Algunos días pasaron y el examen para aprendiz finalmente llegó.
El grupo se reunió temprano solo para notar que, además de ellos cuatro, apenas había una persona más en el lugar del examen. Era una chica de unos 13 años de edad, con cabello negro y rasgos finos, que Káel ya había visto anteriormente en la academia algunas veces.
Esta joven solía ser tímida y pocas veces hablaba en público. Además, se podría decir que la culpable de su bajo perfil actual era Kendra, quien solía reprimirla en constantes ocasiones durante las clases en conjunto cuando la joven quería participar.
Káel había visto este comportamiento enfermizo varias veces desde su primera clase en la academia, cuando Kendra la corrigió frente a toda la clase en medio de la conferencia sobre Sadner Morgan. Finalmente, en aquella ocasión, ninguna de las dos chicas tuvo la razón, y fue Cedric Modric quien destacó con la respuesta más cercana a la realidad.
“¿Qué estás haciendo aquí Sheila? ¿Podría ser que también quieras convertirte en una aprendiz con tus pequeñas habilidades?” soltó Kendra, con una mueca de desagrado y desprecio en su rostro.
Káel ya había visto esta expresión de Kendra antes, pero hasta ahora generalmente estaba destinada únicamente hacia Cedric.
La joven Sheila se acercó hacia el grupo, e ignorando el comentario sarcástico de Kendra, se inclinó levemente hacia Cedric, mientras decía con su diminuta voz:
“Hermano mayor, muchas gracias por su gentil invitación. De no haber sido por su ayuda, no habría podido pagar el coste de los exámenes de aprendiz y sería imposible para mi estar aquí hoy”
Cedric asintió con la cabeza sutilmente, mientras al mismo tiempo Kendra parecía haberse convertido en un gato al cual le pisaron la cola.
“Tu… ¿Le pagaste los exámenes a ella? ¡Precisamente a ella!” soltó Kendra, totalmente indignada, mientras su rostro se ponía rojo debido a la furia que sentía.
Cedric se encogió de hombros, y dijo:
“Son mis Puntos de Reconcomiendo y puedo hacer lo que quiera con estos, incluso transferírselos a otra persona”
“Tu… bastardo… algún día verás…” resopló Kendra, que estaba tan enojada que no podía decir una frase entera coherente. Luego se marchó hacia el interior del salón de exámenes sin mirar atrás.
~ BAN ~
La puerta del salón se cerró con fuerza.
Káel vivió como espectador esta curiosa situación, mientras se preguntaba si se había perdido de algo.
Durante los últimos días la actitud de Kendra hacia Cedric había mejorado bastante, sin embargo, ahora sucedía este enorme revés ¿Es que no había forma de que estos dos pudieran llevarse bien durante una semana entera? Además… ¿Por qué se había molestado tanto ella?
« Bah… no es mi problema » pensó Káel intentando restarle importancia al asunto. Pero, en el fondo, sabía que esto era algo que podría poner en peligro la unión de todo el grupo.
Killian dio un paso adelante, y reprochó:
“Hermano mayor, esta vez debo decir que no estoy satisfecho con tu decisión. Entrenamos juntos durante tanto tiempo para este momento, pero ahora decidiste unilateralmente sumar a otra persona al grupo, y precisamente tenía que ser ella.”
En este mundo, el termino de hermano mayor solía usarse como un símbolo de respeto hacia alguien superior con quien compartían penas y glorias. Básicamente, era la forma correcta de dirigirse hacia alguien de la misma generación que fuera superior a uno.
Cedric mostró una amarga sonrisa, y confesó:
“Yo… no tuve elección. Hace poco mi padre me envió una carta donde me ordenó ayudarle a pasar los exámenes, usando todos los medios que tuviera a mi alcance. Sabes tan bien como yo que no puedo ir en contra de los deseos de mi familia, al menos por ahora.”
Killian entendió la situación y dio un largo suspiro.
“Además, ella no parece ser una mala chica… Y, al igual que yo, no tiene la culpa de lo que suceda con nuestras familias.” soltó Cedric levemente, sin mostrarse demasiado convencido de sus propias palabras.
“¡Basta de dramas! No sé lo que está pasando aquí exactamente, pero, en el peor de los casos, solo debemos permanecer unidos como hasta ahora. Y si Kendra quiere salirse del grupo es su problema. Incluso si esto pasa, todavía seguiremos siendo cuatro después de todo.” mencionó Káel que ya estaba un poco harto de que hablaran frente a él sobre un problema del cual no sabía nada.
“Me temo que la situación no es tan simple como crees…” suspiró Killian, y luego agregó:
“No hay tiempo para explicar sobre esto ahora. Entremos al salón o perderemos los exámenes.”
***
Los requisitos para tomar los exámenes para convertirse en aprendiz eran:
- Fortaleza mental mínima de 1.
- 50 puntos de mana o más.
- Poder lanzar un conjuro elemental de cualquiera de las sub-clases enseñadas en la academia.
- Aprobar todos los exámenes de al menos 4 disciplinas distintas.
Estos requisitos básicos fueron fácilmente cumplidos por todos, e incluso Sheila los cumplía sin problemas.
Una examinadora, de expresión seria, les entregó un examen escrito, el cual estaba basado en las disciplinas en las cuales se habían especializado a lo largo de los últimos años cada uno de ellos.
Káel había superado todos los exámenes del pabellón de novicios en varias disciplinas distintas como idioma mágico ancestral, historia de la magia, herbología, zoología y morfología mágica.
También había estudiado muchas otras disciplinas como arquería, esgrima, astronomía, astrología, entre otras tantas; pero debido a su falta de tiempo, u otros problemas diferentes, no había podido completar todos sus estudios en estas todavía. De todas formas, esto no era una complicación ya que era innecesario hacerlo para seguir progresando en la academia.