« ¿Por qué se quedaron dormidos absolutamente todos? Además ¡El silencio es abrumador y anormal! ¿Qué pasó con los grillos y las demás criaturas de la zona? ¡Algo está mal aquí! » Káel estaba bastante asustado ahora. Esta era la primera vez que tuvo una sensación de verdadero peligro de muerte inminente en esta vida. Pero, mientras miraba a sus alrededores, tratando de encontrar la fuente del peligro, algo impactante sucedió.
~ ¡¡brruum!! ~
¡Un devastador temblor se sintió en toda la zona! ¡Algo realmente enorme parecía estar emergiendo desde los anales de la tierra!
Káel tuvo que saltar hacia atrás, para esquivar la impresionante grieta que se formaba en el suelo. Pero no fue la única, varias grietas más se formaron en el terreno circundante y se expandieron a una velocidad vertiginosa.
« ¿Esto es un mega terremoto? ¿O que demonios sucede aquí? » Káel estaba totalmente impactado por la situación.
¡No había donde escapar! ¡Todo el terreno estaba sufriendo una devastación absoluta!
~ ¡¡brruum!! ~
~ ¡¡brruum!! ~
Cuando pensó que la cosa no podría ponerse peor, una enorme y horripilante sombra, emergió desde la tierra; arrasando con todo, y todos, a su paso.
Personas, animales y árboles por igual, todos volaron por el aire; causando un desastre de magnitudes colosales.
Káel logró sostenerse con fuerza de un pedazo de tierra, que extrañamente se mantuvo intacto en el lugar y que parecía no ser afectado por la destrucción a su alrededor.
Aunque era difícil de precisar, debido a la niebla de tierra que predominaba en el aire, Káel calculó que la aterradora sombra tenía más de 10 metros de altura.
La entidad lo observó, como quien mira a un insecto que puede aplastar en cualquier momento, y un mensaje telepático se transmitió en la mente de Káel.
“Montem Tenebris … Venite ad Montem Tenebris…”
« ¡Ahh! ¡Que dolor! » Káel se agarró la cabeza con fuerza, mientras resistía el punzante dolor que sentía. Las palabras estaban llenas de susurros extraños a su alrededor, era como si un infinito numero de voces se transmitiera de fondo, mientras, simultáneamente, escuchaba a la siniestra voz repetir la misma oración una y otra vez.
“Venite ad Montem Tenebris…”
El mensaje se repitió varias veces, y justo cuando la cabeza de Káel parecía estar por estallar, el mundo se volvió monocromático repentinamente y todo pareció detenerse. Ahora todo era de color blanco y negro. Todo estaba quieto.
Las cosas a su alrededor se detuvieron, el pájaro que intentaba escapar volando quedó estático en el aire. Tullido que estaba a punto de caer por una grieta, quedó suspendido en el aire. La mula de carga que había sido arrastrada junto al árbol en el que estaba atada, ahora parecía flotar en paz por los aires. Incluso Káel estaba inmóvil y sin posibilidad de mover un solo dedo a voluntad.
La sensación de no tener el más mínimo control de la situación, y de su propio cuerpo, era algo agobiante para Káel.
Luego, todo comenzó a retroceder en cámara lenta, acelerándose gradualmente cada vez más.
El árbol y la mula volvieron a su lugar original. La grieta por donde calló Tullido, se comenzó a cerrar. La enorme sombra volvió a su lugar inicial y las grietas en la tierra se cerraron. Todo parecía haber retrocedido varios segundos en el tiempo, como si de ver una película en reversa se tratase.
“Venite ad Montem Tenebris…”
Esto fue lo último que escuchó Káel, antes de abrir los ojos y erguirse abruptamente.
« ¡Que extraña pesadilla! » Este fue el primer pensamiento de Káel al despertar.
Lennox y Pequeña Zorra seguían despiertos, como vigías nocturnos designados, y nada había cambiado en los alrededores.
Káel intentó relajarse al notar que todo estaba bien.
Todo el asunto había sido una experiencia realmente terrible para él, que ahora se encontraba sudando gotas frías por su cuerpo y rostro. Káel se consideraba como alguien racional y no haría un escándalo por un simple sueño. Pero, en este momento, recordó el mensaje que se transmitió una y otra vez en su mente durante la pesadilla.
« Aunque esa voz grave, y con eco, no era totalmente clara; el mensaje que repetía si lo era. Son palabras en idioma mágico ancestral y su significado es Ven a la Montaña Oscura… » Káel analizó esto fríamente, mientras recordaba vagamente el mapa del recorrido de este viaje.
En un estado de frenesí, que no escapó de la atención de los dos vigías despiertos, Káel buscó el mapa y lo desplegó sobre el suelo cercano a la hoguera.
“Augendae Ignis” (Potenciar Fuego)
Káel murmuró esto en frente al casi extinguido fogón, y el fuego creció de inmediato; dándole una mejor visión sobre el mapa desplegado en el suelo.
« Montaña Oscura... así se llama la enorme montaña que se encuentra cerca de donde estamos. » Káel intentó forzar la vista en dirección hacia donde anteriormente había visto la enorme montaña, la cual, todos los viajeros usaban como referencia durante sus viajes, pero la oscura noche le impidió ver más haya del alcance del fogón.
Káel se conocía bien a sí mismo, y también conocía sus propios sueños. De hecho, una cosa que no cambiaría demasiado entre cada una de sus rencarnaciones, era justamente esta.
« ¿Por qué soñaría con el nombre de esta montaña en latín? Y ¿De dónde saqué la suficiente imaginación para soñar con semejante criatura devastadora de la que nunca antes supe nada? Todo esto no se parece a algo que crearía en mi mente, y además, era demasiado real… ¡Creo que alguien me atacó con alguna especie de magia de clase Mental mientras dormía!» Káel llegó a esta conclusión apresurada; mientras observaba los alrededores, en busca del agresor. Pero todos estaban durmiendo, con excepción de los dos vigías, quienes tampoco parecían haber visto nada extraño durante esta noche y hasta lo miraban de forma extraña, como preguntándose qué sucedía con él.