Mi segundo novio, mi primer amor.

VI

A pesar de mi ausencia, seguía ahí. No era algo pasajero, por lo menos así comenzaba a pensar. Pero mis pensamientos estaban divididos, ¿debería ir o no? No tengo porque contarle lo que me sucede, no hay ningún tipo de lazo u obligación entre nosotros como para darle una explicación, sin embargo, se debe tener claro que personas merecen una explicación y quiénes no. Y él lo merecía. Su actitud, su atención y su manera de ser conmigo, demostraban que él debía saber lo que sucedía. No era justo simplemente desaparecer.

La decisión está tomada. Iré a hablar con él. Aunque no estoy segura de si podré decirle todo, pero definitivamente sí lo importante en este momento.

 

 

Está lloviendo demasiado. Llueve a cantaros. Si sigue de esa manera no lograré ir a tiempo al café con Eithan. Son las 5.02 pm. Tengo chance hasta las 5.15 pm para que deje de llover y llegar a tiempo, de lo contrario llegaré después de la hora.

Todos estos días atrás los días habían estado nublados y un poco fríos, pero no había llovido. Y precisamente llueve hoy. El cielo estaba gris claro, luego se empezó a poner de un gris más oscuro y terminó lloviendo a cantaros y con relámpagos y truenos. Incluso cuando miras por las ventanas, ves el horizonte totalmente blanco, las casas desaparecieron y lo único que alcanzas a ver es la luz de los relámpagos, los rayos que caen a lo lejos. No tiene buena pinta, por el balcón tengo una vista amplia y no veo ninguna esperanza de que pare de llover.

Un rayo acaba de caer en el poste del barrio e inmediatamente las luces del apartamento se apagan. También las de las demás casas. Por el balcón alcanzaba a ver algunas luces prendidas en frente. Joder ¿y ahora? Primero debería mandarle un mensaje a Eithan.

Ani.

Hola. Tengo todas las intenciones de hablar contigo, pero no para de llover. Y un rayo ha caído en el poste de luz de mi barrio. Se ha ido la luz.

Enviado. 5:11 pm.

Espero que me responda. No sé si tal vez estaba en el centro y haya podido irse al café, o si aún no ha salido de casa. Ojala que no. Así no pierde el tiempo esperándome. Mientras tanto voy a buscar velas para tenerlas a la mano cuando oscurezca más. Por el momento puedo estar sin ellas porque aún se ve iluminada la casa. Menos mal hay un paquete de seis velas. Son más que suficientes. El celular ha sonado.

Eithan.

Hola. Yo tampoco he podido salir de casa. ¿estás bien? ¿solo eso hizo el rayo?

Recibido. 5:13 pm.

Ani.

Sí, estoy bien, es lo único que ha pasado. Tendré que iluminar con velas. ¿Qué haremos para hablar?

Enviado. 5:15 pm.

En este momento tengo muchísimas ganas de hablar con él, no quiero que nada me quite esta voluntad que tengo. El hecho de que esté lloviendo no me hará decir “gracias a Dios, podemos aplazarlo”. No. Las cosas deben hacerse cuando es el momento y hay voluntad para hacerlo. Lo más valiente que puedo hacer por mí en este justo ahora es revelar mis miedos, enfrentarlos junto con mi realidad y mi pasado. Lo mejor que puedo hacer es dejarlo salir, empezar de nuevo conmigo, hacer un cambio, vivir mi vida de manera distinta. Y también permitir que Eithan me ayude. Independientemente de si busca una amistad o algo más. 

Ani.

¿Qué te parece si vienes a mi casa cuando escampe? Podemos hablar y comer algo aquí.

Enviado. 5:18 pm.

 

Espero que acepte.

 

Eithan.

Estaremos a oscuras, pero me parece un plan perfecto. En cuanto escampe estaré en tu casa. ¿llevo dinero o algo para comer?

Recibido. 5:19 pm.

Ya que se ofreció en colaborar con la cena, miraré rápidamente si hay algo que falte. En el refrigerador hay gaseosa y jugo. Hay carne y cerdo. Vegetales y frutas. En las gavetas hay comida instantánea, pastas, arroz, café. Realmente no hace falta nada. Hice el mercado hace dos semanas y aún hay muchas cosas. Pero ya sé que puede traer.

Ani.

Perfecto. Estaré pendiente. Puedes traer el postre. En casa no hay nada dulce.

Enviado. 5:24 pm.

            Afortunadamente está comenzando a escampar. Eso quiere decir que estará aquí aproximadamente entre las 5:45 y las 6:00 pm. Y menos mal soy muy organizada y limpia. Hoy hice aseo, toda la casa está en orden, la cocina está limpia. Incluso mi habitación esta aseada. No tengo nada de qué preocuparme en ese sentido.

            Pero algo si me sucede y es que comienzo a ponerme nerviosa. Han pasado varios días, unos cinco o seis, no sé cómo reaccionar. La última vez que nos vimos las cosas no quedaron muy bien, más bien yo hice algo que probablemente no debía y todo se tornó tenso. Así lo veo yo.



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En el texto hay: primer amor, drama y problemas

Editado: 23.05.2019

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