« He muerto otra vez… y ya es la sexta. » pensó, con frustración, el sujeto con muchos nombres.
« ¿Por qué soy tan estúpido? ¿Acaso no aprendí nada durante las primeras cinco veces? » se lamentó con vergüenza.
« Bah…ya no importa… »
« Me pregunto… ¿Dónde reencarnaré ahora? ¿Quizás en una familia rica del siglo XXI otra vez? » el anhelo de repetir su última experiencia le atraía bastante, había sido una de las mejores reencarnaciones que tuvo hasta ahora.
« No estaría mal, aunque lo dudo mucho »
« Aceptaré cualquier cosa mientras no acabe como en mi segunda reencarnación, cuando terminé siendo un esclavo de nacimiento en la antigua Roma… » recordó, con amargura.
« Basándome en mis experiencias pasadas es posible que termine en el siglo XXII o XXIII esta vez… » analizó con cautela.
« Espero que los gobiernos que siguieron luego de mi muerte hayan podido resolver el tema del calentamiento global… Odiaría ir a un mundo sin vegetación, con escasez de agua y donde la temperatura promedio supere los 50 grados. »
« Mi última muerte fue demasiado absurda, incluso para mis estándares…» la impotencia le invadió.
« Me vi envuelto en un robo armado en un supermercado y tuve la gran idea de intentar jugar al héroe… »
« ¡Que idiota fui! Tenía una gran vida en ese lugar y la eché a perder por intentar defender a un chino que me estafaba dinero todos los días, en cada compra que le hacía. » analizó, recordando al chino que durante años le dio caramelos incomibles en el vuelto, para compensar la falta de monedas, y jamás le hizo un descuento.
« Lo peor es que anteriormente morí otras 5 veces de la misma forma » recordó con enojo.
« ¿Por qué sigo intentando ser un héroe cada vez que se presenta la oportunidad? ¿Acaso soy un idiota? »
« Aquella deidad, que me bendijo hace tanto tiempo atrás, me advirtió que solo podría reencarnar hasta 7 veces en total y que si no lograba superar los 100 años de edad en ninguna de mis vidas, entonces ya no volvería a renacer jamás » rememoró con temor.
« ¡Ya solo me queda una última oportunidad! Esta vez no puedo fallar… »
« ¡He muerto unas 6 veces intentando ser un héroe y todo para nada! Debo cambiar lo que he estado haciendo hasta ahora, o la próxima vez que muera será para siempre y no habrá vuelta atrás… »
« Creo que ahora lo entiendo… ¡Esto es lo que haré! » la esperanza le invadió, se sintió iluminado y creyó haber alcanzó la respuesta que no había hallado hasta ahora.
« Esta vez seré un maldito bastardo, el más malvado y despiadado villano que el mundo haya conocido jamás ¡Si señor, así será! » se convenció, lleno de determinación, mientras se reía por dentro.
Sonaba estúpido, pero quizás no era una mala idea.
« Como dijo Albert Einstein: Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes » recordó, mientras se mentalizaba en que debía intentar algo nuevo esta vez. Incluso si fuese contra su propia naturaleza.
Él siempre había sido el típico buen tipo, con complejo de héroe, que intenta hacer lo más justo para todos; incluso cuando la situación era contraproducente para sí mismo. Pero tuvo que morirse unas 6 veces en total para poder darse cuenta de que este camino no era el correcto. Al menos, no para él.
« ¡De verdad espero no acabar como un esclavo de nacimiento nuevamente! » rogó con toda su fuerza.
Luego de echarle un último vistazo a su ensangrentado cuerpo, que yacía desplomado en el suelo, entró al oscuro portal que ya había visto muchas veces en el pasado. Este era el portal que le permitía ir a ese lugar distante y extraño, para luego poder reencarnar mientras mantenía gran parte de sus anteriores recuerdos.
Lo primero que vio al atravesar el portal fue a un joven con ropas blancas que no parecía tener un sexo definido. Lucía con los rasgos finos de una mujer, pero también tenía una leve apariencia de un hombre.
Esta persona estaba sentada sobre una burbuja transparente mientras leía algunas notas, escritas en un idioma extraño, que flotaban en el aire como por arte de magia.
« Este maldito andrógino se volverá a burlar de mi otra vez…» pensó con resignación, ya estaba acostumbrado.
“¡Hahaha! ¿Tu otra vez? ¿Acaso eres estúpido o algo funciona mal en tu cabeza? Parece que fue ayer cuando nos vimos por última vez…” se burló sin reparos el andrógino, mientras mostraba una sonrisa retorcida que indicaba su total desprecio.
“¡No fue ayer! ¡Fue hace 28 años!” contestó aireadamente, en un tono indignado.
“¿28 años eh? Para mi fueron tan solo algunas horas, pero como tú digas…” comentó el andrógino, haciendo un gesto de desdén con su mano. Y luego, agregó:
“No entiendo porque mi padre te dio esa rara oportunidad en aquel momento… Pero, según lo pactado, esta será tu última vez ¡Así que espero que no la desperdicies!”
« No hace falta que lo menciones, estúpido. Si no logró llegar a los 100 años de edad, esta vez mi alma se irá al vacío absoluto y jamás volveré a reencarnar otra vez. ¡Pero ahora será distinto! Esta vez haré todo lo contrario a lo que he estado haciendo hasta ahora y podré superar a esta bendita edad de una vez por todas. » pensó con determinación en sus ojos.
« Además, en el futuro es probable que la medicina haya avanzado lo suficiente como para poder vivir muchísimos años sin problemas. Es posible que el estudio de órganos artificiales ya será un hecho al alcance de todos y, quizás, incluso hayan logrado manipular el gen que causa el envejecimiento y las personas puedan vivir cientos de años de edad fácilmente. »
« Nunca tuve esta oportunidad en el pasado, después de todo, en la Antigua Roma, la esperanza de vida normal rondaba los 45 años de edad y para los esclavos era la mitad de esto, con suerte. Y en la Europa Feudal tuve la desdicha de nacer en la época de la peste negra. ¿Cómo podría tener oportunidad alguna de llegar a los 100 años en aquel tiempo donde más de la mitad de la población murió a causa de esa terrible enfermedad? »