༻ DoRiAn ༺࿚
La noche era profunda y alegre, la luna brillando tocando los puntos mas visibles de las calles entre las tenues luces de los edificios, aunque en ese salón del primer piso estaba lleno de risas, música alegre y agradables conversaciones haciendo un ambiente tan agradable, aunque yo solamente sentía un amargo sabor entre mi boca.
Estaba recargo en uno de los pilares del lugar mirando a todos los invitados y los presentes vistiendo elegantemente los hombres usando trajes formales oscuros o en tonos opacos, como las mujeres en colores tan llamativos y alegres. Brillando sus pieles con las joyas que los decoraban en sus cuellos, muñecas, sus dedos u orejas, peinados extraños y con demasiado aerosol que era tan lógico la cantidad de caspa que saldría de esos mechones de cabello tiesos.
Entre todos los invitados celebrando el aniversario de la empresa chocolatera como su gran popularidad en nueva york como en otros estados de estados unidos que ha conseguido. La señora Moon rodeada de sus socios mas cercanos que tal vez ha compartido una taza de café o una comida exótica igual que otros solamente conoce por sus rostros en video llamada.
Aunque este pesar, frustración y amargo sabor en mi boca mire a donde estaba kairi entre todos los invitados de su edad que eran sus compañeros de clase u otros amigos de su club que estaban despidiéndola para su futuro viaje a la capital y donde podría hacer su vida.
Me quede contra el muro en silencio junto a los demás guardaespaldas quienes también solamente cuidaban a sus jefes esperando una sola orden para poder abandonar sus lugares, no es mi caso. Al menos la señora Moon como kairi me has permitido mas libertad en poder moverme entre el alrededor cuidándolas. Mis manos se apretaban en mis bolsillos que las ocultaban al ver como el mocoso pendejo de Lewis tomaba la cintura de kairi o la abrazaba confiablemente.
Tenia que permanecer mi indiferencia y desinterés para evitar los estúpidos sermones del señor sylas por mi estúpida confesión. Solamente tenia que comportarme como lo que siempre he sido en estos años. desde el primer día en que llegue a la vida de kairi. Como su guardaespaldas y un extraño.
Me quejé para abandonar ese pilar y caminar a la salida del lugar a donde estaba la entrada de todos los valet parquin asegurándose de cuidar cada limosina o autos de lujo que llegaban, solamente me senté en uno de los escalones tomando un cigarrillo y encenderlo quemando mis pulmones con ese humo caliente que al menos me da un poco de paz y tranquilidad mental.
Después la llamada con lance estos putos sentimientos me han estado torturando. No debería sentir esto. No debería tener esta maldita necesidad de un enamorado por tener a su amada tan cercas suyo, poder hacerla suya. Tengo que mantener mi profesionalismo al frente manteniendo no una línea ni un muro, tener la puta muralla china entre nosotros. Ella es joven, es pura, es inocente a la maldita maldad que puede tener un hombre como yo quien ha vivido entre la tierra que llora sangre, el sembrar de los cuerpos muertos de enemigos o mis compañeros. El vivir en alerta o dormir con una pistola por si algo pasa.
Escuche el suave sonido de los tacones y gire la mirada a kairi al verla acercarse a donde me encontraba, aunque me mantuve sentado fumando, se sentó a mi lado cuidando su falda larga mirándome.
- ¿Por qué saliste?
-necesitaba fumar
-Dorian. Que te pasa, te he sentido mas serio y distante a mi
-no es nada_ evitaba verla fijamente, me quemaba a mi mismo tener que ser tan duro con ella, pero era lo mejor. Me sorprendí al verla quitarme el cigarrillo que tenia la mitad aun intacto y tirarlo al suelo pisándolo_ hey, no deberías hacer eso_ la miré quien también me miraba seria
-dime que te pasa. Porque estas actuando como si me odiaras
-no te odio
-entonces dime que te pasa Dorian_ tomo mi mano suavemente_ por favor_ alce la mirada a los putos chismosos de los valet parquin quienes nos miraban murmurando, solamente suspire en bajo viéndola
-ven_ me levante ayudándola para devolvernos adentro del edificio, aunque nos desviamos del camino principal de donde todos estaban reunidos hasta otra habitación más privada oscura y silenciosa, solamente me deje caer en una de las sillas con ruedas viendo a kairi quien se sentaba encima del escritorio mirándome
-me dirás que te pasa
-solamente… he pensado en estupideces
-Dorian… que te pasa, por favor dime_ la mire fijamente, no quería dañar sus ilusiones inocentes. El sueño aun del amor verdadero que son falsas o engañosas como una trampa tan seductora a una presa. Solamente suspire en bajo antes de levantarme acercándome a ella acariciando sus mejillas
-me caga verte tan cercas de Lewis_ murmure pareciendo un secreto, aunque se sorprendió sonrojándose antes de sonreír pareciendo divertirle mis palabras profundas ¿debería ofenderme? Solamente la miraba con seriedad
-lewis es un idiota. No tienes que preocuparte, no me gusta
-lo sé, puedo verlo cada vez que lo rechazas. Pero aun así él tiene tu edad
- ¿y?
-no lo minimices kairi. Sabes perfectamente lo que implica eso, los dos están por experimentar más cosas de la vida
-deja de decir eso_ antes de permitirle responderle atrapo mis labios en un beso que mas parecía una forma de poder obligarme en arrepentirme de mis propias palabras y pensamientos, solamente cerré los ojos aceptando su beso mis manos deslizándose para poder bajar al escritorio, aunque sus pequeñas manos las tomo haciendome colocarlas en su cintura pequeña. Me separe un poco viéndola
-que crees que haces kairi_ mi voz era baja
-no quiero verte triste por mi partida_ fruncí el ceño_ mi abuelita me ha dicho que has estado tan distante y pensativo desde que te dijo que estaría por años fuera de casa_ suspire en bajo evitando responder_ Dorian. Te amo
-no lo digas_ murmure
#3564 en Novela romántica
guardaespaldas y protegida, diversion celos romance adolecente odio, ex militar
Editado: 05.05.2025