suficiente como para decir:

—Estaba bromeando tranquilo, Hades se encuentra completamente bien durmiendo en mi cuarto.

— ¡Estás loca! —Dice Sebastian mirándome ligeramente enfadado—, con esas cosas no se bromean.

—Eso es porque no conoces a Andie, ella suele bromear con las cosas más inapropiadas —dice Henry mirándome con reproche.

—Entonces no me sorprende el hecho de que no tenga una relación ¿Quién querría estar con semejante loca?

—Disculpa —replico mirándolo mientras siento como mi temperamento comienza a hervir—, pero la razón por la que yo no me encuentro en una relación actualmente es porque simplemente no quiero, además si estoy o no en una relación no es para nada asunto tuyo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.