Mi soledad

10.- Actitudes raras

- pero...- me corta la palabra, diciendo otra cosa.
- siéntate en mi cama¿sabes donde esta el botiquín?- me pregunta.
- en la sala- respondo.

Se va del dormitorio, caminando lentamente y observando todo a su paso, para luego ir a la sala y perderlo de vista. Pasan unos cuantos minutos, veo el reloj que está colgado en la pared y son las 6:30 am.

- no puede ser, tengo que irme- digo.

Hago un esfuerzo para levantarme, pero me duele mucho. En cuanto consigo pararme, estoy tambaleando, por casi me caigo, pero el chico me coge antes de que caiga.

- UF, pensé que moriría, gracias- le digo.

- de nada ¿como te llamas ?- me pregunta. Trayendo en sus manos una venda.

Se arrodilla sacando mi pantufla y con la venda lo va rodeando.

- me llamo Mía y ¿tú?- le digo.

- Maycol- me responde- bueno ya terminé.

- vaya, es asombroso, creo que no lo hubiera podido hacer sola - digo sin vergüenza.

- bueno yo deseo estudiar Medicina general y me preparo desde ahora- me dice, parándose y poniendo sus manos en la cintura.

Me alegra escuchar eso, yo también anhelo estudiar eso, pero por lo contrario yo aún no me preparo para eso.

- a mi también me gusta estudiar medicina general, pero no me he preparado para nada de eso- le digo un poco preocupada.

- todo a su tiempo-me responde, llendo se del dormitorio.

-mira quien lo dice - lo digo en voz baja.

- por cierto Mia ¿cuantos años tienes?- me pregunta.
- catorce, en tres días cumplo quince años.- le grito para que escuche.

- yo tengo quince años, repetí en primaria, en diciembre doce cumplo dieciséis años- me dice.

Vuelvo a ver el reloj y son las 6:42 am.

- ya me voy, tengo que ir al colegio.

Me levanto como puedo. Camino despacio hasta llegar a la puerta, pero me doy cuenta que Maycol no hace ningún ruido, a donde se habrá ido. Me voy a la cocina, no está, tal vez en el baño. Abrí la puerta y vi algo que no debí de haber visto. Cierro la puerta rápidamente.

- lo siento Maycol, perdón no me di cuenta- digo.

Paso unos segundos y no responde.

- Maycol ¿estás bien?- le pregunto.

Vuelvo a abrir la puerta y Maycol está tirado en el suelo. Creo que lo golpeé sin darme cuenta, al cerrar la puerta.

- hay no puede ser,¿ también tengo que cargarlo?- me digo a mi misma con un tono lastimero.

- no te preocupes, solo ayúdame a ir a mi cama.- me dice.

Me asombro de que este bien, lo ayudó a pararse, rápidamente llegamos a su cama. Cuando lo echo en la cama, él se recuesta.

- bueno chau- le digo.
- espera, Mia- me llama.
- ¿que paso?- pregunto
- ven, acércate- me dice

Yo como tonta me acerco y me da un beso en mis labios, no se porque no lo aparto, se siente bien, nunca había besado alguien, hací que me guío del movimiento de los labios de Maycol.

- para- le digo interrumpiendo el beso.

El me hace caso, pero en el momento en que nos separamos lo vuelvo a besar. Como rayos se me ocurre besarlo, apenas lo conozco. Seguimos en lo nuestro, de besos pasa a tocamientos, el acaricia mi espalda y yo lo cojo de su cabello. Estoy sobre él, teniendo cuidado de no hacer nada mal.

- espera- ahora Maycol es el quién interrumpe.- no creo que esté bien. Tu y yo aún no nos conocemos.
- lo sé, bueno chau- le digo.

Me coge del brazo, tirando con fuerza, que me hace caer en sus brazos.

-¿que haces?- le pregunto. Pero sin responder, me besa. No lo entiendo primero me dice que no y ahora me está besando.

Me vuelve a dejar de besar.

- no se pero también soy nuevo en esto y se siente agradable. ¿quieres ser mi novia?- me pregunta.

Me sorprende lo que está diciendo.

- no lo sé, pero seamos amigos primero, quiero conocerte mejor.- le digo.

- bien, entonces...chau- me dice.

- chau- respondo y me voy cojeando, me duele mucho, el dolor se está volviendo insoportable.

Al salir del cuarto de Maycol, un chico está parado, buscando algo, como habrá entrado, supongo que alguien le habría la puerta. Será el último chico que tiene que venir para alojarse. Eso creo.

- eres una prostituta- me dice.

Analizo bien las palabras que dijo " eres una prostituta".  ¡cómo! Me estoy enojando.

- no, no lo soy ¿tú quién eres?- le digo con una falsa sonrisa.

- yo soy Jamil.- me responde.

- buscas tu cuarto ¿verdad?- le hablo.

- si- dice.

-este es- apunto a la habitación contigua del chico de chaqueta jeans y pantalón pitillo.

- ¿en serio no eres prostituta?- me pregunta.

- ¡claro que no!- exclamo.

- ya, no te precipites- me dice.

-hum- hago una mueca de desagrado y me voy, pero trato de que no se vea que cojeo.

- estas coja- me grita.

- cállate- le grito.

Me voy a mi cuarto, ahí veo que la hora marca las 7:28 am, ya no llego. Los demás deben de haberse ido.

- soy un caso perdido, hoy ha sido muy agotador y problemático, ni siquiera a empezado el día y ya me siento agotada, que horror.

En la cama inflabe no he podido dormir cómoda. Además me he despertado con dolor en la espalda. Será mejor que vuelva a dormir. Doy un salto hacia mi cama y me acomodo para empezar a dormir, cierro lentamente mis ojos, hasta quedarme dormida.




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