Mi Séptima Reencarnción # Libro 1 Completo # saga Deidades

Capítulo 5: Importante Decisión

“¡Haha! No está mal, esta piedra que cambia de color con la temperatura corporal de las personas es interesante. Pero he visto trucos de magia mejores que este antes” soltó Káel con ligereza, ante la atónita y aterrada mirada de sus padres.

«  ¿Color negro…? No puede ser… ¡No! Definitivamente se estaba por convertir en negro si no la hubiera soltado » analizó Owen con incredulidad, sus ojos parecían dos enormes huevos ahora, debido a la sorpresa y la conmoción.

Un talento tan enorme sería valorado y cuidado celosamente si se descubriera, pero también sería cazado ferozmente por reinos enemigos si detectaban que un monstruo de esta magnitud había nacido en una pequeña aldea abandonada de un poder que no era el suyo.

¡Matarlo ahora de seguro les haría la vida mucho más fácil en un futuro en el caso de entrar en un conflicto bélico! ¡Nadie querría que su vecino cascarrabias de al lado tenga un lanza misiles cargado, apuntando a sus cabezas en un futuro!

Un mago con un talento tan monstruoso sería como una bomba atómica si se lo dejaba crecer el suficiente tiempo para desarrollarse por completo, podrías tenerlo para ti, pero definitivamente no podrías dejar que otro lo tenga.

¡Cualquier reino o imperio de este mundo pensaría de esta forma!

Él quería decirle algo a su hijo, quién parecía no darse cuenta de la magnitud de lo que acababa de hacer, pero cuando estaba por hablar se escuchó un ruido seco desde el interior de su casa.

~ PUM ~

“¡Mamá!” gritó Káel, acercándose velozmente.

Su madre se había desmayado por alguna razón desconocida para él.

***

“Y esta es la razón por la cual debes venir conmigo cuanto antes” sentenció Owen Shan, luego de acabar con su larga y tediosa explicación.

Había sido un día largo para todos. Su hijo tenía un talento innato monstruoso, y luego su esposa se desmayó debido a la sorpresa y se golpeó la cabeza contra el suelo. Pero por suerte no fue nada grave.

Cuando ella despertó, ambos tuvieron una larga charla sobre qué hacer con el futuro del pequeño Káel y finalmente llegaron a una importante decisión. El niño debía comenzar su entrenamiento mágico desde temprana edad o de lo contrario podría no llegar a explorar todo su potencial en un futuro o todavía peor, podría llegar a tener demasiado poder dentro de algunos años, acumulándolo de forma pasiva e inconsciente, el cual sería imposible de controlar para un joven inexperto y hasta podría morir por culpa de esto. Por lo cual, debía comenzar su entrenamiento mágico lo antes posible.

Owen sabía que con el talento monstruoso de Káel, era cuestión de tiempo para que alguien más lo notara y, cuando eso pase, la vida de su hijo correrá un grave peligro si no puede defenderse correctamente para entonces.

Habiendo decidido esto, Owen se sentó junto con Káel y comenzó a explicarle detalladamente todo lo relacionado con este tema. Le contó sobre la grandeza de los magos y lo que significaba ser parte de este increíble grupo de personas, también la rareza sobre su talento mágico y por último le informó que debía partir junto con él, con la idea de ser enseñado desde temprana edad.

Káel no había dicho ni una palabra mientras escuchaba su extensa explicación, y esto comenzaba a incomodar a Owen.

« ¿Quizás no comprendió bien mi explicación? »  pensó Owen mientras intentaba descifrar el rostro de su pequeño hijo.

« No, no es eso. Mi hijo es muy inteligente, debe ser algo más... »  analizó Owen, quien apenas conocía a su propio hijo desde hace un día debido a que durante los últimos años se encontró realizando una peligrosa y extensa misión.

Finalmente se decidió preguntar sin rodeos:
“Hijo ¿Hay algo que quieras decirme respecto a esta situación?”

Káel mostró ojos llenos de incredulidad e hizo sonar su infantil voz:

“¿Dices que la magia es real…? ¿Dónde está la prueba de esto?”

« … » Owen estaba un poco desconcertado. Como poderoso mago de los niveles superiores había entrenado a varios aprendices a lo largo de su vida, pero esta era la primera vez que alguien le preguntaba tan incrédulamente sobre si la magia era real. Lo normal era que se abalancen sobre él pidiendo que les enseñen a lanzar una bola de fuego o algo así.

« ¿Qué clase de reacción es esta? ¿Por qué demonios no sería real? ¡Sin la magia este mundo no funcionaría! » pensó algo frustrado. Era claro que todavía no lograba comprender a su hijo.

Pero luego calmó su mente al recordar que Káel era muy pequeño aun y que había estado viviendo en una isla donde no había ni un solo mago.

« Quizás realmente no sepa nada sobre el tema ya que, a pesar de su gran inteligencia, es demasiado inexperto todavía. » analizó, y luego habló con claridad:

“Por supuesto que es real. Este mundo no sería nada sin la magia”

La mirada incrédula seguía en los ojos de su hijo, parecía que no había sido movido en lo más mínimo por sus palabras.

“Si quieres una prueba puedo mostrarte una ahora mismo” agregó Owen, quizás esta era la forma más sencilla de resolver este asunto.

~ shubó ~

~ splash ~

Una llama se encendió en la palma de la mano derecha de Owen mientras que un chorro de agua saltó desde el interior de una jarra cercana hasta su mano izquierda, formando una esfera perfecta que se sostuvo en el aire.

Owen pensó que su hijo se emocionaría mucho al ver esto, después de todo esa era la reacción normal de la gente cuando veía magia por primera vez. Pero, en su lugar, su rostro se puso pálido y se mantuvo mudo durante un tiempo.

El silencio se volvió incómodo.

“Hijo ¿Estas bien…?”

En ese momento, Káel pareció salir de su estado de petrificación y con un tono de voz que lucía algo asustado, dijo:

“Me siento cansado, estaré en mi cuarto durante el resto del día ¡Por favor no me busquen!”



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En el texto hay: aventura, magia, reencarnación

Editado: 11.05.2020

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