Mi soledad

18. El destino los quiere juntos

Adrien:

Como supo ella que estaba aquí.

- Adrien, parece que el destino nos quiere juntos- dice Niki.

-¿qué haces aquí?- pregunto.

- pues, este es mi lugar favorito de todo esto- señala su alrededor- siempre que puedo vengo aquí.

- entonces ya habías venido aquí- afirmo.

- si, antes - dice con tristeza.

- no te hé visto seguido, apenas fue para el cumpleaños de Mía- le digo

- si, sólo que Mía, no le gusta las visitas - responde.

Iba decir yo también soy una visita y no parece fastidiada, pero después de lo sucedido ya no lo creo.

- ya veo.

Se acerca al árbol y se sienta junto conmigo.

- esto es muy hermoso - me dice.

- opino lo mismo, pero Mía no nos recomendó este lugar - le digo.

Mira hacia al frente, se queda callada y luego habla.

- este también es el lugar favorito de Mía, pero aquí es donde enterraron a sus padres y no le gusta venir, sólo los días de cada año, que fue el funeral.- me dice.

- no lo sabía- digo.

Será por eso que Mía me dijo que mis padres y yo nos arrepentiriamos cuando uno de los dos falleciera.

- pensé que Mía te lo había contado, ya que ustedes son amigos - me dijo.

- si, supongo- le digo.

Ella me mira, luego acurruca mi  mentón en sus manos.

-¿por qué estás triste?- me pregunta.

Hago que baje sus manos y miro a otra parte. No le contesto.

- somos amigos, puedes contarme - me dice.

- ya pasó una vez y me decepcionó- digo, recordando a Mía.

- te refieres a Mía verdad, hé visto que ya no se hablan, ni se miran, más bien esta con Ayrton- dice.

- lo sé.

- te prometo que no lo haré- trata de buscar mi mirada - te juro que no te mentiré nada sobre mí y que jamás te abandonaré como lo hizo tal persona.

Me alegra que no diga su nombre, tal vez deba confiar en ella, pero no de golpe, como lo hice con Mía.

- te lo diré resumido en unas cuantas palabras - le digo.

Sigo mirando un punto inexacto.

- está bien- responde.

Le digo que no somos amigos, pero si Mía y yo somos amigos más bien eramos novios y ella rompió conmigo. La verdad sería...

- Ella rompió conmigo- digo.

Se queda anonada.

- pensé que solo eran amigos.

-¿ no me mientes?- pregunto.

Ella lo piensa.

- esta bien si lo sabía, pero no del todo, sospechaba, así que como yo se algo de Mía que nadie lo sabe. Algo que no te puedo contar- siguió hablando antes de que yo diga algo- te dije que solo te contaría sobre mi, no sobre otra persona, eso es otro tema que no me incumbe.

Suspiro.

- es cierto.

- exacto- reafirma.

Nos quedamos en completo silencio. El cielo se tiñe de un color medio amarillo al rededor del sol, que recién esta saliendo. Supongo que son las 9 o 10 de la mañana.

- por cierto - digo- sabes cómo volver ¿no?

- sí, Adrien tontín- me dice.

Eso me hace sonreír. Primero una chica me da como apodo "chico borracho" y la segunda me llama de la misma forma que me siento ahora " tontín".

- ¿podemos irnos?- pregunto.

- si.- pero sabes cabalgar ¿no?- pregunta.

- lo sé, pero me perdí- digo entre risas.

Ella también empieza a reír. Subo primero, luego le doy mi mano a Niki para que suba. Ella se sostiene de mi polo, tal ves piensa que no me gusta. Pero por su seguridad, debe acogerse bien.

- Niki, sujetate bien, no sea que salgas volando- le digo en bromea, aunque puede pasar.

Se apega un poco más. Sin embargo la cojo de sus manos y hago que me abracé el abdomen.

- así no te caerás- le digo.

- está bien- responde.

Cabalgamos hasta donde están todos. Mía le está diciendo algo a Jamal, parece molesta. Luego va donde Ayrton. Le coje del brazo, lo jala más para su oído y le dice algo.

- ¡chicos ya estamos aquí!- exclamó.

- los tortolitos- gritan todos.

Dirijo mi mirada a Mía, ella me mira con una sonrisa normal, pero luego se agarra la cabeza y hace una mueca de dolor. Se entra a la mansión sin decir nada a nadie. William nota el extraño comportamiento de Mia, la persigue hasta entrar a la mansión.

- oye no pienso quedarme todo el rato en el caballo- dice Niki.

Volteo hacia ella.

- lo siento, no fue mi intención- le digo.

Bajo primero, le ayudo a bajar y la pongo en el suelo. Me preocupa Mia. Si tan solo Niki me dijera que le pasa a Mía podría ayudarla, siento que sufre más que yo. Ahora que conozco sobre sus padres entiendo lo que está pasando, pero el dolor que siente ella es es grande, sus padres murieron, los míos no, aunque estemos separados, aún los tengo.

-¿que te pasa? te noto mas distraído- pregunta Niki.

- si, lo sé. Ya me voy.

-esta bien - responde confundida.

- si.

Entro a la mansión y en el corredor veo a Mía, sentada en el suelo. Iba acercarme, pero del otro extremo del pasadizo se le acercó Ayrton.




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