Joseph.
Esta mañana me sentía tan abrumado y desesperado por lo que tuve que tomar la decisión de que Black tomara el control. No quería hacerlo pero ya no puedo más con la angustia de pasar un día más sin ella...
En el momento que mi luna invadía mi mente un hermoso olor llega a mi.. era ella.
Corría a toda velocidad al mismo tiempo que un aullido hace presencia y todos mis instintos reaccionan, inmediatamente varios miembros de la manada se unieron a mi pues a pesar de ser su Luna ella formo un lazo con la manada por lo cual están dispuestos a todo por ella al igual que yo.
Cada vez su esencia se hacia más y más fuerte al punto casi arrebatarme la cordura para al final llegar al paradero de ese aroma tan bello, era una casona vieja y deteriorada de gran tamaño pero lo que más resaltaba en ese lugar era su olor y presencia más esa bruja la cual se arrepentirá si por lo menos se atreve a hacerle daño y de eso me encargare yo...
Entre a la casa y lo primero que veo es un cuarto oscuro y vacío el cual me da mala espina, pasando por un largo pasillo la humedad se intensifica lo que comienza a preocuparme un poco pues mi Luna no soporta mucho eso. Me adentro más cuando escucho algo en lo que parece ser un sótano e inmediatamente corro hacia el encontrando a mi Luna mirándome fijamente y después de un tiempo una lagrima resbala por su preciosa mejilla.
- Mi luna, al fin te encontré
Sol.
Al verlo mi corazón da un gran salto de alegría y nostalgia, el hombre que amo desde lo más profundo de mi ser nuevamente está a mi lado y esa es la más grande razón para seguir con vida.
A pesar de la alegría que tengo algo está mal y lo puedo sentir, es una sensación extraña la cual no puedo explicar pero es muy raro el como llegó tan fácilmente y sin problemas.
-Joseph- le digo mientras me reflejó en sus ojos.
- Qué pasa?- arquea una ceja y me mira con duda.
-No crees que fue muy fácil tu llegada hacia mi?
-Pues ahora que lo dices...
De pronto un gran estruendo se escucha y por fin se deja ver.
- Ay pero que encantó- expresa Claudia sarcásticamente- Qué tal Joseph? Tanto tiempo, me extrañaste bombón?
"Pero que está pasando?, no puedo moverme!"
Todo mi cuerpo está congelado y no puedo mover ninguna parte de él, y al parecer Joseph está en la misma situación.
Claudia me mira y se dirige a mi con una gran sonrisa.
- Qué pasa solecito?, acaso no puedes moverte?-después de esas palabras ríe como la loca que es.
Toma mi cuello y lo aprieta lentamente mientras poco a poco siento como me arrebata cada suspiro y un dolor inmenso se posa en mi vientre, "Acaso será que?".
-Pagaras por lo que me hiciste!, te quitaré todo lo que amas como lo hiciste con migo y te arrepentirás incluso de existir..
Saca una pequeña daga de su bolsillo y lo coloca en mi vientre
-Veras Joshi, tu Lunita está llena de sorpresas y eso hace las cosas aún más divertidas- devuelve su vista a mi y..- ¡Despídete!
Eleva la daga lista para atravesar mi cuerpo pero algo pasa y un fuerte viento aparece junto con una gran oscuridad, de el fondo una risa ronca sobre sale y una voz se hace sonar.
-Tik tak el tiempo se acabó..