Joseph.
Hoy fue el mejor día de mi existencia, mi luna pasó la tarde con migo y fue increíble, aún que no me ah dado una respuesta, el hecho de que este más cerca de mi me pone muy feliz, "Gracias Diosa Luna por permitirme estar con mi Luna, haré todo para enamorarla y que nunca se quiera ir de mi lado, ella es mi Sol y mi Luna, es la luz que mi vida necesitaba".
Sol.
Ya ah empezado un nuevo día, me siento muy feliz, me dirijo a la ducha, después de unos minutos salgo de mi habitación con la esperanza de encontrarme con esos ojos verdes que se clavan hasta lo más profundo de mi alma, con esa boca perfecta tan apetecible, esos brazos en los que me quiero lanzar, "Dios, ¿Cómo puede existir tanta perfección en un solo hombre", cada día se clava más en mi mente y me doy cuenta de que estoy empezando a tener sentimientos por el.
Al llegar a la cocina me encuentro con Liz y con Daniel pero.. "¿Dónde está mi hermoso lobo?.
-¿No han visto a Joseph?- pregunto mientras como un poco, ambos me miran con asombro, incluso yo me asombro por el hecho de tener tanta curiosidad por donde está este lobo.
- Creo que está entrenando a la manada- contesta Daniel aún con un poco de asombro en su mirada.
-Por que no le llevas un poco de comida, tal vez tenga hambre- me dice Liz extendiendo una bandeja con un poco de comida.
-Claro- me apresuro para terminar mis alimentos y después dirigirme hacia donde se encontraba mi lobito.
Al salir de la mansión me quedo babeando por lo que veo, ahí estaba mi lobito en toda su gloria, estaba entrenando a los más jóvenes de la manada y sólo llevaba un pantalón que marcaba aún más su hermoso trasero. "Ay pero este hombre saca lo peor de mi"..
Joseph.
Estaba entrenando a los nuevos integrantes de la manada cuando ese delicioso aroma a rosas llega hacia mi, volteo y veo a la portadora de ese olor tan exquisito que me vuelve loco, traía un pantalón y una blusa que resaltaban su figura tan perfecta, su pelo largo, rojizo y rizado estaba alborotado, es una mujer totalmente hermosa, sus ojos color cielo estaban clavados en mi con esa mirada pícara que me encanta.
- ¿Te gusta lo que vez mi Luna?- le dije mientras me acercaba a ella, veía como las miradas de todos se posaban en mi luna y eso me estaba volviendo loco de celos, ella es mía y nadie la puede ver más que yo, estaba apunto de explotar cuando..
-Pero claro lobito- me dice con una sonrisa pícara- Tu mamá te manda esto para que comas algo.
- ¿Y por que no me lo trajo ella?- pregunto alzando una ceja- ¿acaso querías verme mi Luna?.
Ella se sonroja y baja la mirada para intentar ocultarlo.
-Solo tenía curiosidad de que estaba haciendo mi lobito- en cuanto escuche eso por dentro di un salto de felicidad junto con Black, me encanta que me diga lobito.
Oye preciosa- me acerco a ella dejando a un lado la bandeja de comida- ¿no te gustaría dar un paseo con tu lobito?
-¡Pero claro!- responde mi luna con emoción, en sus ojos apareció una chispa de felicidad que me hipnotizo
Rápidamente tomo mi forma animal, por ser el Alfa, mi tamaño es aún más proporcionado, mi pelaje negro es lo que me define, pues sólo yo porto este color.
Me inclino para que mi luna pueda subir, cuando sube se sujeta suavemente de mi pelaje y eso me hace aullar de emoción, ella ríe y se sujeta aún más fuerte.
-Andando lobito- es lo último que dice , rápidamente empiezo a correr por el bosque con cuidado de que mi luna no caiga..
Me detengo al llegar a el río para contemplar el paisaje con mi amada, ella baja con cuidado y espera hasta que recuperó mi forma humana.
-Si quiero- escucho su voz con algo de vergüenza- si quiero estar con tigo lobito.
Mi corazón siente una alegría inmensa, Black da saltos de alegría y yo sólo tomo a mi luna entre mis brazos para sentir su hermoso aroma y esa tranquilidad que me da.
-No te arrepentirás mi luna, te are muy feliz- la abrazo con más fuerza y damos vueltas, ahora sabía que el amor tan grande que tengo por mi luna sería correspondido.