Mí silencio tiene voz

capitulo 12 Estoy sintiendo que se llama amor

Zuri

Cuando nuestros labios se separan tengo la sensación de que el tiempo se congela por un breve momento.

Mis pensamientos se entrelazan en una confusión como si mi cuerpo estuviera atrapado en un dilema incapaz de decidir si debo huir rápidamente o permanecer aquí envuelta en esta sensación cálida y reconfortante que aún se mantiene en el ambiente .
No digo nada, ya que en este momento no estoy sintiendo nada en particular, pero Piero me observa con una intensidad en sus ojos que me hace perder la noción del tiempo.

Le confieso que fue él el primer chico al que doy mi primer beso y se queda sorprendido diciéndome .

—Fui el primer chico al que diste tu primer beso y anhelo que yo sea también el último al que se lo des.— mientras una oleada de rubor que me invade .
Nos quedamos mirándonos hasta que nos despedimos con un beso después entro en mi casa seguida me voy directo a mi habitación .

Cierro la puerta suavemente pero por dentro todo es un torbellino.

Apoyo la espalda en la madera y me dejo deslizar hacia el suelo .

Mi corazón late con fuerza, descontrolado,me toco los labios como si todavía quedara algo de él como sí el pudiera volver si no me muevo demasiado.

No sé si estoy feliz confundida o asustada quizás las tres cosas.

Pero hay una certeza que me rodea:no soy la misma que salió por esa puerta hace unos minutos.

Tras unos segundos oigo un suave golpe en la puerta.

—¿Zuri?—Es la voz de mi padre.

No contesto de inmediato porque no quiera sino porque no sé qué decir.
¿Qué se dice después de un beso? .

Abro la puerta con lentitud cuidando de mi hacer ruido,mi padre me está mirando con una expresión tierna en su rostro ,como sí de alguna manera pudiera intuir lo que que acaba de suceder.

No tengo necesidad de explicarle nada; la conexión entre nosotros es lo suficientemente fuerte como para que él comprenda sin palabras .

Con una sonrisa suave se acerca y acaricia cariñosamente mi cabello.

—¿Estás bien —Me pregunta, su voz llena de preocupación y amor .

—Si ... solo que... no sabía que un beso podía sentirse así —Le respondo finalmente, casi en un susurro dejando que las palabras fluyan con timidez.

Asiente con la cabeza mostrando compresión sin hacerme más preguntas.

Luego con esa dulzura que solo un padre es capaz de transmitir me dice:

—Eso significa que fue algo importante .

Su respuesta me hace sentir un cálido alivio en su mirada veo el apoyo que necesitaba en este preciso instante tan nuevo y significativo.

Y en ese momento llega a mi una revelación no es necesario que comprenda cada aspecto de lo que estoy viviendo en este preciso instante.

Lo único que realmente necesito es darme el permiso de sentir aunque sea de manera sutil y limitada.
Aceptar mis emociones tal como son, sin forzarme a desmenuzarlas o analizarlas en profundidad.

Después mi padre me informa que ya tiene billetes de avión así saldremos el viernes por la mañana .

Además me menciona que hablo con él director Ruiz para informarle sobre nuestra viaje .

Lo miro algo sorprendida .

—¿No se molestó?

—Al contrario —Responde

—Dijo que entiende lo importante que es este viaje para ti... para nosotros.

Y que cuando regresamos, va a hablar con nosotros para ajustar lo que sea necesario.

De manera que no se interrumpa el seguimiento de tus clases.

Una parte de mi siente un alivio considerable pero hay otra parte

Esa que constantemente teme ser una carga o quedarse atrás.

—¿Y si me pierdo muchas experiencias ? —Pregunto en un susurro sintiendo que la ansiedad crece en mi pecho
Mi padre tras un breve silencio que parece dura mucho , toma un instante para asegurarse de que sus palabras no suenen como una simple respuesta automática sino como un conejo valioso.

—Zuri —Comienza con calma.

—Lo que estás a punto de vivir será una forma de aprendizaje diferente.

A veces las lecciones más significativas que aprendemos no se encuentran en los libros ni en las aulas.

Están en las interacciones con las personas,en nuestras raíces y sobre todo en quienes somos.

Las palabras que me dice lo envuelven en un abrigo suave y acogedor.
Cierro los ojos por un momento permitiendo que el aire llene mis pulmones sintiendo cada inhalación como un alivio.

—¿Y mamá estaría de acuerdo?—Me atrevo a preguntar sintiendo que cada sílaba pesa en el aire.

Él me mira con una ternura que me conmueve, como si la respuesta le costara encontrarls pero su mirada es honesta y no evita profundizar en el tema .

—No lo sé —Responde con sinceridad .

—Pero es más importante que sigas siendo auténticamente tú misma.—Me dice , con tomo su mano la siento cálida y firme como un ancla que me da estabilidad.

—¿Y si allá no me siento como yo ?—Pregunto en un susurro, como si el temor a esa posibilidad fuera demasiado grande para pronunciarlo en voz alta.

—Entonces estaremos juntos para recordarte quién eres—
responde con firmeza sin titubear .

—Y si necesitas el tiempo que sea para volver a reconectar contigo misma, lo tendrás .

Aquí no hay nadie que te presione a dar respuestas rápidas, princesa.

Apoyo mi cabeza en su hombro y nos quedamos en ese estado de quietud, en silencio permitiendo que esa calma tan inusual y valiosa circule suavemente entre los dos .

Mi padre toma un momento para aclarar su garganta como si estuviera preparándose para compartir algo importante.

Entonces con una voz algo nerviosa pero decidida , me informa que tiene una cita con una mujer en esta noche .

Al escuchar esa noticia de inmediato me quedo en silencio sin poder articular palabra aunque no me sorprende en absoluto porque comprendo que mi padre tiene todo el derecho a buscar su propia felicidad.

Con curiosidad le pido que me hablara más sobre esa mujer que había captado su interés.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.