Zuri
Tras un largo periodo de silencio en el que mis pensamientos permanecieron guardados finalmente comprendí que mí propia historia tiene un valor que merece ser compartido esta vez soy yo quien se encarga de narrarla .
Nos subimos al coche él seleccióna una melodía suave y tranquila para poner.
En ese instante no intercambiamos palabras ni él dice nada ni yo tampoco .
Sin embargo esta vez el silencio que se convierte en un espacio en el que siento que él me mira, que escucha mis pensamientos y en el que a pesar de no hablar me siento acompañada y comprendida .
En cuanto hemos llegado mi padre se estacióna frente a una cafetería y nos bajamos del coche luego entramos.
Al entrar una campanita sobre la puerta señala nuestra llegada al aroma a café tostado, pan, horneando y nos envuelve al momento .
El ambiente es acogedor con mesas de madera y una barra donde un hombre sonríe mientras limpia tazas
Nos sentamos junto a una ventana donde mi padre me observa y por un preciso momento pienso que va a decir pero solamente agarra la carta y me da .
—Tú decides esta vez —Dice con suavidad .
Tomo la carta entre mis manos aunque no la leí en lugar de eso lo miro su rostro tiene nuevas líneas que antes no tenía.
Y sus ojos parecen cansados pero diferentes Como si hubieran estado esperando mucho tiempo esta oportunidad .
—¿Te parece bien sí pido chocolate y dos bocadillos—Pregunto .
Él asiente con una pequeña sonrisa.
—Pide lo que te haga sentir mejor .
No es una frase impresionante, pero se siente genuina. Y por primera vez en mucho tiempo, me dejo llevar y me relajo.
Llamo a un camarero al acercarse le digo dos chocolates y dos bocadillos de queso y jamón y tortilla tras haber anotado mi pedido se marcha mientras mi padre y yo hablamos animadamente esperando nuestros pedidos entonces la campanita de la puerta suena otra vez.
Levanto la mirada ahí donde está Piero con trenzas que se ve muy guapo y se queda quieto al verme y yo también por un instante el tiempo parece detenerse
Sus ojos se dirigen a mi , después hacia mi padre y luego me mira de nuevo .
No dice nada y yo tampoco.
Solo levanta ligeramente la cabeza en un gesto que no sé si es un saludo, una pregunta o un apoyo silencioso.
Respondo con una media sonrisa que tampoco sé cómo describir.
Él asiente .
—Nos vemos en clase —Murmura antes de girarse suavemente hacia el mostrador.
No hay explicaciones ni las necesita. Y esa simple fugaz , me deja una calidez inesperada en el pecho .
Mi padre me observa con interés y curiosidad mientras me plantea la pregunta .
—¿Un amigo del instituto? —Su tono es suave y protector .
—Si —Le contesto sintiendo cómo la mirada se me dirige hacia el mantel de la mesa como si pudiera encontrar respuestas
—Se llama Piero.
Y no digo nada al respecto y por su parte él tampoco parece pregúntame algo más.
Simplemente asiente con la cabeza y una sonrisa se dibuja en su rostro una sonrisa serena que jamás había tenido la oportunidad de ver en él antes .
De repente cuando el camarero se acerca a nuestra mesa trayendo una bandeja llena de vasos de chocolates calientes y bocadillos nos los entrega con una sonrisa y de inmediato se retira dejándonos a solas en este rincón de la cafetería .
Aprovecho esta oportunidad de estar distraída mientras observo los pequeños detalles alrededor .
Es en ese momento que mi padre decide romper el silencio y comienza a hablarme.
—Tienen buena pinta¿verdad?—Comenta señalando los deliciosos bocadillos y vasos de chocolates que nos han traído .
—Lo más valioso en este momento será la compañía —Responde mi padre con una cálida sonrisa y su comentario me sorprende más de lo que debería .
Nunca creí que pudiera sentirme tan observada por él con tan solo unos pocos gestos y frases .
Me encuentro limitándome a asentir con la cabeza mientras saboreó un poco más del chocolate caliente pero en el fondo de mi que se va derritiendo como si su cercanía revelará mis emociones más ocultas
—¿Te gustaba el chocolate cuando eras niño — Le pregunto con la intención de hacer la conversación más ligera y divertida .
—Me fascinaba —Responde entre risas .
—Aunque siempre lo consumía tan deprisa que terminaba quemandome la lengua con cada sorbo .
Ambos soltamos una carcajada y en ese momento por primera vez no me siento incómoda al reír a su lado.
Después comenzamos a comer nuestros bocadillos mientras hablamos de mi futuro y mis estudios .
—Hija no voy a cambiarte de instituto ya he hablado con tus profesores que me han dicho que eres una excelente alumna y que vas mejorando poco a poco pero si te sientes incómoda con algo házmelo saber de acuerdo—Asiento con la cabeza , aparte me tranquiliza mucho saber que no me va a cambiar de instituto .
—¿Papá cuando has hablado con mis profesores?—Le pregunto mientras lo observo con curiosidad y él me responde con una sonrisa y con un tono amable me dice:
—Fue después de nuestra conversación aquel día .
Seguimos comiendo y hablamos hasta que terminamos mi padre le pide la cuenta al camarero quién se acerca y le entrega la factura inmediatamente mi padre le paga luego nos levantamos de mesa y salimos la cafetería .
Al salir nos montamos en coche y mi padre comienza a conducir hasta a su casa .
Cuando hemos llegado trago saliva mientras observo la casa de mi padre algo grande con muebles lujosos.
Parece que mi padre gana lo suficiente como para permitirse tener una casa asi.
Él Pasa delante de mí, mostrándome la habitación donde me voy a quedar y veo que todo está pintado con tonos alegres y hay un amplio clóset donde se encuentra toda la ropa de chica .
Una cama grande con dos mesitas a cada lado, un tocador con muchas cosas.
—-Princesa, te dejo para que te instales y nos vemos en el salón porque necesito hablar contigo sobre unas cosas que me han preocupado—Me da un beso en la frente y se marcha, dejándome sola.
Editado: 25.12.2025