Mi soledad

19. Entrando en confianza

Mía:

No estoy entendiendo este preciso momento, por lo que pasa en mi mente. Antes podía controlarlo a mi gusto, pero al parecer mi depresión a ido incrementando poco a poco sin darme cuenta. Sabía que no lo lograría, pero tenía fe en que lo haría. Ahora veo que no todo es posible, que el mundo me ha dejado sola una vez más.

Una lágrima se desliza por mi mejilla.

- no me gusta verte llorar - se detiene un momento para secarme las lágrimas.

- entonces vete - le digo con un sentimiento que no sé cómo se llama.

- yo...te quiero y no te dejaré - dice con una sonrisa.

Bajo la cabeza, desistiendo de lo que dije. Lo abrazo fuertemente. El deseo de desahogarme, me incita a llorar mis penas y dejarme llevar por lo que ahora mismo me deja hacer; abrazarlo como si fuera mi último día.

- no lo sé- digo sin esperar una respuesta de su parte.

Ayrton agarra mi barbilla y la levanta, estamos a la misma altura. Debería sentir nervios, pero ahora mismo no siento nada en conclusión. Sólo siento la tristeza y la soledad, inundando todo mi ser. Él se acerca a mis labios, los mira con detenimiento, como si fuera un acertijo. Después siento sus labios rozar con los míos, cada vez más profundo, hasta sentir algo húmedo, su boca. Primero es suave con delicadeza, saboreando cada parte, luego se hace más intenso, nuestras lenguas se juntan, muerdo suavemente su labio inferior, lo mordisqueo un poco, sin hacerle doler, él une nuestras bocas y lo mueve en perfecta sincronía. Pronto Ayrton se encuentra encima de mí. Deja caer su cuerpo sobre el mío, me hace sentir el bulto de su pantalón contra mi parte íntima. Estoy empezando a ¿excitarme? Tal vez. Abro los ojos y lo veo a mi al frente. Ayrton besándome, quien lo iba pensar, yo no , nunca lo vi como una persona con la que pudiera tener alguna clase de relación.

- Ayrton - susurro con agitación.

-¿qué pasa?- pregunta de igual manera.

Inclina su frente junto a la mía, chocando mi frente con la suya. Después de unos segundos se aparta de mi encima y se sienta en la cama. Sin darme cuenta dirijo mi mirada hacia la puerta y veo a Adrien, apunto de irse, cruzamos miradas, pero él es el primero que aparta la mirada y se va con un sentimiento de decepción, hacia mi, de eso estoy segura. Miro nuevamente a Ayrton, posa su mano en su cabeza.

- lo siento - me dice.

- yo...también - digo

No siento remordimiento por la forma en que me miró Adrien, pero si por Ayrton, no entiendo mis sentimientos. Ahora pienso que me importa Ayrton pero luego no.

Me cojo la cabeza. Arrugo mi rostro, llena de amargura y desesperación.

- me amas- afirmo.

Él me mira con sorpresa.

- tal vez, aún no lo sé, sólo siento algo por ti.

- lo suponía - digo - Tienes miedo de que no funcione- vuelvo a afirmar.

- si - responde con cautela, pero aún así veo en sus ojos un resplandor de asombro y comprensión.

- no lo entiendo - digo.

Ayrton no responde. Ni comenta nada. Se levanta de la cama, dirigiéndose hacia la puerta, antes de que de un paso más, me levanto y lo aprisiono contra mi cuerpo. Se que no soy fuerte, pero él cede ante mi agarre.

- no me dejes... Sólo hasta que me duerma, quedaté un poco más y luego podrás irte cuando tú quieras- le digo con tristeza.

Suspira.

- está bien, echaté en tu cama. Duerme rápido por favor- me suplica.

- lo haré - le aseguro.

Alzo mi frazada y me meto en la cama. Me pongo de costado, admirando el perfil de Ayrton. Parece pensativo, como si reflexionará de algo.

Creo que es mejor no involucrarlo en mi vida. Es la mejor decisión. Ayrton, con lo poco que lo conozco, sé que no es muy paciente en las cosas. A mi parecer...

- cierra los ojos - me ordena con un tono rudo.

- puedes irte - le digo, volteando mi cuerpo hacia la izquierda.

Se queda callado.

No quiero ver cómo Ayrton acepta mi pedido y se va.

- está bien - dice al final.

Mis ojos se ponen llorosos, no pensé que aceptaría, me dijo que me quería y que no me dejaría. Ayrton sólo miente. Sus palabras son falsas igual que mi alegría y mi vida.

El colchón se eleva un poco, indicando que ya se levantó. Sus pasos suenan, como si fuera una tortura dejarlos de escuchar. La puerta da un golpe, haciéndome saber que ya se fue. Volteo lentamente, con lágrimas en los ojos, al parpadear, pequeñas lágrimas se deslizan por mi mejilla, pasan por mi nariz, hasta caer en la almohada o en la sábana. Ayrton de verdad se fue, él me dejó, abandonó, desprecio, entristeció y me humilló. Que mas podía pedir en este asqueroso día.

Me acerco la lámpara y la apago. Deseo estar en la oscuridad y no salir jamás hasta el lunes, que es pasado mañana. Leeré cualquier cosa o crearé historias de amor, decepción. Lo que sea para distraerme.

- hasta mañana mundo cruel - digo.

Pretendo dormir todo el dia y despertar en la noche, para caminar por toda la mansión, recordando cosas felices, sin que nadie me moleste. Para mi el dia es mi peor pesadilla y la noche es lo mejor que podría pedir.




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