Mi sombra de la guarda

°. ✩┈┈∘*┈˃̶୨ capítulo 8 ୧˂̶┈*∘┈┈✩. °

࿙༻ DoRiAn ༺࿚

la mañana era algo sinceramente aburrida viendo como unos autos se llevaban algunas cosas del departamento; maletas, muebles pequeños como juguetes de la niña. Solamente la señora anastasia se quedaba cuidando cada cosa que hacían los hombres de mudanza, yo estaba recargado en una pared viendo el espectáculo ademas de tener a la niña esta a mi lado abrazandome de la cintura, ya que me cruce de brazos antes de que pudiera tomar mi brazo. Parece un pulpo que se atora en mi de cualquier forma que pueda solamente para mantenerse a mi lado. Es tan jodidamente molesto.

-señor Hopkins_ alcé la mirada a la señora anastasia_ es hora de irnos_ asentí para caminar, aunque la niña no me soltaba

-hey, ya tenemos que irnos

-no, cárgame

-que molestia eres. Tú puedes caminar

-anda, cárgame o no te dejare mover_ me queje en bajo para tomarla del estomago llevandola como un simple bulto en mi brazo caminando hacia el auto aunque la escuchaba reir_ si, que divertido

-eres realmente molesta

-y tu tan alto, más arriba

-no pienso subirte en mí. No soy tu burro de carga_ la deje dentro del asiento trasero viendo a la señora anastasia riendo

-puedes ir con nosotras Dorian

-puedo irme en el otro auto o en el camión de mudanza

-no creo que sea conveniente, creo que mi nieta querrá que vayas con nosotras

-tengo opción_ negó sonriendo haciendome quejar_ bien_ me subí en el asiento del copiloto viendo al chofer quien me analizo de pies a cabeza sobre todo deteniéndose en mi parche frustrándome_ si no dejas de verme de esa forma hare que tengas uno similar_ solamente desvió la mirada al frente escuchando la puerta cerrarse con la señora anastasia ya en el auto.

Solamente me mantuve recargado en el asiento viendo el frente mientras avanzaba el auto hacia la verdadera casa donde ahora tendré que cuidar y perseguir seguramente a esa niña. Aunque me sorprendí al sentir como el cinturón de seguridad se apretaba mas en mi pecho, giré la mirada viendo a la niña en el asiento trasero tirando suavemente del cinturón de seguridad. Lo desabroche para escucharla reír.

-kairi compórtate cariño

-puedo sentarme alado de mi amigo pirata

-no le llames así cariño, discúlpame Dorian

-descuide señora Moon. Es una niña

-gracias

-puedo sentarme con el

-acaso quieres que nos multen por tenerte sentada conmigo

-si

-niña loca_ murmuré desviando la mirada, aunque sentí como sus manos cubrían mi único ojo igual que tocaba mi parche_ que haces

-kairi, ya déjalo

-descuidé señora Moon, pero si fuera yo quien estuviera conduciendo estarías llorando_ se rio divertida aun manteniendo sus manos en mis ojos, subí mi mano tocando sus manos pequeñas. Eran suaves, tan pequeñas y frágiles. Parecía que podría romperlas con solo apretarlas con fuerza, las separe suavemente suspirando en bajo_ señora Moon ¿dejaría que su nieta se siente aquí?

-no tendrías molestias de hacerlo Dorian

-no señora Moon_ no espero a volver a preguntar para pasarse al frente sentándose en medio de mis piernas ajustando el cinturón de seguridad donde a ella también apretara, solamente me queje en bajo viéndola alzando su cabeza mirándome sonriendo_ te saliste con la tuya niña

-me llamo kairi

-cómo te llames eres una niña y debes obedecer a tus mayores_ sonrió

-acaso eres mi abuelito_ me tense escuchando a la señora Moon reír

-niña… agradece que aun eres pequeña, de lo contrario ya te habría enseñado modales_ se rio divertida para acomodarse en mi regazo recargando su cabeza en mi pecho

-mi amigo pirata_ la mire, aunque subí mi mano algo dudoso acariciando sus cabellos con ternura sintiendo la suavidad de ellos y la forma en que se deslizaban por mis dedos, era tan frágil y pequeña igual que sus pequeñas manos, quien diría que un ser tan pequeño como ella podría tenerme tanta confianza.

Los niños en otros tiempos solamente me miraban incluso antes de perder mi ojo y salían corriendo de mí, una vez recuerdo que por las burlas de esos mocosos por verme regresar de la guerra haber visto tantas muertes y respirarme en la nuca. Ellos se burlaban les mostré mi ojo dañado que muchos de ellos rompieron en llanto. Fue divertido escuchar a sus padres quejarme aunque sabían que no podían tocarme. Ser un militar me dan ciertos privilegios de que puedo golpear a personas sin tener consecuencias igual que mostrar respeto y temor para que no se atrevan a tocarme.

¿acaso esta niña saldría corriendo de mi si ve mi ojo dañado?

Tal vez, al final es una niña. Pero es una niña bastante rara y curiosa para su corta edad.

Una vez que llegamos a una de las residencias de una zona cotizada el camión de mudanza ya estaban frente a la residencia y bajando las cosas, baje igual que la niña que tomaba mi mano mientras seguíamos a la señora Moon dentro de la residencia. Era tan iluminada en tonos beige, blancos y cafés claros, algunas decoraciones en mármol y barro, al parece tiene un cierto gusto por la alfarería. Me detuve aun sintiendo a la niña tomando mi mano viendo a la señora Moon.

-bienvenido a mi casa Dorian

-gracias señora Moon, hare mi mejor trabajo

-no lo dudo

-señora anastasia_ mire al chofer que nos llevaba hace un momento_ tenemos que ir a la empresa

-si, claro, entonces volveré en un momento Dorian. Siéntete en tu casa

-claro señora Moon_ se alejo co0n el chofer dejándome a solas con la niña, aunque pude verla correr hacia las grandes escaleras_ puta madre_ me quejé para seguirla_ ten cuidado, no corras en las escaleras

-no me pasara nada_ seguía subiendo las escaleras en pasos rápidos, tuve que acercarme rápidamente para seguir su ritmo_ atrápame si puedes pirata

-vas a aprender cuando te atrapé niña_ amenaza, pero pude ver como su pie resbalo del último escalón tuve que estirarme para tomarla en mi pecho abrazándola protegiéndola, pero perdí fuerza en mi pierna cayendo por los escalones.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.