Owen condujo a Káel hasta un pasillo largo que estaba repleto de pequeñas habitaciones, y le explicó:
“Los novicios que recién ingresan en la academia no tienen muchos privilegios, debido a que la mayoría de ellos no tienen demasiado talento y jamás lograrán alcanzar el camino de un verdadero mago en el futuro. Pero al menos obtendrán una habitación propia donde pueden dormir y guardar sus cosas de forma segura.”
Luego se detuvo frente a una pequeña habitación, y sentenció:
“Este será tu cuarto desde ahora, habitación 48, no pierdas la llave.”
Káel dejó sus pocas pertenencias en el lugar y observó detenidamente el cuarto. Solo había una cama simple que parecía una piedra, un armario algo magullado, un reloj antiguo y una pequeña mesa de madera con una nota sobre esta.
“Léela con cuidado, en esa nota se detallan los horarios y obligaciones que deberás seguir a partir de ahora. Además, como habrás notado, los baños para los novicios son públicos…” agregó Owen con una ligera sonrisa.
Káel asintió con la cabeza, claramente el lugar no era un hotel 5 estrellas, pero tomando en cuenta la enorme cantidad de novicios que había en la academia, no podría pedir más que esto. Después de todo, los novicios eran lo más bajo en el mundo de la magia.
“Bien, esto es todo por ahora. Además, ha sido un largo viaje y necesito descansar en mi cómoda cama triple, con mis blandas almudadas de plumas de ganso, mientras algunas de mis múltiples asistentes me hacen un suave masaje relajador. Así que cualquier duda que tengas… recuerda leer la nota otra vez ¡Adiós!” comentó apresuradamente Owen, cerrando la puerta de la pequeña habitación, y dejando a Káel aturdido y solo dentro de esta.
« … »
« ¡No me sorprendería si te eligieran como el padre del año! ¡Maldito presumido ególatra! »
Káel enfocó su visión en la nota y comenzó a leer el cronograma y las reglas del lugar.
Luego de revisarla con atención, notó que los novicios podrían asistir a distintas clases de forma gratuita que se dictaban a lo largo del día. Pero también había algunas que tenían un coste adicional, este coste era en algo llamado Puntos de Reconocimiento. (PR desde ahora)
Para obtener PR como novicio había tres formas en total. La primera era esperar un mes, ya que se otorgaban 5 PR por mes a cada novicio. La segunda era aprobar una serie de exámenes semanales que otorgaban 5 PR cada uno. La tercera era más complicada, se trataba de apostar contra otro novicio en la arena. Las peleas entre novicios estaban prohibidas dentro de la academia, con excepción de las que se realizaban en la arena. Se podía desafiar a otro novicio a un combate singular en la arena en cualquier momento. Y si el desafiado aceptaba el combate, debían acordar previamente el monto en PR que apostarían y el ganador se llevaría todo.
« Simple, pero efectivo. Quizás desafíe a alguien en un futuro. »
Además los PR no eran algo físico que pudieras llevar en una bolsa de cuero como las monedas de cobre, si no que eran una unidad monetaria que se cargaba directamente dentro de la esfera mágica de medición de cada novicio y su utilidad se limitaba a los terrenos pertenecientes a la Academia Celestine. Fuera de la academia, no tendrían ningún valor. Cada esfera mágica de medición tenía por defecto 5 PR en total, así que esta era la cantidad total que disponía Káel en este momento.
« ¡Interesante! Este sistema me da algunas ideas que podrían volverme rico en un futuro. Pero de momento será mejor que me limite a asistir a mi primera clase gratuita. »
Káel abrió el armario y encontró varias túnicas de color gris en muchos talles diferentes. Pero incluso hasta la más pequeña de todas le quedaba un poco grande, debido a que no estaban pensadas para ser usadas por un niño de 6 años de edad. De todas formas se la colocó antes de abandonar su habitación.
***
Después de dar algunas vueltas y perderse por la enorme academia, Káel finalmente encontró el salón de su primera clase gratuita.
« ¡Historia de la magia! »
Era una suerte que hubiera salido una hora antes del inicio de la clase, de lo contrario jamás hubiera llegado a tiempo, ya que, el pabellón de novicios de la academia, era demasiado grande y confuso.
Al entrar al salón notó que ya había una buena cantidad de jóvenes reunidos dentro. Káel observó que no había sillas normales en este lugar, lo cual le pareció curioso. En su lugar, había unos picos redondeados alrededor de la sala, que les permitían a las personas apoyarse sobre estos.
Minutos después, un anciano de túnica azul que se presentó a sí mismo como Jarrod entró al salón y comenzó a hablar con su ronca voz.
“Muchos de ustedes quizás ya conozcan sobre esto, pero para los que no, les informo que se trata de un disco holográfico. Este disco permite reproducir una escena del pasado que ha sido grabada con magia.”
Luego, se aclaró la garganta, y continuó:
“A continuación veremos un antiguo disco que ha sido guardado por la academia durante los últimos 350 años. Se trata de imágenes de la conocida Guerra del Conocimiento, la cual fue el inicio del sistema de gobierno actual que todos conocemos y gracias a la misma todos ustedes pueden estudiar magia libremente en la actualidad.”
Káel ya había leído algo sobre esto en la biblioteca de su pequeña aldea. En ese entonces creyó que se trataba de una obra de fantasía, sin mayor importancia, e ignoró todo el contenido histórico del libro. Pero debido a su memoria especial, jamás lo olvidó.
Aparentemente en el pasado la magia estaba prohibida por la Iglesia de la Verdad y todos los magos eran considerados criminales que debían ser cazados. De hecho, la iglesia insistía en que los magos no eran humanos, y los asociaban falsamente con los demonios para incentivar su matanza.