Me llamo Mía, tengo 14 años y voy a cumplir 15 años en setiembre, que asco, la verdad es que nunca me ha gustado, cuando una cierta de cantidad de gente se reúne para celebrar algo, siento un vacío, que me hace dar ganas de llorar, pero como siempre, para mí mala suerte ya va llegar setiembre.
Ya estamos a medio año y los profesores nos exigen más, me gusta estudiar, tal vez porque me hace olvidar el vacío que siento, da igual, en serio, porque la gente no puede entender a las personas. Ellos creen que las heridas del corazón se curan, pues no, solo dejan cicatrices que nunca olvidarás.
- Mía, tienes planes para mañana- me dice una voz de una chica, despertándome de mis pensamientos.
Levanto mi cabeza para verla, es Xiomara, maldita sea, ella es una de mis amiga, le diría que sí, pero la verdad que no tengo nada planeado.
- ¿A dónde quieres llevarme?- le digo bostezando.
De repente veo a Ju, bueno su nombre completo es Junior pero me gusta llamarlo así, es más sencillo y corto, me quedo embobada viéndolo, sin darme cuenta de lo que pasa a mi alrededor. No se que me dice Xiomara, pero veo su mano, en frente de mi cara moviéndose, como si fuera a decir hola, con la intención de que le preste atención.
Giro mi cabeza, para que deje de hacer eso.
-¿ Qué pasa?- le pregunto apartando su mano.
-¿ Tan rápido te olvidas que estoy aquí? Te estaba diciendo que con Ariana y Nicol íbamos a salir al "Moll del Sur"- me dice mirándome a los ojos, parece molesta.
- No creo poder ir- volteo mi cara hacia la puerta y ya no está Junior.
Vuelvo a voltear mi cara y Xiomara se ha ido. Aunque sea me dejará en paz por hoy.
Recojo mis cosas y lo guardo en mi mochila, en mis manos llevo los libros, pues es un lío cargarlo todo en la bendita mochila. Me despido de la profe de historia y salgo del salón.
- por fin libre- lo digo en un murmullo, que nadie lo ha escuchado.
Siento que alguien me agarró el hombro, volteo y veo a Gianfranco. Ahora que querrá.
- ¿ qué pasa ?- le pregunto.
- ¿Quieres salir al cine ?- le miro un poco asombrada, por lo que me acaba de preguntar, genial, ahora todos están en saliditas.
- ¿Cuándo? Y a ¿Qué hora?
- Mañana a las.... bueno sería a las 5:00pm.-me dice sobándose la parte trasera de su cuello, evitando mirarme a los ojos.
-¿Quienes más van a ir ?- me mira asombrado por la pregunta, como si fuera obvia la respuesta.
- Solo...- hace un pequeño pare, que me hace pensar que quería que solo los dos íbamos a ir- no recuerdo, pero ¿vas o no?.
- sí, supongo que sí.
Gianfranco me dice chau, él se va hacia la izquierda y yo hacia la derecha, bajo las escaleras, término de bajarla y me dirijo hacia el comedor, este colegio es particular y a la vez estatal, es grande, para mi gusto esta bien.
Me encuentro en el comedor y pido una manzana, plátano, uva,etc. La cosa que, me llevo más frutas que comida. Espero un rato y me lo entrega. La señora que atiende me dice que como muy saludable, le digo gracias. No se que mas decir, no me importa entablar una conversación.
Miro a todos los lugares y parece ocupado, en una mesa veo a Junior y sus amigos Piero y Fabrizio. Cuando Junior voltea, por las indicaciones de Fabrizio que al parecer le dice que estoy allí, el levanta su mirada y me mirá, no puedo quitarle los ojos de encima.
Junior es guapo, para mi gusto, pues mis amigas me dicen que no lo es, es un poco más alto que yo, es trigueño, sus ojos son extremadamente negros, sus labios son iguales que los mios, pero un poco más oscuro, su cabello es negro y tiene un mechón que le tapa una pequeña parte de sus ojos.
Él aparta la vista, para seguir comiendo y se les ve reír, mientras hablan. Desearía tener super oído, para saber de qué están hablando. Me alejo del comedor y le digo a la señora que luego se lo voy a devolver, el receso es de aproximadamente una hora, así que tengo tiempo. Salgo de este lugar y me voy a las mesas de afuera. Hay muy pocas personas, me siento en una mesita y empiezo a comer.
Es tan solitario estar aquí sin nadie con quién conversar, mi vida esta lleno de paz, aquí todos nos tratamos por igual, eso supongo, porque no hay nadie que discrimine o haga bullying, solo hacen bromas pesadas, al veces desearía que haya algo de acción. No sé , tal vez qué exista poderes ocultos o algo parecido y mi poder es de estar sola eternamente, no puedo creer como el mundo está en mi contra.
Pasan los minutos y ya llegó la hora de estar de vuelta en el salón. Me levantó y se me cae el tenedor, no se para que me dio, si ni siquiera lo utilicé. Al agacharme, suena otra de esas tonterías que hacen Pablo y sus amigos, Antony y Luis, con Luis me llevo bien pero con los otros dos, no los conozco mucho.
Ellos empiezan a reírse por el sonido de soltar un gas, que hizo Pablo cuando me agache.
- deja de molestar, Pablo- lo digo entre molesta y divertida.
- controlate, Mia- lo dice y después se ríe.
Me retiro de este asqueroso lugar, cuando entró al comedor, me cruzo con Piero , Junior y Fabrizio, Piero y yo nos rozamos el hombro y los dos volteamos con la curiosidad de saber con quién nos hemos chocado. Cruzamos miradas, pero él voltea su mirada hacia adelante y yo también lo hago. Le entrego la bandeja a la señora y me voy.