Káel ya estaba mosqueado con este oso rojo desde la última vez, cuando destruyó todo el campamento; causando un desastre y devorando sus provisiones. Además, él estaba seguro de que era el mismo oso, debido a su visible cicatriz en el ojo izquierdo.
Káel metió la mano en su bolsa, y lanzó un par de pociones alquímicas al fuego donde cocinaban antes. Al instante, un olor fuerte invadió toda la cueva y, con esto, se aseguró de bloquear temporalmente el poderoso olfato del oso.
“¡Quizás seas el oso de esta zona, pero yo soy el domador de osos de todas las zonas!” rugió Káel, visiblemente enojado, mientras movía sus manos velozmente; formando una seguidilla de sellos mágicos. Esta vez estaba decidido a acabar con esta bestia de una vez por todas.
Murus Ignis (Muro de Fuego)
El fogón, donde cocinaron el estofado, se elevó al instante; y una llamarada salió disparada desde el suelo hasta el techo de la cueva, formando una pared de fuego puro.
El oso y el grupo quedaron separados por las llamas, mientras la sabrosa comida fue totalmente rostizada en el proceso.
“Escuchen todos, solo repetiré esto una última vez ¡Vamos a matar a este maldito oso ahora! El que se atreva a intentar escapar, será expulsado de la facción, y juro darle caza luego ¿Quedó claro o no?” sentenció Káel, con determinación pura inyectada en sus ojos.
Cedric, Killian y Kendra quedaron atónitos. Era la primera vez, en todo el tiempo que llevaban juntos, que veían a Káel actuar tan dominante ¿Quizás convertirse en un líder de una facción realmente cambiaba a las personas? Pero de todas formas no tenían ninguna objeción, matar al oso era algo que todos querían.
“Incluso si esta potenciado por las llamas del fogón, mi sello de fuego no durará mucho más. Así que pongan atención y hagan exactamente lo que les digo.”
Káel señaló un cuadrante del piso de roca de la cueva y, con una expresión seria, dijo:
“Cedric, con tu nivel actual ya deberías ser capaz de esto… ¡Haz un agujero en esta superficie de roca usando tu magia de tierra! ¡Que sea lo más profundo que puedas! ¡Rápido!”
Cedric asintió y comenzó a trabajar velozmente. Sería imposible para él haberse desarrollado en la subclase magma, sin antes poder ejecutar su magia de subclase tierra sobre las duras rocas. Además, era un genio en lo que a magia tierra respecta, en todos sus escenarios posibles. Pero, de todas formas, escarbar en el duro piso de roca de la cueva con su magia, era algo mucho más desgastante que operar sobre la suave tierra normal del bosque, y acabaría agotando todo su maná eventualmente.
“Aldair necesito que hagas uno de tus encantamientos de ilusión para ocultar el agujero que esta creando Cedric. Asegúrate de que parezca que es el suelo normal de la cueva ¡El oso no debe detectar la trampa!”
“Kendra, deberías ser capaz de arrojar un campo de oscuridad sobre un objetivo cercano durante un breve tiempo ¿Verdad? Necesito que ciegues la visión del oso cuando mi Muro de Fuego se termine, para darle el suficiente tiempo a Cedric y Aldair de terminar la trampa.”
“Killian, cuando el fuego se extinga, usa tu más rápido conjuro de viento para golpear constantemente el rostro del oso. Con algo de suerte esto ayudara a confundir sus sentidos durante un breve instante, pero me conformaré con que no pueda escuchar claramente hasta que terminemos la trampa.”
“Alice, Blanca y Tullido; una vez que el oso caiga en el agujero, deberán atacarlo con todo lo que tengan. No me importa cuán duro sea este maldito, hoy quedará hecho trizas o no me llamo Káel.” Sentenció, con solemnidad.
El grupo comenzó a trabajar con diligencia y velocidad. La actitud actual de Káel los había tomado por sorpresa a todos y era muy distinta a su suave forma de ser de siempre.
El Sello de Káel consumía una gran cantidad de maná por segundo, e incluso con la ayuda externa del fogón no podría mantenerlo demasiado tiempo.
Una vez que las llamas comenzaron a extinguirse, Kendra utilizó su magia de clase Oscuridad y cegó al enorme oso momentáneamente, mientras que Killian hizo su parte también.
El oso lucía aturdido y retrocedió algunos pasos luego de estos ataques.
“Coctis Vallisque Terram” (Estacas de Tierra)
Káel recitó el conjuro de tierra, cuando la trampa quedó terminada, y las puntiagudas estacas emergieron desde el fondo del pozo que creó Cedric. Quien tuviera la desdicha de caer al mismo, sería atravesado por estos pinchos.
Cedric podría haberlo hecho mejor que Káel, gracias a su alto dominio en la subclase Tierra, pero ya había gastado una enorme cantidad maná haciendo rápidamente el pozo en esta superficie rocosa.
“Todos, retrocedan. Kendra y Killian ya pueden liberar sus magias.”
Aunque su olfato todavía estaba bloqueado parcialmente por alguna clase de olor fuerte, el confundido oso pareció recobrar la confianza cuando logró volver a ver y oír claramente a sus presas.
Este oso rojo era bastante inteligente y sabía que algo raro estaba pasando cuando notó que estos sujetos no intentaron escapar de inmediato. Pero en el fondo no le importaba demasiado lo que estos humanos le tengan preparado, ya que tenía plena confianza en poder devorarlos a todos.
Hacía algunas semanas que no llenaba su estómago con una buena comida, debido a que los pequeños animalitos del bosque que cazaba a diario no eran lo suficientemente grandes para saciarlo. Por otro lado, las presas grandes eran escasas y difíciles de encontrar ¡Pero ahora tenía un montón de carne fresca frente a él y no perdería esta oportunidad!
El oso avanzó con ferocidad sin pensarlo demasiado, pero…
~ ¡pam! ~
La bestia calló con fuerza varios metros, sin comprender lo que pasó.
¡En donde antes había un suelo de roca firme, ahora había solo aire!