Zuri
Aún recuerdo que mi madre lo contemplaba con una sonrisa que me resultaba completamente desconocida un tipo de sonrisa que jamás había presenciado en su rostro .
Cada vez que yo intentaba acercarme, hablarle sobre mis pequeñas vivencias o compartirle siquiera un pequeño fragmento de mi día ella simplemente apartaba la mirada como sí mis palabras no tuvieran importancia en ese instante .
Su respuesta era a menudo la misma .
"Ahora no cariño o estoy muy ocupada a veces añadía un no seas dramática que me dejaban sintiendo como sí mis sentimientos fueran exagerados .
Así que con el paso del tiempo fui dejando de intentar comunicarme con ella sintiendo que mis esfuerzos eran en vano mi madre lo observaba a él con una sonrisa que me resultaba completamente una nueva una ONG alguna anécdota compartirle una parte de mi día o simplemente busca su atención .
Ella desviaba la mirada como sí yo no fuera relevante en ese momento , ella desviaba la mirada, como si yo no fuera relevante en ese momento.
Ahora no cariño me decía con una voz que sonaba distante estoy ocupada añadía como si mis palabras no tuvieran valor frente a lo que la ocupada en ese instante
"No seas dramática me respondía desestimando mis intentos de conectar con el tiempo cada uno de esos poco a poco fui abandonando mis esfuerzos por comunicarme con ella .
A veces pensaba que quizá era yo la que pedía demasiado que quizás ella tenía razón al llamarme pero por las noches cuando el silencio dolía más que cualquier palabra volvía a sentir ese nudo en el pecho que me decía que algo no estaba bien .
En ese instante empecé a hablar conmigo misma en voz baja en mi cuarto en la oscuridad porque allí nadie me interrumpía nadie me decía ahora no cariño al menos allí mis palabras tenían eco.
Con el tiempo empecé a creer que mis historias no valían la pena ser contadas que mi voz al igual que yo , ocupaba demasiado espacio
Con el paso de los días mi habitación dejó de ser solo un refugio que convirtió en mi único territorio seguro cerraba la puerta con siglo como si sellara una frontera invisible entre el mundo donde al menos podía respirar sin sentirme extraña.
Ahí donde en ese espacio pequeño empecé a guardar mis palabras en hojas sueltas en canciones de dibujos torpes ,en susurros que solo yo escuchaba .
Era una manera de no dejar morir lo que sentía aunque nadie más pareciera interesarse .
La casa parecía haber sido tomada por él, sus pasos sonaban pesados marcando el ritmo de todo lo que estaba permitido y lo que no .
Cambió los muebles , cambio los horarios, cambio incluso los silencios no eran como míos.
Los suyos imponían miedo , los míos apenas intentaban sobrevivir .
De pronto empecé a moverme con cuidado a ocupar menos espacio,a hacer menos ruido.
Me di cuenta de que me estaba convirtiendo en alguien que se escondía en su propia casa.
No porque alguien me lo pidiera directamente sino porque todo incluso las miradas que me empujaban a ello.
A veces recordaba a la niña que solía ser esa que hablaba sin parar de cosas absurdas que buscaba a mamá para contarle hasta la más mínima bobería del colegio.
Me preguntaba que había sido de esa voz que había sido de esa versión de mi que aún creía que merecía ser escuchada .
Pero ahora había aprendido a guardar esas palabras bajo llaves y a encerrarlas en mi pecho .
A tragarme las lágrimas antes de que alguien pudiera verlas porque en esta casa mis emociones también parecían estar fuera de lugar .
Hay dos frases que me gustan mucho y que dicen así
Fue entonces cuando aprendí que no siempre hace falta que alguien te grite para sentirte pequeña.
A veces el silencio y las miradas esquivas son disfrazados .
Yo aprendí a ser invisible en mi propia casa a borrar mi voz antes de pronunciarla,a convertirme en una sombra que caminaba con cuidado de no incomodar .
Con el tiempo mi cuerpo también aprendió a ser invisible como sí intentarán proteger un corazón demasiado cansado de ser ignorado.
Mis pasos se volvieron suaves apenas audibles como si cada sonido fuera una amenaza en aquella casa que había dejado de pertenecerme .
Incluso mis manos parecían tener miedo de ocupar el aire y dejé de abrir las puertas con decisión .
Dejé de correr y dejé de poner música hasta que mis suspiros se volvieron silenciosos .
Frente a mi espejo dejé de buscarme, dejé de amarme como soy , dejé de elegir colores que llamarían la atención .
Sentía que cada vez me desdibujaba un poco más, me evitaba ,me escondía dé mi .
Pero en lo más profundo de mis noches,en el rincón más secreto de mí habitación, me resistía .
Pero en lo más profundo de mis noches, en el rincón más secreto de mi habitación.
Agarraba un viejo cuaderno escondido bajo la cama y escribiría con una furia silenciosa todo lo que no podía decir en voz alta
Hoy nadie me escuchó pero yo me escuché ,
Hoy nadie me vio pero yo me vi.
Esas palabras eran mi refugio mi primer acto de rebeldía mi cuerda invisible para no caer del todo .
A veces abrazaba a mí osito mientras escuchaba las carcajadas de mi madre y él detrás de la puerta cerrada.
Y me dolía como un puñal en el pecho ,no por celos, no por rabia sino por esa certeza amarga de haber sido desplazada de la vida de mi propia madre .
Yo me convertí en una parte de muda de aquella casa donde solo escuchaban voces que no eran mías .
Me convertí en un susurro detrás de una puerta cerrada, en eco que nadie escuchaba
Había creado un rincón detrás del armario ahi donde nadie miraba donde ni siquiera el polvo parecía atreverse a quedarse,construi mi pequeño .
Refugio invisible .
Era un espacio mínimo apretado apenas suficiente para sentarme encogida pero era mío .
Ahí donde guardaba pequeños tesoros que el mundo consideria insignificantes una pulsera de cuentas que una vez en un día que no dolía tanto ,un dibujo arrugado que había hecho de mi cuando aún creía que merecía ser dibujada cada objeto llevaba una historia que solo yo recordaba , porque nadie más parecía interesarse en mis relatos .
Editado: 25.12.2025